Si tenemos que analizar la trayectoria de este despliegue de música de la buena quitando los parones dedicados a la afinación, la presentación de temas y promoción de camisetas (ya un clásico de los Ultraligeros) el recital avanzo de forma ágil y contundente. En cuanto a la promoción de camisetas, hay que tener en cuenta, que la venta de merchandising es uno de los motores principales de las bandas locales a la hora de seguir adelante.
Del público, que a primera vista podría parecer tímido, hay que decir que poco a poco se fue dejando seducir por el buen rollito y optimismo que se transmitía desde el escenario. Se podría decir que con el cuarto tema ya tenían en el bolsillo tanto a sus fervientes seguidores como aquellos que se acercaron por primera vez a verles.
Sin quitar merito a ninguno de sus compañeros, el encargado principal de animar el cotarro fue Carlos Vicente. Este vocalista que desprende por todos sus poros muchísima energía, demostrando así ser un buen frontman, es capaz de estar durante todo el concierto con una sonrisa de oreja a oreja que irradia simpatía y recorrerse toda la tarima con cada uno de sus bailes.
Ya se va acercando el final… Quedan cuatro temas y va siendo hora de decir adiós o más bien como dirían los ingleses so long, algo así como un adiós que no es definitivo, que en enseguida nos volveremos a ver. Los temas que han dejado en la recamara son “Quijote” en el que el protagonismo se lo reparten la introducción de la batería y la guitarra de Setien, “Nada cambia por Bilbao” momento en el que aprecie el bajo, que hasta ahora me había pasado desapercibido, “Cosa de Satán” y “Pesadillas, que se enlazaron de forma magistral, ambos pertenecientes a su segundo y último trabajo hasta la fecha titulado “Ella Elige”.
Justamente el tema que da nombre a este LP es elegido para cerrar con broche de oro una noche en la que La Nube recibió una lección del rock del de antes en el que el mayor peso de los temas es llevado por dos guitarras y sin mucha parafernalia se demuestra con valentía y mucha actitud que el rock no ha muerto, que está aquí para quedarse. Si algún día deja de existir el rock, que yo no lo vea. |