No pensaba, en un principio, ir de concierto esta jornada festiva en todo el estado, pero la verdad es que tenía muchas ganas de ver en directo a Senártica, una banda que la anterior vez que la vi me llamó mucho la atención, cuando aún se llamaban Nebraska, y, además, esta noche iban a actuar junto a los Kamikazes, una formación de la que venía oyendo hablar muy bien y que anteriormente se llamaban Carroña.
Por tanto, sólo me costó decidirme a acudir el enterarme del cartel, así que sin mucho que pensar, me anoté en mi agenda particular este evento como prioridad y me fui dicho día para la Black Bird, el local donde tendría lugar el evento, convencido de pasar una buena noche de rock, pero que sería todavía mejor de lo prevista.
Una vez llegado a dicha sala, me encontré con una buena presencia de gente, lo cual siempre es alentador, tanto para las bandas como para las salas, y, porque no decirlo, para los que nos gusta ir a los conciertos; por cierto, amplia presencia de gente joven, demostrando que a éstos, si les traen conciertos de los grupos que les gustan, también van a los eventos.
Toda la gente de Cantabria sabe que la Black Bird es una sala a la que no puedes acudir tarde, a riesgo de encontrarte el concierto empezado, debido a la excelente puntualidad con la que se programan los eventos, por lo que, a la hora fijada, estaban sobre las tablas los madrileños Kamikazes, banda en la que no había profundizado mucho, ni en su etapa como Carroña, de la que provienen 3 de sus 4 integrantes, ni ahora que acaban de sacar su primer disco con su actual denominación, llamado “Niños perdidos” y publicado este mismo 2019.
Y precisamente con “Nada es eterno”, uno de los cortes que conforman dicho plástico, arrancaron su velada a fuego, con la gente disfrutando desde el comienzo, mostrándose una buena comunión entre público y banda que no haría sino crecer, cuando, tras un buenas noches Santander, se lanzaron a por ese temazo llamado “Somos leyenda (Bonnie and Clyde)”, también de su actual referencia.
Tras tomarse un breve respiro, nos llevaron a esa pieza que cierra el álbum y que se llama “Naufragio”, dándole a su música un toque bastante diferente, para lanzarse a la rockera y pegadiza “Fuerza opresiva”, que aparecía en el primer disco de Carroña, “Gaupasa intimista”, de hace ya 5 años y que sonó como un cañón.
Kamikazes
Se mostraron entusiasmados por nuestro recibimiento, brindando por nosotros y por sus compañeros de cartel, antes de volver a su actual obra con ese himno que le abre y que se llama “Se va a caer”, muy cantada por todos los presentes, para, sin dejar este álbum, llevarnos con los “Hijos de la derrota”, un tema contundente pero con una parte rapeadas bastante movida.
Después de un breve descanso, nos llevaron a su “Circo interno”, un temazo que habla sobre las drogas y la alegría, con un comienzo lento que contrasta con una parte mucho más intensa y que en directo sonó genial, para recuperar otro corte de Carroña, en este caso esa “Mariposas kamikazes”, que nos dijeron que seguramente conoceríamos y que habla del amor y del desamor, estando presente en el segundo disco de la extinta banda llamado “La química del caos” de hace 2 años.
Seguían mostrando la gran clase de sus canciones en directo, avalada por la gran calidad de sus músicos, algo que pudimos contemplar con el solo de su batería, mientras el resto de músicos afinaban, continuando con otro tema del segundo disco de Carroña, en este caso “El piorno”, con la sección rítmica sonando muy potente.
Para la siguiente pieza, “Sin domesticar”, que publicaron a medias con los pucelanos Free City, contaron sobre las tablas con la presencia de Bubu de los Balance, que mostró su clase y entrega acompañándoles a la voz, comenzando la banda a despedirse con ese tema que se llama como el disco que venían presentando, “Niños perdidos”, un autentico temazo y que se te mete en la cabeza nada más escucharlo.
Anunciándonos que ahora sí que se iban, nos agradecieron el calor dado, tocando la única canción que restaba de su ópera prima, es decir “El ojo del huracán”, que fue muy cantada, mientras su cantante se quito su guitarra, bajando a las primeras filas y provocando un wall of death, dando así por cerrada su actuación tras más o menos 50 minutos sobre las tablas.
He de decir que Kamikazes me sorprendieron muchísimo y para muy bien, ya que cuentan con un muy bueno directo y acabaron por dar un conciertazo y eso que, como ya he comentado, no estaba muy metido en la trayectoria de la banda.
Sin duda alguna, una banda muy recomendable para ver en directo y es que, pese a que su disco es un gran trabajo, no hace justica a la enorme entrega y calidad que demuestran en directo.
Y tras el habitual cambio de bártulos, teníamos sobre el escenario a la gente de Senártica, aún más arropados que la anterior banda, que vienen presentando ese “Incendia” que editaron a principios de este 2019, además de recordar alguna canción de su anterior “Origen” del pasado año y versionar algún tema de sus grupos favoritos.
Para comenzar, los músicos fueron apareciendo mientras sonaba esa intro llamada “Origen (Preludio)”, y que también abre su actual trabajo, para, ya con todos excepto el cantante, empezar a hacer sonar los instrumentos con una pieza instrumental, antes de dar paso a ese temazo que es “Zero”, que cierra su actual referencia, ya con la banda al completo, mientras nos saludaban, siendo un corte muy pegadizo y sonando de manera contundente.
Sin salir de su nuevo álbum, llegaba esa pieza que se llama “Marea negra”, muy movida y también muy pegadiza, una de esos temas que marcan por dónde va el nuevo estilo de la banda, algo que vienen favorecido por la presencia de un segundo guitarra, para, tras mostrarse encantados de tocar en casa, recuperar una canción de su anterior obra, en este caso “Fuera de combate”, muy rockera y con la formación sonado muy bien.
Tras mostrarse muy a gusto por el trato recibido, se lanzaron a interpretar la primera versión de la noche, la maravillosa “Que la tierra…” de los asturianos Mala Reputación, un gran homenaje a una banda muy querida por estas tierras, antes de volver a sus temas propios con esa pieza que está en su actual plástico y que se llama “En la sangre”, muy guitarrera y de una gran elaboración.
Nos recordaron el que fue su primer video clip, ese “Dulce veneno” que también abría su anterior disco, muy reconocido por los presentes, buscando y logrando interactuar con la gente, que cantó con la banda el mismo, para, tras un breve respiro para refrescarse, avisarnos que iban a ponerse místicos, interpretando “Abismo”, otra de su actual trabajo, sonando con muchos matices y dándole otro toque más personal a su sonido.
Senártica
Era el turno de otra versión, en esta ocasión del “Valiente” de los Vetusta Morla, que les quedó muy lograda y que tuvo una muy buena acogida, antes de agradecer a la sala y a Kamikazes el compartir esta noche, para empezar a anunciar que iban encarando la recta final del concierto, siendo el turno de “Corazón de hueso”, de su obra del pasado año, en la que sus guitarristas se plantaron en mitad de la sala y el bajista tomó el centro del escenario, consiguiendo así involucrar aún más a los asistentes.
Regresando a su más reciente trabajo, se declararon “Nativos” de un mundo en guerra, un corte donde, de nuevo, se muestra esa intensidad y contundencia que han conseguido con las nuevas composiciones, antes de que el bajo diese paso a la versión de “Toro” de El Columpio Asesino, pidiendo a la gente que cantasen con ellos, algo que les funcionó, haciéndonos movernos con ese pegadizo tema.
Tras afinar los instrumentos, era el momento del que ha sido adelanto de su nueva obra, un “Invierno” que ha calado muy bien y que es un corte muy pegadizo, con el que concluían el repaso a su disco, tras el que reiteraron su placer por estar aquí, presentándonos un tema nuevo llamado “Chernobyl” y que sonó rápido y potente, gustando mucho a la concurrencia.
Después de esto, nos preguntaron si tocaban otra mas, con afirmativa respuesta de los que estábamos allí, lanzándose con la versión de la mitica “Pánico en Frankfurt” de los Desakato, durante la cual uno de los guitarras tuvo que sentarse para seguir tocando al salirse el gancho que sujetaba su correa, con la gente pidiendo más, repitiendo una de las primeras canciones que habían tocado, “Zero”, concluyendo así después de hora y cuarto de actuación.
Senártica dieron un muy buen concierto, consiguiendo, a base de muy buenas canciones y muy buenas ejecuciones, que la gente acabase muy entregada, demostrando que, de aquella joven banda que vi hace un par de años, ha salido un grupo ya consolidado y que se está haciendo un hueco en la escena con total merecimiento.
Ahora solo les queda seguir rodando este trabajo y asentarse, tanto dentro como fuera de nuestra tierruca, además de seguir componiendo nuevos temas.
Y así, tras estas dos grandes actuaciones, y con los discos de ambas bandas bajo el brazo, me marché de la Black Bird, donde siguen apostando por las bandas de la tierruca y de fuera de ella, y donde siempre esta web es muy bien recibida; la noche seguía, en mis caso a unos 40 Km de allí, pero eso es otra historia…