Crónica de Radio Explosión, Tiparrakers y Huracán Rose 04-01-2020 (Plazabeltza Kulturgunea, Larrabasterra). Presentación Siempre tarde, adelanto temas próximo disco y presentación disco Rara Avis respectivamente.

Seguimos sacando tiempo para el rock en unas fechas en las que se supone que debería de ser relegado a un segundo plano. En esta ocasión, incluso se podría decir que los Reyes Magos adelantaron un día su llegada: dos de las bandas nos presentaran disco y la tercera de ellas nos adelantará temas nuevos.

La hora prevista para que el rock y el punk dominaran la noche eran las 22:00.  No obstante,  no comenzó hasta las 22:30 y lo hizo de una forma bastante inusual. Los encargados de dar el pistoletazo de salida eran los Radio Explosión. El bajista sin que apenas nos hubiéramos dado cuenta se subió al escenario a tocar para que posteriormente el batería y la voz y guitarra se le unieran. Esto se podría considerar como una especie de prueba de sonido.

Tras este arranque el tema elegido para ponerse manos a la obra es “Tigre de bengala” con un comienzo muy cañero y en el que tanto el bajo como la batería son bestiales. En “En la cuerda floja” la batería es pura velocidad. De hecho va tan rápido que en una ocasión el batería pierde una baqueta y rápidamente coge otra. Se hace un breve inciso para promocionar Siempre Tarde.

Con “Mezquina urbe”, tema que me hace menear la cabeza, se anima a la gente a que se acerque al escenario (denominada zona cero por el vocalista). “Segundos” que comienza con una intro de guitarra nos la encontramos en quinto lugar  y es el primer corte que nos encontramos del primer trabajo de esta banda con nombre homónimo. En este momento observo que hay mucha más gente que al principio, ocasión que aprovecha nuestro frontman para bajar a tocar entre el público.

Antes de “Enciende la bombilla” se recuerda que dos bandas más van a tocar en la noche de hoy y se aprovecha para promocionar el disco. En este tema nos encontramos con una línea de bajo fascinante. En el público se comenta que son buenísimos.

“Muévete” es enlazada rápidamente con “Ojáncanos”.  Los espectadores empiezan a espabilarse acercándose al escenario, bailando e incluso aplaudiendo.

Para concluir esta presentación es elegida “Quémalas”, mas frenética que las anteriores y que el gentío se anima a corear.

Llega ahora el turno de Tiparrakers y el límite entre publico escenario es casi imperceptible. Después de realizar una breve prueba de sonido en la que se pregunta cómo se oye comienza la acción.  En “Triangulo” la guitarra es la encargada de abrir la intervención de esta banda. El cantante comienza a bailar de forma desenfrenada. Rápidamente se enlaza con “Código”.

De “América,” en tercer lugar, se podría decir que en algunos momentos del tema es como si estableciera un dialogo entre la batería y la guitarra. Nuestro particular showman coge una guitarra de repuesto que tiene su compañero y se pone a bailar con ella. En un momento determinado incluso monta sobre ella como si de una escoba voladora se tratara.

Con “Camello” jugando con los reguladores de las pastillas se consigue un efecto interesante en la guitarra. En esta ocasión nuestro carismático líder se nos sienta junto al batería para cantar una parte del tema.

“Recuerdos de Corea” es un tema que destaca por su solo. Nos encontramos al vocalista que no para quieto ni un segundo primeramente apoyado a la pared para que posteriormente se siente en un foco que había en el escenario.

Antes de que comiencen con “Leche de burra” alguien de los ahí presentes grita más rápido. La batería marca el ritmo y un riff de guitarra se lleva el protagonismo.

“Demoledor” es un tema coreado por la multitud y en el que la guitarra utiliza la técnica del palm muting.

Tiparrakers finaliza con “Over the top” y con  un “Larga vida a Van Halen y larga vida a Skid Row”. A estas alturas me imagino que vosotros solos podéis deducir a quien pertenecen estas palabras, ¿no? El público no satisfecho con el espectáculo de hoy pide más a lo que irónicamente se responde con un “no tenemos más, tocad vosotros si queréis”.

Mientras estoy completando mis notas se me acerca el batería al que anteriormente le había pedido el setlist y me comenta que se han estrenado tres temas nuevos (mencionado anteriormente en esta crónica) y que ha sido estrenada en la noche de hoy una versión. Esta es “Jhonny” original de Commando 9mm y nos la encontramos de las últimas.

Se podría decir que ahora los Huracán Rose lo tendrían difícil tras el show de Tiparrakers. Sin embargo, tenían como ventaja que la audiencia estaba sedienta de más música en directo y poniendo toda la carne en el asador hicieron lo que mejor saben hacer: dejar constancia de una velada memorable.

Antes de que demuestren su valía avisan de que van a hacer una prueba de sonido para comprobar así el volumen. Comenzamos con “Entierros de Invierno” que arranca de forma contundente destacando la batería. Una de las guitarras tiene tintes muy heavies. A medida que se va desarrollando el tema va acelerando por momentos.

Estos chicos han empezado fuerte y sin darnos un respiro dan paso a “Océanos” del que cabe destacar una parte instrumental. El público está totalmente desatado y el líder de la banda baja a cantar en esta zona.

“Vértigo” es un tema en el que la guitarra al usar unos determinados efectos consigue un toque burlón a la vez que evoca al estilo surfer.

En “La caja de truenos “sobresale el bajo y aquí nos encontramos con otro solo digno de admirar. A estas alturas los allí presentes están enloquecidos y cantan acercándose más al escenario.
Para “Rock Roll” Alme deja el escenario para situarse en las gradas que hay justo enfrente y cantar desde ahí. Un espontaneo quita uno de los micros pertenecientes a uno de los guitarristas y se anima a cantar.

“Fuegos artificiales” y “Cuando llega el final” serían los últimos de la lista.  Si no recuerdo mal creo que se tocaron un par de temas más pero no lo puedo afirmar con seguridad. Lo que si recuerdo  es que esta banda cuyo hábitat es el escenario se despidió poco antes de dar por concluida su intervención con un “Ahora sí que nos vamos, estamos tocando rollo Matrix”.

En noches como esta se sigue demostrando que el rock no ha muerto, que acaso está en horas bajas pero aquellos que lo vivimos y disfrutamos lo seguiremos defendiendo a capa y espada como si nuestra vida dependiera de ello. Y es que ¿qué sería de nosotros sin música? Sin duda alguna, nos faltaría una parte de nosotros. Con bandas como estas tenemos que estar tranquilos, su legado perdurará.