Pasado ya el periodo navideño, poco a poco todo vuelve a la normalidad y a la rutina diaria, algo que a veces puede ser negativo, pero cuando se trata de hablar de música en directo siempre es una buena noticia y en mi caso, por unas u otras razones, aún no había ido de concierto en este presente 2020, por lo que había mono de escuchar música en vivo.
Y este segundo viernes del mes de enero la cita era en la Black Bird de Santander, ya que había un más que interesante cartel con dos banda como eran Complejo de Edipo, a los que hacía muchos años que no les veía en directo, y Vanden, una formación que tiene una amplia trayectoria, pero a los que aun no había podido disfrutar en directo.
Como suele ser habitual los viernes, tuve que ajustar mi horario laboral para poder estar pronto en dicha sala y no perderme nada de esa cita, que intuía iba a tener una buena acogida, no sólo por la calidad de las bandas, sino también porque hacía mucho que nos se las veía en directo. Además, y para que no faltase ningún aliciente, el concierto era gratuito, por lo que no había muchas excusas que poner.
Una vez llegue a la sala, tras dar unas cuantas vueltas para aparcar, ya había una importante presencia de gente, entre las cuales se podía identificar muchos amigos y conocidos de las bandas con ganas de pasárselo bien.
Los primeros en salir fueron la gente de de Vanden, es decir Mario Martínez y Juan Van den Eynde voz y guitarras, Eduardo Van den Eynde al bajo y Carlos Portillo a la batería, con la reciente incorporación de Elena a la voz, que practican un hard rock clásico pero con muchos guiños más actuales y que tienen grabados, en sus diez años de existencia, dos discos, “Don´t panic” del 2015 y “Vanden” del 2013, además de un Ep, llamado “Loading” del 2014.
Lo cierto es que la banda ya nos mostró, desde la inicial “Highway tune” de los Greta Van Fleet, con Mario a la voz principal, por donde iban a ir los derroteros de su propuesta, centrando su repertorio en un amplio abanico de versiones de todas las etapas del rock mundial, y para muestra esa revisión del “Call me the breeze” de J. J. Cale, siempre con mucha clase y calidad en la ejecución.
Vanden
Mario presentó a Elena, la nueva integrante de la banda, presente a los coros desde el inicio del concierto, y que se haría con la voz principal para la siguiente pieza, “What's up” de 4 Non Blondes, adentrándonos, como ella mismo nos anticipó, en un viaje por temas de las últimas décadas, siendo un corte muy aplaudido, para volver a la caña con la rockera “Bohemian like you” de los The Dandy Warhols, en donde jugaron con la combinación de las dos voces.
A la anterior pieza la siguió “Ruby” de Kaiser Chiefs, una canción muy movida, con Mario a la voz principal pero perfectamente arropado por los coros de Juan y Elena, antes de trasladarnos hacia los años 60 para continuar con una versión del “Dig a pony” de The Beatles, quizás no de las más conocidas de dicha banda, pero donde se muestra, una vez más, la atemporalidad de la música de los británicos.
Era el momento de relajar un poco la velada y para ello nada mejor que lanzarse a interpretar el “Son of a preacher man” de Dusty Springfield, con Elena a la voz principal, un tema con mucho feeling y unos muy buenos coros, antes de ejecutar la conocida y pegadiza “Picture book” de The Kinks, cantada por los dos guitarristas, y que nos hizo movernos a su son.
Nos anticiparon que la siguiente era también de The Beatles, con la que cerrarían momentáneamente su recuerdo a la música de los años 60 y que dedicaron a los que cumplían años esos días, siendo el tema en cuestión “Birthday”, manejando muy bien con las combinaciones en las voces, antes de acercarse a épocas más cercanas con la versión del “Another way to die” de Alicia Keys & Jack White, pieza que fue parte de la banda sonora de la película de James Bond llamada “Quantum of Solace”, un corte muy intenso, con una consistente sección rítmica.
Vanden
Empezaron a despedirse, solicitando un fuerte aplauso para sus compañeros de cartel, para que fuese Juan el que se hiciese con la parte vocal en ese temazo llamado “White room” de los míticos Cream, con la voz femenina combinando muy bien, al mismo tiempo que las guitarras nos mostraban toda su potencia y su calidad.
Recordaron que, aunque este había sido un concierto de versiones, el grupo tiene temas propios y para muestra ese “Smells like gasoline” que cerraba su primer disco, sonando muy guitarrero y mostrando las habilidades compositivas de la banda, despidiéndose con la versión de “The chain” de los Fleetwood Mac, anticipándonos que lo iban a dar todo, y es que fue cantada con mucha fuerza por las 3 voces, y dejándonos un intenso final, con el que acabarían sus 55 minutos sobre las tablas.
La verdad es que me gustó mucho el concierto de Vanden, ya que nos ofrecieron una propuesta muy entretenida y amena, pero sin olvidar la gran calidad y clase que tienen los músicos en la interpretación de los temas.
Sin duda un gran descubrimiento para mi estos Vanden, de hecho me hice con sus discos, ya que saben cómo engancharnos a su música, tanto con sus temas propios, reducidos a uno esta noche, como con las versiones; una banda muy propicia para disfrutar en un local como éste.
Sin mucha demora, teníamos sobre las tablas a la gente Complejo de Edipo, fundados en el 2010, con un disco homónimo publicado hace más de 6 años y con muchos conciertos dados en su primera etapa, para luego aparecer con cuentagotas, estando la banda compuesta por Rodrigo Miranda a la voz, Ibio Herce y Luis Martínez a las guitarras, Mosh al bajo y Aser Rebanal a la batería, practicando un rock and roll muy variado y ameno.
Y lo primero que hizo el quinteto fue pedirnos que nos acercásemos, a la vez que elogiaban, con todo merecimiento, el gran concierto que habían dado sus compañeros de cartel, arrancando con un corte nuevo, al menos para mí, llamado “Paso a la mediocridad”, muy rockero y pegadizo, antes de interpretar el primer tema esta noche de su único álbum, ese intenso “Dame calor”, que acabó por hacer conectar a la banda con el público.
Como ellos mismos nos dijeron, era el momento de un clásico de la banda, también presente en el citado trabajo, siendo el turno de “No tengo amor”, un corte muy poderoso, donde la sección rítmica mostró toda su fortaleza, para, después de preguntarnos como lo estábamos pasando y pedirnos que nos acercásemos más, mostrarnos otro nuevo tema que, esperemos aparezca en algún futuro lanzamiento y que me gustó mucho.
Complejo de Edipo
Tras afinar, siguieron presentando nuevos cortes, empezando por uno muy guitarrero y que me dejó bastante buen sabor, y continuando con otro, para el que nos animaron a bailar agarrados, ya que era un tema muy bello y donde su vocalista demostró las grandes cualidades vocales que posee, algo que se percibe a poco que le escuches cantar.
Pero, para que la fiesta fuese aun mayor, también nos iban a interpretar algunos clásicos, como esa versión de “Las calles estan ardiendo” de los murcianos M-Clan, muy cantada por los que la reconocimos, antes de vacilarnos con que iban a tocar otra nueva, siendo ésta la ya publicada en su disco “Si me paro a recordar”, otra bella pieza en la que su vocalista estuvo arropado por la voz de Luis, siendo una canción muy bien acogida por los presentes, a los que nos dijeron que esto era lo más suave que íbamos a escuchar esta noche.
Y no mentían porque la siguiente canción, “Sueño”, fue una pieza muy potente y rockera, que demuestra la gran calidad de las nuevas composiciones, algo que también pudimos apreciar en el tema “En este reino”, también muy intenso y que esperemos ver grabado en poco tiempo.
Complejo de Edipo
Anunciaron que su tiempo se iba acabando, llamando a Juan de Vanden para que se hiciese cargo del bajo en la popular “En blanco y negro” de los únicos Barricada, tras la que el invitado se puso la guitarra de Luis, para interpretar el atemporal “Keep on rockin' in the free world” de Neil Young, en la que algún amigo de la banda colaboró en los coros.
Retomando la formación habitual de la banda, era el momento del último tema propio que interpretarían, el pegadizo “Billete de ida”, viéndose a la banda, como durante toda la velada, divertirse, pero tocando muy bien para, tras hacer un amago de irse, mostrarse encantados de haber estado allí, despidiéndose con la versión del “Slither” de los Velvet Revolver, que les quedó muy bien y con la que finiquitaron su actuación tras algo más de una hora.
Complejo de Edipo nos ofrecieron un concierto muy divertido, pero también con mucha calidad, mostrándonos un buen puñado de temas nuevos, o que al menos yo no conocía, y que demuestran que la banda sigue mostrándose fresca, todo ello en un muy buen ambiente.
Esperemos que no tengamos que esperar mucho tiempo para seguir teniendo noticias de esta banda, ya sea en forma de nuevos conciertos o de futuras grabaciones, porque calidad y directo demostraron que tienen de sobra.
Y así, tras despedirme de algunos de los presentes, me marché de la sala Black Bird tras disfrutar de una gran noche de rock and roll, con dos bandas que no se prodigan mucho en directo, pero que demostraron que estaban en muy buena forma, dándonos sendos buenos recitales y dejándome con ganas de verlos mas veces en directo.