Hace unos días y casi de casualidad me dieron la oportunidad de poder redactar ésta crónica como una forma de apoyar y dar visibilidad a lo que se está cociendo actualmente en la muy activa y diversa escena musical subterránea madrileña vinculada al punk rock, hardcore y demás variantes así que a ello vamos.
Escribir sobre la segunda noche del Reactivate Fest el pasado sábado 25 de enero de 2020 es escribir sobre una sala de barrio, Starving, en un barrio con su personalidad propia y lejos del centro de Madrid, Barrio del Pilar y es escribir también sobre el carisma y enorme calidad humana que desprende en todo lo que hace Víctor, músico veterano e incansable del ambiente contracultural madrileño y vallecano en particular desde hace mas de veinte años(Likidillo Antifascista, Zinc, Habeas Corpus…) y en éste caso técnico de la sala y principal motivador y organizador del evento que siempre sabe generar ese ambiente acogedor y familiar.
La elección de las bandas de ésta segunda noche tiene que ver precisamente con esa implicación personal de Victor, su organizador y no tiene nada de casual ya que corresponden a años de amistad y camaradería labrada en torno a los escenarios; como representantes arrolladores de la impresionante cantera musical del rock euskaldún, Humus y Abereh, seguidos de la reunión excepcional de los veteranos del punk hardcore melódico madrileño Bitter Mambo tras cinco años fuera de los escenarios, (con sorpresa final incluida que comentaremos más adelante) y cerrando la velada los héroes locales del barrio, Txerokee.
Abereh
Abría la noche Abereh, el personal e intimista proyecto acústico de Erik Berganza, músico vasco actualmente parte integrante de Estricalla, y cuyo significado es “animal de ganado”. Éste músico supo transmitir con enorme sensibilidad tan sólo acompañado de su voz y una preciosa guitarra acústica Martin todo lo que nos iba explicando con cariño, sencillez y humildad entre tema y tema. Consiguió generar esa atmósfera de intimidad y que nos mantuviéramos callados y atentos en el ritual de la escucha.
Una interpretación por momentos impecable y de empaste perfecto entre la guitarra y la voz con una mayoría de temas de su segundo disco de 2019 “Laino eta belatz artean” que presentaba en ésta ocasión, como “Ilun eta Eder”, “Beste Behin”, “Munduaren laiotz honetan” o la propia “Laino eta belatz artean” además de dos guiños en forma de versión a su querencia por el sonido del punk melódico de los 90 como “My convenience” de Samiam o “No cigar” de Millencolin y otros dos temas de su primer trabajo de 2017, “Zaunka datoz erin”, el tema de mismo nombre y “Ezezagunera” con la que cerró su actuación.
Una voz por momentos impecable y una propuesta fina y delicada, es difícil llenar un escenario y captar la atención del público estando sólo en formato acústico y Erik o Abereh lo consigue sin lugar a dudas. Como apunte personal me gustó más en directo que en sus discos, lo cual particularmente siempre me parece una buena señal.
Abereh
La velada continuaba con Humus, la veterana banda de Tolosa que lleva tocando desde 1997 y con seis trabajos publicados a sus espaldas ni más ni menos. Una banda que sorprendenteme no ha tenido todo el reconocimiento que merece fuera de la zona natural de influencia del rock euskaldún y que han visitado pocas veces nuestra ciudad, derrochan energía, saber hacer y originalidad en cuanto pisan el escenario.
La impresión de sonido y presencia escénica es arrolladora desde el primer momento con la voz (y el bajo) de Natalia, cual fuerza de la naturaleza con onda expansiva propia pasándonos por encima y dejándonos el pelo para atrás, perfectamente acompañada por la contundente batería de Aritz y las geniales y trabajadas líneas de guitarra de Mantxi profundamente melódicas y con un manejo perfecto de los diferentes registros y texturas, jugando muy bien con efectos de reverb y delay entre otros acompañando perfectamente las dinámicas e intensidades de los temas. Todos estos elementos dan al power trio una riqueza y originalidad melódica propia y construyen en conjunto un perfecto empaste rítmico y sonoro.
Humus
Tocaron todos los temas de su último trabajo “Adorez” abriendo con los tres primeros “Hemen gelditzen da”, “Gorde” y el propio “Adorez” continuando con una genial versión de los americanos Far, “Mother Mary” que fue incluida en uno de los últimos recopilatorios de la organización benéfica Hardcore Hits Cancer para pasar posteriormente a tres temas seguidos de su penúltimo trabajo “Saurius”, la arrolladora “Lorea”, “Gabeko” y “Urrutira begira” cerrando con “Dutenari begira” y la última “Piromania”.
Una verdadera apisonadora sonora con crudeza y contundencia a la par que melódica por la parte de la voz y las guitarras, muy buena dinámica en el escenario en el que saben muy bien lo que hacen y se capta al momento todos sus años de rodaje. Por momentos en el lateral del escenario y sonando a plena potencia se podía llegar a escuchar la voz de Natalia fuera del micro demostrando la fuerza natural que tiene y manejando perfectamente la intensidad y los giros. Una banda original y fresca que funciona como un cañón de principio a fín. Arrolladores.
Humus
Tras reponernos del huracán desatado por Humus tocaba el turno de la sorpresa de la noche, la reunión de los capos del hardcore melódico Bitter Mambo, también formato trio con la alineación de lujo: Coco al bajo y voz, Ken(Zinc, Hamlet..) a la guitarra y Dani(Zinc, Motociclón...) a la batería. Éste proyecto de sonido fielmente melódico al más puro estilo del punk hardcore de los primeros 90 de grupos como RKL, Dag Nasty, Bad Religion o Nofx entre otros muchos, había estado en marcha apenas cinco años habiendo publicado un Lp “Días de Luz” y un Ep “Kamikaze” ambos de tremenda calidad y perfecta adaptación del castellano a éste género, cosa no siempre fácil, con buenas letras y líneas vocales espléndidas por momentos.
El trío sonó perfectamente engrasado desde el primer acorde mostrando la experiencia y destreza técnica de sus integrantes que disfrutaban y reían en cada tema dejando ver el ambiente familiar y de gran amistad de ésta especial reunión y trasladándonos prácticamente en un viaje en el tiempo a la época en la que el sonido del punk melódico predominaba.
Bitter Mambo
El set fue corto, de apenas treinta minutos con temas como “Sufridor” o “De éste mundo” de su primer disco y “La respuesta”, “Kamikaze” o “Terminal” de su último Ep (que por cierto regalaban en la entrada en formato Cd junto a pegatinas también) con una versión en inglés también que no pude averiguar de quién era(ya que conseguí milagrosamente a duras penas descifrar el set apuntado en una servilleta) y con la sorpresa de la noche sin lugar a dudas. En un momento tras anunciar que habían terminado el set de Bitter Mambo, Coco dejó su bajo en un lado y Ken arrancó para sorpresa de todos a tocar los primeros acordes del mítico “Abre la puerta” de Zinc de su último disco “Divagando” a la vez que sin saber de donde aparecía Victor en el escenario con el bajo en sus manos y a una Dulce totalmente sorprendida que estaba presente entre el público a la que plantaron el micro en las manos completando así la sorpresa total para todos los asistentes.
Pudimos de éste modo escuchar a Zinc prácticamente al completo tocando uno de sus mejores temas. Sin palabras. El momento más intenso y especial de toda la noche sin lugar a dudas. Brutal.
Bitter Mambo
Tras éste final apoteósico y dadas las horas que ya llegaban se notó que parte del público asistente abandonaba la sala y empezábamos a quedar sólo los que no pensábamos en el transporte público para volver a casa. Llegaba así el turno de la última banda de la noche, Txerokee, madrileños y concretamente del propio Barrio del Pilar. Muchos no sabíamos demasiado de ellos y la verdad que salieron al escenario con un set muy bien preparado y cuidando también su puesta en escena todos de camisa negra muy elegantes y facturando desde el primer momento un sonido más cercano al rocknroll más clásico pero con una pegada y contundencia muy potentes.
El baterista muy técnico que tocaba con claqueta daba una solidez tremenda a todo el conjunto, perfectamente acompañado con un bajista muy solvente al bajo Music Man y un guitarrista que echaba fuego por las manos en los solos y riffs a la Les Paul y liderados por su vocalista Elías que derrochaba actitud y carisma. Tocaron prácticamente todos los temas de su último disco “Salvaje” con enorme contundencia, arrancando con el primero de ellos “A vida o muerte”, “Clase Media”, “Working Class RocknRoll Hero”, “Antropocentro” en un primer bloque seguido de “Laboratorio”, “Ciudadano”, “Actitud” y “La Locura” y cerrando con “Regreso a las cloacas” y “Que nadie duerma”. Cerrando el primer bloque de su set se atrevieron con el “Rock Out” de Motorhead dejando muy claras sus intenciones y referentes
Txerokee
Si bien el sonido era de rock clásico por momentos la pegada y actitud nos llevaban al terreno del Street punk o del punk n roll. (Tengo que confesar que éste último apunte me lo soplaba Miguel Ángel de Nitropollo que estaba a mi lado y siempre con humor e ingenio tanto arriba como abajo del escenario). La verdad que los quedamos para ver a Txerokee quedamos gratamente sorprendidos con su propuesta muy sólida y contundente.
Una noche muy especial, familiar y emotiva ésta segunda jornada del Reactivate Fest al que deseo más ediciones como ésta y siempre con el cariño y buen espíritu de Victor. Un placer.