Meses antes de que se publique, Lendakaris Muertos andan ya inmersos en la gira de presentación de “Spainkiller”, su nuevo trabajo, del cual lanzaron hace unos días su primera perla, “No Tomorrow”. Han sido casi dos años esperando a que la band punk más sinvergüenza del panorama volviera a los escenario por lo que las ganas de desfase hizo que León respondiera a la convocatoria y el Espacio Vías presentara una estupenda entrada.
Zurriagazo fueron los encargados de caldear el ambiente y tras el cambio el público se arremolinó en las primera filas mientras sonaba la intro que anunciaba el inicio del espectáculo. La gran novedad de la noche fue poder testar en directo a la nueva incorporación de la banda, Germán Leizaola, que ahora acompaña a Joxemi con la guitarra. El veredicto quedó claro en el primer envite: ahora son cinco los gamberros que montan lío. Frenéticos como siempre, el concierto pasó de cero a cien en un segundo y antes de que transcurrieran los primeros diez minutos el público ya estaba haciendo pogo con intensidad. |
Todo transcurrió como debe transcurrir en un concierto de Lendakaris, diversión al máximo, energía descontrolada, buen rollo en la actitud y mala leche en las letras y todo el mundo disfrutando como loco. Varias veces se sumergió Aitor, el cantante, entre el público, dejando que éste tomara el micrófono y coreara lemas como “Cómeme la Franja de Gaza” o “Eta, deja alguna discoteca”. Varias veces se subieron espontáneos al escenario y varias veces el Espacio Vías se convirtió en un pogo gigantesco con conatos incluso de “wall of death”.
Estrenaron “No Tomorrow”, que se coreó como si fuera ya un clásico, y no faltaron imprescindibles como “El Último Txakurra”, “Gaupasa o Spiz”, “El 4K se Llevó A Mi Chica” o “Gora España” precedida del obligatorio grito de “gooooool”. La adrenalina nunca paró y excepto Potxeta, lógicamente absorbido por la batería, los otros cuatro miembros saltaron, botaron e incitaron al público sin descanso desde los dos provocadores que situaron en la parte delantera del escenario. Una actividad tan frenética que siempre hay un foco de atención que es imposible seguir.
Como ya es tradición, terminaron entonando “Ojeras Farloperas” con el público extasiado y sudando como en una sauna, y con la cara de felicidad que siempre te deja haber vivido un concierto de Lendakaris Muertos. |