Seguimos pasando las páginas de este verano raro que nos está tocando vivir y que, en lo musical, nos está llevando a disfrutar de conciertos sentados y en lugares que no son las habituales salas sino en locales con terraza que ofrecen música en directo mientras la gente bebe o come algo.
En esta ocasión la cita era en Tagle, cerca de Suances, donde existe un bello local llamado La Llanda que no conocía in situ, aunque sí que se están dando conciertos desde hace tiempo, con una amplia terraza y un buen aparcamiento, en una zona realmente idílica, a medio camino entre la playa y el monte.
¿Y a quien iba a ver? Pues a Julio Somoano, experimentado músico torrelaveguense que ha sido miembro, entre otras bandas, de Cyclope y los míticos Estirpe, además de formar parte de la Good Taste Band, banda tributo a Rory Gallagher y, desde hace más o menos un año, de los míticos y renovados The Birras.
Como si adivinase lo que iba a venir, el pasado año publicó un disco que llamó “Canciones the sentao” en la que, junto a alguna pieza propia, repasaba de forma acústica algunos clásicos, sobre todo del rock estatal, con la colaboración de algunos amigos; ideal para los tiempos que corren.
Y precisamente lo primero que hice, tras saludar al protagonista de la velada y a algunos amigos más, fue adquirir dicho trabajo y buscar una ubicación donde ver el concierto y poder tomar unas fotos sin molestar mucho ni al resto de los presentes ni al personal del local.
Como había sido día de playa, se demoró el comienzo del concierto media hora para que la gente fuese viniendo de la costa, iniciando la velada con “Como un huracán” de los ya desaparecidos Burning, mostrándonos esa voz rasgada y desnuda con el solo acompañamiento de su guitarra, poniéndonos en aviso de lo que nos iba a deparar la noche, siendo seguida por “El sitio de mi recreo” de Antonio Vega, ambas incluidas en el citado disco.
Mostrándose agradecido a los presentes y contento de ver caras conocidas después de estos meses de confinamiento, continuó con “Frio” de Alama, animando a quien no estuviese cantando a hacerlo, recordándonos después que, tanto este tema como el siguiente aparecen en el trabajo que allí disponía, siendo éste “Mi tierra”, una bella canción de Aquilino Ceballos y que funcionó muy bien en directo.
Seguía avanzando el repertorio con un par de cortes en inglés, el segundo de los cuales dedicó a los bajistas allí presentes, colando entre ambos una versión del “Mueve tus caderas” de los Burning en la que nos vaciló diciéndonos que ni movíamos las caderas ni bailábamos ni nada.
Julio Somoano
Hay canciones relativamente recientes pero que ya son historia de la música estatal como ese “Miedo”, una preciosa pieza de los M Clan que es de las que más me gusta de la banda, siendo seguida por otro corte en ingles que no logré identificar y regresando al idioma de Cervantes con la inmortal “La senda del tiempo” de los Celtas Cortos, un auténtico clásico.
Continuó su actuación con “Agárrate a mí, María” de Los Secretos, demostrando su facilidad para adaptarse a todo tipo de voces, pero dando su toque personal, con mucha fuerza y sentimiento, para, tras interpretar “Out on the western plain” de Lead Belly, aunque más ajustado a la versión de Rory Gallagher, hacer un breve descanso de un cuarto de hora, tras estar 45 minutos en esta primera parte sobre las tablas.
Tras esa pausa, regresó con “Bajo la lluvia” de Quique González para ir calentando, antes de lanzarse por un enérgico “Walking by myself” de Jimmy Rogers, aunque popularizado por Gary Moore y que hizo que aquello se animase algo más, algo que seguiría haciendo con el tema posterior, mientras se respiraba en la terraza un ambiente familiar.
Un nuevo repaso por los temas pertenecientes al disco que venía presentando nos llevó a “Todo a pulmón” versión de Alejandro Lerner, aunque él se centra más en la interpretación de Miguel Ríos, para intentar que la gente se moviese algo más con “Whisky barato” de Fito y los Fitipaldis, quizás de las más bailables que se escucharon esta noche.
Seguíamos con este momento más rockero con “Desde el jergón” de Los Enemigos, para pasar a tocar un clásico del rock estatal y que incluso interpreta en Good Taste Band como es el “Maneras de vivir” del los Leño y es que si alguien recogió en nuestro estado el legado del músico irlandés ese fue Rosendo.
Continuaba este viaje por temas a los que daba mucha personalidad como ese “Aunque tú no lo sepas” escrita por Quique González e interpretada por Enrique Urquijo y los Problemas, antes de lanzarse por una adaptación de “Bar adentro” de su actual banda The Birras y que ya subió a las redes sociales durante el confinamiento.
Tras consultar con el dueño que tal una la noche, se adentró en una movida revisión de “El ritmo del garaje” de Loquillo y Los Trogloditas, con la gente más animada, siendo recompensada esta reacción de los presentes con alguna pieza más como fue el “Agradecido” de Rosendo, dedicado a todos los presentes, y el “Alucinante” de Platero y Tú.
Julio Somoano
Aunque en principio así acababa la velada, se lanzó a hacer un medley con varios temas entre los que estaba el “Bienvenidos” de Miguel Ríos y, ante la insistencia de la gente, despedirse con el precioso tema “Atravieso el tiempo”, el único de cosecha propia y que también está incluido en el disco que venía a presentar.
Y así, tras algo menos de dos horas de concierto, al margen de la pausa, terminaba esta actuación de Julio Samoano, que dio un concierto variado, amenizando la cena de la gente con un repertorio muy cuidado y mostrándonos la gran voz que tiene, con unas versiones muy bien adaptadas y dándolo un aire personal.
La nota anecdótica de la velada fueron los varios apagones que se produjeron durante la noche, que no influyeron directamente en la actuación pero que dejaban a oscuras la terraza y el bar.
Una bella noche de verano en la que la buena música hizo que un buen puñado de personas disfrutásemos con ella.
Y tras despedirme de algunos de los presentes, me marché de La Llanda, un local que me gustó mucho y con un personal muy atentó, después de disfrutar de esta calmada pero intensa velada que Julio Samoano nos brindó; espero volver al local y coincidir con el artista en poco tiempo.