Con el objetivo de cumplir escrupulosamente con las medidas de seguridad que impone la nueva normalidad, la entrada a La Riviera se produce con parsimonia. Mientras esperamos a que se llene poco a poco la sala, se nos ameniza con una selección de boleros que hacen juego con la escenografía de lamparita y palmeras que adornarán a Iseo esta noche. Una estampa retro que produce un fuerte contraste con la distopía de las filas de sillas y las mascarillas.
En esta ocasión, Iseo sale al escenario acompañada únicamente por su guitarra y una reverb elegida con exquisito gusto. No hay mejor forma de volver (sin ser la misma) al formato acústico de sus inicios que con “I Lost Count”, la canción que abre su primer disco. Esta primera parte, donde también nos canta “The Wave” y “The Wolf” de su disco Last Night, “Frozen Desert” y la novísima “El camino”, se trata de un inicio suave y desnudo que nos sirve para, tras estos meses de parón, ir volviéndonos a acostumbrar a los volúmenes de la música en directo.
Iseo
Una vez que hemos comprobado que la acústica de La Riviera sale bien parada con este tipo de propuestas sonoras, Iseo cambia ligeramente el rumbo de la noche al añadir el pedal de loop a la ecuación. No sin antes explicar su mecanismo, por si alguna persona suspicaz no ha estado en un concierto en lo que llevamos de siglo. En adelante, irá loopeando los sonidos que saca de su guitarra y su boca para hacer bases rítmicas o coros en canciones como “Vampire”, la versión de Chris Isaak “Wicked Game” o “Quemando”. El final de este bloque llega con una versión de “La flaca” de Jarabe de palo llevada a su terreno y dedicada a las víctimas del COVID-19, con palabras de apoyo a la sanidad pública y de recuerdo emocionado a Pau Donés.
El bloque más animado de la noche empieza con “My Microphone”, la canción en la que más se deja ver su sonido reggae y dub original. “Deep in the Sea” destaca por ser la más guitarrera y “C'est pas toi” por su genial línea de bajo loopeada. Con “Freedom” volvemos a la calma pero sin bajar de intensidad, justo antes de hacer una pausa para encarar la recta final del concierto.
Con una nueva ovación, Iseo vuelve al escenario para hacer suya “Baldorba” del cantautor Benito Lertxundi. Finalmente, para acabar en alto, se había reservado “Dame” y una “Last Night” donde no escatima en percusiones y coros loopeados.