Tras una buena etapa que hemos vivido durante el verano en lo referente a la música en Cantabria en este terrible 2020, llegaba la realidad y es que apenas hay locales que alberguen o puedan albergar conciertos y las terrazas, en las que hemos disfrutado de ellos estos meses atrás, ya están recogidas por el frio y la lluvia, impidiéndonos, por ello, ver actuaciones en vivo.
Por eso, y tras dos semanas sin asistir a ningún evento, acogí con un entusiasmo tal que un niño ante un regalo el concierto de Duro en El Café Oyambre Beach, porque realmente se trataba de eso, un regalo fruto del esfuerzo del local y de la banda para poder presentar de manera directa y abierta a toda la gente su nuevo disco “Pandemia”.
Para quien no los conozca, Duro es un trió proveniente de Cabezón de la Sal que practican lo que ellos llaman Rock a secas y que llevan en activo desde el 2015, habiendo editado hasta el momento “Codicia” del 2017 y “Vive” del 2018, además del mencionado tercer disco, siendo la formación desde sus inicios la compuesta por Jon a la guitarra y la voz, Cucu al bajo y Chivi a la batería.
Pese a la actual situación, no han parado de hacernos llegar sus nuevas canciones primero en forma de videos, luego con aquella presentación en La Gándara, más tarde con su concierto online durante el XXIV Rebujas Rock y hoy, finalmente, para todo aquel que quisiese o pudiese ir a verlos.
Y para Oyambre que me fui, un lugar que no frecuento pese a su gran belleza, aventurándome por esas lejanas y solitarias carreteras, hasta llegar a la zona de la citada playa, tan desierta como oscura, y donde sólo se adivinaban las luces del Café Oyambre Beach, al cual accedí después de que me comentarán las normas a tener en cuenta.
Y así, tras ocupar mi localidad, fui haciendo tiempo mientras charlaba con alguno de los miembros del grupo y de los presentes, hasta que, pasados 40 minutos de la hora fijada, se subió el trió a la zona habilitada para la actuación, un aérea cubierto en el exterior del local, comenzando Jon a distorsionar su guitara y dando así inicio a la velada con “Contigo a solas”, de su ópera prima, viéndose a los músicos muy motivados y dándolo todo, para seguir, tras saludarnos, como en el citado trabajo con “Reorganización”, también un buen corte y que nos mostró a la banda sonando con bastante potencia.
Tras preguntarnos que tal estábamos, con positiva respuesta, siguieron desgranando piezas de su obra de hace 3 años con “¿Que será de ti?” y ese sonido seco y potente y que tan bien les queda, para adentrarse en un repaso a su segundo disco con “Vive”, uno de esos temas que se ha convertido en un clásico, siendo muy cantado por la gente, a la que pidieron que les acompañasen con sus voces y sus palmas.
No había tiempo que perder y siguieron desgranando el mencionado segundo trabajo, siendo el turno de la conocida “Tiempo perdido", muy bien acogida por los presentes, tras la que nos preguntaron qué tal estábamos, con positiva respuesta por parte de la concurrencia, para, tras brindar con todos nosotros, lanzarse a la contundente y directa “La escuela de la vida”, precisamente la que cerraba su referencia de hace dos años y que es un gran declaración de intenciones.
Duro
Nos avisaron de que a partir de este momento iban a repasar las canciones que están presentes en su actual disco, comenzando por “Tu Bombón”, muy pegadiza y con ese sonido guitarrero tan contagioso que tiene, para continuar con “Grita”, de la que acababan de estrenar esa misma semana su video clip y que es un temazo que desde ya se va a convertir en un clásico de sus conciertos.
Algo similar ocurre con el tema título, la genial “Pandemia”, o lo que es lo mismo la banda sonora de lo que hemos vivido en esta primavera por la dichosa enfermedad, y que puede ser de las mejores canciones que ha hecho el trío y eso ya es mucho decir, para, tras pedir unos chupitos, continuar con “El limbo”, con dedicatoria incluida, y que no hace sino reafirmar el gran trabajo que se han sacado de la manga.
Tras brindar con esos chupitos que les habían llevado, nos animaron a que cantásemos con ellos “Camino”, con esos coros que arropan la gran voz de Jon y que también les quedan, haciendo que la pieza sea un seguro para sus directos porque te quedas con ella a la primera escucha, avanzando ahora con otro gran corte como es “Querida humanidad”, con ese personal toque que tiene la banda y es que han conseguido un sonido muy propio que hace que sus canciones sean fácilmente reconocibles sin ser repetitivas.
Llegaba el turno de la última del actual disco y la única de la que aún no han publicado video, al menos a la hora de escribir esto, “Normal”, avisando de que después iban a hacer un parada, siendo un corte que con un sonido muy potente, con un muy buen sonido de la sección rítmica y una guitarra que echaba chispas, siendo un colofón genial a esta parte del concierto.
Como habían anunciado, hubo una pausa que se prolongó durante más o menos 30 minutos, algo excesivo bajo mi punto de vista ya que cortó un poco el rollo del concierto y que éste se enfriase algo, aunque cuando regresaron con “Arrepentido”, la banda lo hizo sonando igual de potentes que antes del mencionado parón, otra canción que estaba editada en su anterior referencia.
No dejaron el citado trabajo e interpretaron un par de ellas más, comenzando con “A fuego lento”, unida a la anterior y que nos hizo movernos en nuestros sitios con ese ritmo machacón, para, tras reconocer que se habían quedado algo fríos y vacilar sobre que estaban desentrenados, continuar con “Nuestra heroína”, que no va de superhéroes sino que tiene más que ver con los años 80, muy rápida y con un cañero final.
Duro
Nos invitaron a levantar nuestras bebidas para brindar con ellos y es que llegaba el turno de “La arrancadera”, una de las más celebradas de su repertorio y que, como el resto de las que iban a sonar hasta el final, estaba presente en su disco debut, durante la que Chivi desmontó parte de la batería para que un joven seguidor de la banda, que estaba en mitad de la sala, pudiera tocar dicho instrumento con él, siendo uno de los momentos más especiales de la noche, tras la que nos preguntaron si queríamos alguna más, con afirmativa respuesta, e, improvisando sobre el repertorio, interpretar “Sentirse bien”, un tema para bailar, como nos anticiparon, y muy pegadizo.
Siguieron preguntándonos si queríamos que tocasen alguna más, siempre con positiva respuesta, y fue el momento de “Vagamundo”, la que abría su primer trabajo y que tampoco figuraba en su setlist pese a ser una de las más conocidas de dicha plástico, para, tras agradecer nuestra presencia y al local por el trato recibido, dejarnos con ese himno del grupo que se llama “Necesidad”, concluyendo de manera explosiva su velada.
Y así, tras más de dos horas, parón incluido, terminaba esta actuación de unos Duro que demostraron estar en un gran estado de forma, y cuyo crecimiento como banda se puede ir observando en cada concierto que van dando y en cada nueva composición, ya que cada nuevo disco supera al anterior.
Fue una actuación que comenzaron realmente enchufados y muy metidos en el concierto, para, tras el parón, vérseles sin ese ritmo inicial, aunque, como contrapunto, se les vio más distendidos y disfrutando aún más del mismo, con mucha complicidad con los presentes, casi todos conocidos de la banda.
A nivel personal, hubiera preferido que el concierto hubiera sido del tirón, porque de alguna manera parece que se pierde esa chispa inicial con el parón, pero, como todo, es cuestión de gustos; lo que es indudable es que todos, incluidos los músicos, disfrutamos con su actuación.
Y así, ya cerca de la medianoche, abandoné ese coqueto local y ese bello paraje entre la oscuridad, tras haber disfrutado de un gran concierto de rock a secas por parte de unos Duro que han editado un disco, este “Pandemia” que hoy tocaron en su integridad, que va a hacerlos crecer mucho como grupo a tenor de la calidad de sus composiciones y a la calidad de actuaciones como la de esta noche.
09/10/2020 
Txutxy Cano 
Txutxy Cano
El Café Oyambre Beach, Oyambre, Cantabria
