Seguimos avanzando en este año 2021 en el que, después de unos meses de oscuridad y pocas mejoras contra esta pandemia que nos tiene ya cansados y descolocados, parece que ahora las cosas van poco a poco volviendo a una cierta normalidad, algo que todos deseamos sea pronto y de manera irrevocable.
Una de las cosas en las que se van notando estos avances es en la actividad musical en donde hemos pasado de estar semanas o meses sin poder ir a ningún evento a tener varios al mes, todavía muy lejos de los 8 mensuales de media a los que asistía antes de todo esto pero algo es algo.
Para esta ocasión me desplazaba a Santander, más concretamente al Café de las Artes Teatro, lugar al que iba a acudir por primera vez y lo hacía también estrenándome con el dúo La Mala Hierba, compuesto por Gema Martínez a la voz y Nicolas Rodríguez a la guitarra, ambos de los Spanish Peasant, y que presentaban en directo su disco-libro de igual nombre que la banda, publicado en junio del pasado año.
La historia de esta aventura se remonta al 2016 y han ido dando pasos pequeños pero firmes para ser, como se autodenominan, un proyecto de encuentro y difusión del pensamiento feminista a lo largo de la historia, algo más que necesario en esta sociedad en la que vivimos con todavía muchas cargas de épocas pasadas.
Musicalmente y como la propia estructura de la formación lo dispone, se trata de una propuesta tranquila y agradable pero con fuerza, tanto en la música y en la voz como en ese mensaje que nos quieren dejar, y que cala hondo en cualquiera que les preste atención y profundice en sus contenidos.
Con estas premisas y con ganas de que la música del dúo calará en los más profundo de mis sentimientos y pensamientos, me acerqué al referido recinto, siendo de los primeros en acceder y en hacerme con el disco que nos presentaban, descubriendo un coqueto local, con el escenario en el suelo con sus alfombras y decoración Vintage, estando ubicado el público en unas bellas gradas de madera.
La Mala Hierba
Con solo diez minutos pasados de la hora fijada comenzó la actuación, saliendo los dos protagonista entre muchos aplausos y vacilando sobre su estado de nervios, siendo la primera en sonar la maravillosa “La mala hierba”, una canción muy intensa y con un fuerte mensaje, la cual fue, como todas las que sonaron esta noche, escuchada con mucho respeto y concentración por parte de los presentes.
Sin pausa alguna era el momento de la que abre su obra, “Destape”, con ese sonido intenso de guitarra y la gran voz de Gema, tras la que se mostraron encantados de estar aquí para reencontrarse con nosotros y explicarnos el proceso del disco, continuando con una canción que está dedicada a María Blanchard, llamada “María”, tocada casi a oscuras, sonando muy entrañable y sentida gracias a esa voz que se nos metía por los poros y a esa guitarra tan bien puesta.
Después de agradecer a Maribel Fernández Garrido que tocó el acordeón en la anterior canción y que estaba allí presente, continuaron el repaso al disco que estaban presentando con “Tierra”, dejándonos llevar por ese intimísimo de la música y de la voz, siendo una pieza que ganó fuerza e intensidad en la segunda parte de la misma.
Llegaba ahora una triada de canciones que en su momento escribió o recuperó Federico García Lorca y que ellos han incluido en su trabajo porque la idea del proyecto es recordar a la gente que aportó algo para visibilizar a los más desfavorecidos y a las minorías, comenzando con la “Nana del caballo grande”, muy relajada y tranquila y con un bonito inicio de la mima a cargo de Nicolas, siendo unida por la distorsión de la guitarra con “Los 4 muleros” y ese punto picaron que tiene, concluyendo este repaso con la muy conocida “La Tarara” con un crecimiento en intensidad a medida que el tema avanzaba.
Era tal el ambiente que se había creado que casi no se veían flashes de cámaras ni se oía a la gente hablar e incluso a la persona que estaba a mi lado le debió molestar que estaría escribiendo notas en el móvil para esta reseña porque, tras hacérmelo saber, decidió cambiarse de sitio; debió pensar que estaba chateando o algo parecido…
Nos fueron presentando algunas composiciones no incluidas en el disco que estaban presentando esta noche como ese “Romance de la trenza”, una muy bella y tranquila pieza que fue seguida por “Venganza”, ésta si recogida en el disco y para la que contaron con la colaboración en directo de Dani Simons al contrabajo y es que, como Gema nos anunció, nuestra venganza es ser felices, dándole a la velada un tono más positivo.
La Mala Hierba
Aún con el contrabajista en el escenario se lanzaron a hacer un nuevo homenaje, en este caso a Chavela Vargas con la “Macorina”, otro de los cortes que están recogidos en su trabajo y que funciona muy bien en directo, pasando, ya en formato dúo, a interpretar una nueva llamada provisionalmente “Nana”, inspirada en una situación de este verano que emocionó a Gema al recodarla y que quisieron dedicar a Paula, Marc y su familia, inspiradoras de la misma, resultando una canción muy bonita y entrañable.
Siguiendo con ese entorno casi familiar que envolvía al evento, quisieron dedicar la siguiente canción, “Negra sombra”, a la responsable del management de la banda y que el día anterior había cumplido años, tocada con mucho sentimiento y con esa cruda guitarra, antes de interpretar una nueva versión, en este caso el “Rambalín” de Rodrigo Cuevas, para la cual nos quisieron poner en antecedentes de la historia del protagonista de la misma, tocada con mucha delicadeza y creando un ambiente aún más cercano que el vivido hasta el momento.
Vuelta a su ópera prima, era el momento de la más guitarrera “La renacida”, trasmitiendo positividad y alegría, y es que siempre hay que tirar para adelante, continuando, de nuevo con la colaboración de Dani Simons al contrabajo, con otro nuevo tema, “Que me quiten lo bailao”, y que es la historia de una de las amigas de la vocalista aunque habla de muchas mujeres, muy animado e incluso bailable en cierto momentos.
Desde hacia semana venían anunciando en sus redes una sorpresa para esta noche y esta llegó en forma de audio con grabaciones algunos de sus seguidores y amigos expresando que es lo que más anhelan que pase como “Agua de mayo”, escuchado de nuevo con mucha atención por la concurrencia, despidiéndose de todos los presentes con “Amor de trucha a trucho”, aun con el contrabajo, y que es un nuevo corte con un aire pegadizo y coreable, tras el que nos dieron las gracias y nos mandaron abrazos.
La Mala Hierba
Pero la gente no paraba de aplaudir y de solicitar que tocaron otra más y, aunque su repertorio estaba finiquitado y se mostraron dubitativos, al final se animaron con “No hay tanto pan” de Silvia Pérez Cruz, que, pese a anunciarnos que no estaban seguros de si se acordarían de interpretarla, les quedó muy bien.
Y así, tras casi hora y media de actuación, concluía este gran concierto de La Mala Hierba en un ambiente muy íntimo y donde la magia de las canciones creció aun más en este local, tan propicio para este tipo de música y ese mensaje que querían trasmitir, creándose una perfecta comunión entre los artistas y los asistentes.
El concierto fue muy ameno y se pasó como un suspiro, sabiendo combinar esos temas propios, con versiones y nuevas composiciones, siempre magistralmente cantados por Gema, con esas variaciones de registros en función de lo que requería cada pieza, sin olvidar la magnifica interpretación de un Nicolas que demostró ser un grandísimo guitarrista ya que en esos sonidos tan desnudos es cuando realmente se aprecia la calidad del artista.
¡Un experiencia realmente muy recomendable y para degustar con máxima atención!
Y así, nada más acabar el concierto, me fui de este bonito local, muy contento por la experiencia vivida y por haber disfrutado de uno de esos eventos que difícilmente se pueden saborear mejor que en ese entorno y con esa música que, como decía al principio, se introdujo muy dentro de mí gracias a los sentimientos y la pasión expresados por este dúo llamado La Mala Hierba.