La relativa normalidad que se va consiguiendo poco a poco, con el coronavirus aun presente pero con la gente ya vacunada y los efectos del virus menguando aunque siga estando ahí, nos va permitiendo recuperar paulatinamente aquellos hábitos que teníamos antes de la pandemia y que, por ejemplo, acudir a un concierto un fin de semana o a dos no sea algo raro.
Este primer fin de semana de junio teníamos donde escoger tanto para el viernes como para el sábado pero yo tenía muy claros mis panes para ambos días, regresando en la jornada de viernes al Pabellón Multiusos Sergio García donde seguían celebrándose esas jornadas que ha organizado la Asociación Cultural Octubre y en las que ya estuve la semana anterior.
Uno de los conciertos más esperados de estas jornadas, al menos para mí, era el de Juantxo Skalari en versión acústica en una formación más reducida y compuesta por el propio Juantxo a la guitarra acústica y voz, Rati al contrabajo, Claudia García-Albea al violín y Ramonet a la percusión.
He de confesar que no tenía muy seguida la amplia trayectoria del cantante navarro porque es uno de esos artistas que mi circulo cercano no se seguía pero tenía muchas ganas de verlo en directo aunque fuese en este formato más tranquilo, ya que lo bueno hubiese sido verlo de pie y bailando, pero las circunstancias mandan.
Para quien no lo sepa, Juantxo fue fundador de los míticos Skalariak, banda con una trayectoria de 1994 al 2007, para, tras la disolución de ésta, fundar The Kluba al año siguiente y unos años después Juantxo Skalari & La Rude Band con la que sigue trabajando y ha publicado este año pasado un disco llamado “Roots Market”.
Juantxo Skalari
Mientras esperábamos la presencia del cuarteto, el dúo Nino & Balihas fue amenizando la espera poniendo una música muy acorde al evento que íbamos a disfrutar, a la vez que la gente iba tomando algo y luego poco a poco iba accediendo al interior y cogiendo asiento.
Y poco después de la hora fijada y con una buena presencia de público, aunque no la que nos hubiera gustado, y tras las recomendaciones para el evento por megafonía, comenzó la actuación de Juantxo Skalari con una intro que sirvió para que los músicos fueran subiendo al escenario, anunciándonos que era su primera vez en Torrelavega y agradeciendo a la gente de Octubre que hubiese contado con ellos, recordando que hoy venían con un formato especial, antes de desgranarnos, como haría durante toda la velada con el resto de los cortes, de donde venía el primer tema en sonar “Contigo estaré bien”, de su primer disco como Juantxo Skalari & La Rude Band, “Rude Station” del 2014 y que comienza de manera tranquila ganando intensidad a medida que avanza pero sin perder ese aire sosegado.
Pero es indudable que allí la mayoría de los asistentes habían acudido por su banda inicial, Skalariak, un auténtico referente en la música ska estatal, y que tenía piezas como ese “Ruido”, muy cantada y con la gente dando palmas, perteneciente al tercer álbum de aquella aventura, “En la kalle” del 2001, para recordarnos el contenido social de sus letras, sobre todo y de manera más directa en sus primeros trabajos como aquel “Skalariak” del 1997 y que contenía corte incendiaros como aquel aclamado “Fuego de revolución”, con el violín dando un toque especial y los presentes cantando con muchas ganas.
Nos reconoció que, aunque el castellano es su lengua base, tienen temas en otros idiomas y abogaron por salvar las lenguas más pequeñas como el euskera en el que nos interpretaron “Emakume askea...lur askea”, presente en su obra del 2001, con ese comienzo lento para luego parar e intensificarlo, mientras la violinista iba ganándose a la gente con su habilidad y permanente sonrisa.
Juantxo Skalari
Llegaba el momento de recordar aquel proyecto que creó al acabar Skalariak llamado The Kluba y que buscaba combinar Ska y Rockabilly, comenzando ese repaso por el tema “Amor, odio y ruido”, que dio nombre a su segundo y último trabajo hasta la fecha, uno de los más destacados de aquella aventura, y con la gente muy metida en el concierto, para luego recuperar el primer disco de aquella aventura, llamado igual que la banda, The Kluba, y editado en el 2009, en donde aparecía “Pudo hacerlo”, con el violín siendo el protagonista en el inicio, mientras los presentes, que se conocían todas las canciones, no paraban de arropar con sus voces.
Siguió contándonos aquellas recuerdos como aquellas experiencias por Latinoamérica que sirvieron de inspiración para “Oligarquía”, presente en el tercer disco de Skalariak, con la gente coreando, el contrabajo tomando protagonismo y ese aire muy bailable que tiene la pieza, para seguir desgranando esas aventuras que narra en su libro “JSK. Memorias de Kalle y Tren”, con la bella “Partisana” de aquel “Rudi Records” de hace 3 años, y que recuerda la labor anónima de muchas mujeres, incluidas las de su familia, siendo interpretada sólo por Juantxo y Claudia, convirtiéndose en un momento muy sentido y emotivo y que fue despedido con muchos aplausos.
Recuperado el formato de cuarteto que hoy presentaban, era el turno de mostrarnos alguno de los cortes de su más reciente trabajo “Roots Market”, del pasado 2020, y en el que recogen un tema que describe a la hija de Juantxo, como él mismo dijo, “3 veces rebelde”, dándole un toque más íntimo pero sin perder la intensidad que tiene el mismo, para volver al legado de Skalariak con ese viaje en scooter que nos propone “La makina ska”, nuevamente de aquel “En la Kalle”, muy coreada desde el inicio y es que es una pieza muy animada y bailable y que ,en condiciones normales, sería de las de cantar y botar a su compas.
Nos anunciaron que era el momento de empezar a despedirse y que mejor manera de hacerlo que con “Despídeme”, de aquel “Radio ghetto” del 2003, muy animada, con la gente disfrutando a tope y dando palmas, para regresar a la actualidad con ese temazo que es “Siglo XXI”, que fue el adelanto de su último trabajo, muy celebrado y cantado y que es ya un clásico de la banda pese a ser tan reciente.
Juantxo Skalari
Enfilando la recta final del concierto era el turno de recordar a su primera banda con “Skalari Rude Klub (SRK)”, otra de su trabajo de hace 20 años y que quisieron dedicar merecidamente a la Asociación Cultural Octubre, resultando muy movida y con la gente agitándose en sus sillas, dejándonos un final híper acelerado que fue ampliamente ovacionado, antes de invitarnos a viajar con ellos a una taberna irlandesa en “Corazón rebelde”, de aquel “Luz rebelde” del 2005, con ese inicio de violin tan entrañable y que resultó muy coreable, siendo muy muy aplaudida por todo los presentes.
Y llegaba el momento de la despedida, no sin antes recordar a toda la gente que ya no está entre nosotros y aquellos que hubieran querido estar y no han podido, dejándonos con su “Rudi not dead”, publicado en el anterior trabajo de Juantxo Skalari & La Rude Band, siendo un corte muy celebrado y que acabó con los músicos saludando a todos los presentes mientras sonaba el outro y con la gente puesta en pie aplaudiendo con ganas a la banda.
Y así, después de más o menos una hora y cuarto, acababa el concierto de Juantxo Skalari en este formato acústico que, ciertamente, me encantó, dejándome un concierto muy muy por encima de mis expectativas y donde disfrutamos de un amplio repaso a su dilatada trayectoria, con una gran selección de temas.
Lo cierto es que la banda me ganó casi desde el primer minuto por su gran ejecución de los temas, que han sabido transportar a este nuevo formato más reducido sin que las canciones pierdan e incluso, en algunas, dándolas un perspectiva mejor que la original, dejando como resultado una genial y amena actuación.
Juantxo se ha sabido rodear de grandes músicos, con algunas interpretaciones realmente grandes, unido a las amplias tablas del cantante que supo mantenernos conectados al concierto con su música y con todas esas aventuras que nos fue contando de su enorme experiencia en esto de la música.
¡Muy grandes y seguro volveré a verlos en cuanto sea posible!
Y así, poco antes de las 22.30, abandonaba el Pabellón Multiusos “El Niño” Sergio García, contento tras el gran concierto vivido, aunque un poco contrariado porque no se llegase a llenar, pero bueno, ellos se lo pierden y los que allí estuvimos lo disfrutamos de lo lindo.
Agradecer a la gente de la Asociación Cultural Octubre todo el esfuerzo puesto para poder sacar adelante estas iniciativas, y que, como allí mismo me dijeron, van a seguir dando batalla, mostrándose encantados y muy ilusionados por la respuesta a estas jornadas y al crowdfunding que recientemente había terminado.