Después del buen sabor de boca que nos había dejado la jornada del día anterior, me adentraba en la segunda sesión de la programación de “La cultura como base del pensamiento crítico” que ha organizado la Asamblea Ciudadana Por Torrelavega (A.C.P.T.) con dudas sobre la respuesta de la gente, en una tarde realmente veraniega y con cierta curiosidad por las bandas que iban a integrar el cartel.
Respecto a lo primero, cuando llegué a la Plaza de La Llama aún no había mucha afluencia, aunque a medida que fue acercándose la hora del comienzo la asistencia de gente fue creciendo hasta tener un aspecto similar al del día anterior.
Mi curiosidad en relación a los grupos era más que nada porque nunca había visto en directo a Sex Museum, y mira que llevan años y han tocado veces en Cantabria pero hay ocasiones en que las cosas no cuadran, y a Dr. Farfisa solo los había visto una vez y ya hacia un par de años, por lo que tampoco tenía muy claro lo que iba a encontrarme aunque, dada la calidad de los grupos, era bastante optimista.
Ambiente
Y como en la jornada anterior todo fue con mucha puntualidad y a la hora fijada, con las instrucciones dadas por megafonía para el normal desarrollo de la velada, teníamos sobre las tablas a la gente de Dr. Farfisa, es decir Pepe Terán a los teclados, Javier Vega a la guitarra y Eduardo Morante a la batería, con la presentación por parte del primero y los agradecimientos a la A.C.P.T. por contar con ellos, comenzando con la tranquila “Consecuencias”, aunque luego la pieza se iba intensificando.
Más movida y animada fue “Infracción de tráfico” con una importante presencia del teclado, parte esencial en la música de la banda, para llevarnos a algo tan traumático o como es un “Cambio de domicilio”, con un inicio lento aunque el tema va paulatinamente creciendo.
La banda estaba teniendo una buena acogida entre los presentes, algo que pudimos contemplar en “Vals maldito”, el primero de los cortes que tocaron de su disco “Gente solitaria” de hace 2 años, con mucha fuerza y ese aire psicodélico que tan bien queda, para seguir el repaso con “Muerte súbita”, cogiendo mucha intensidad a medida que avanzaba y con un cierto tono grandilocuente gracias a labor de los teclados.
Una de las primeras canciones que hicieron cuando pusieron en marcha esta aventura fue “Laika death song”, con una mensaje dado desde el escenario de que hay que tener más compasión por los animales, siendo un tema muy elegante y bien tocado y que fue de los que más me gustó, para continuar con el corte que da nombre a su trabajo, “Gente solitaria”, y que habla sobre ellos mismos, con una buena ejecución musical y demostrando la gran clase que tienen.
Seguimos con la temática de la muerte presente en “Muerte de un ser querido”, con un sonido más triste y oscuro pero con partes contundentes a medida que iba creciendo la canción, tras la que nos recordaron donde comprar el disco si nos gustaba lo que estábamos escuchando, pasando a interpretar “Drug dealer”, muy dinámica y animada.
Dr. Farfisa
La siguiente pieza tuvo mucha fuerza y contundencia pese a ser bastante breve, para continuar con “Gysy”, con ese aire a los años 60 pero con mucha garra y contundencia, contrastando con la anterior al ser más extensa, rica en matices y con una consistente batería.
Nos anunciaron que su actuación iba llegando a su fin con “Parricidio”que se hizo para un corto en que, como su título indica, un hijo mataba a su padre, siendo muy animada, con aire casi bailable y con muchos contrastes de sonido, antes de despedirse definitivamente, no sin antes agradecernos el haber venido y a la A.C.P.T. el haber contado con ellos, dejándonos con esa versión del “Autumn sweater” de Yo La Tengo, con un comienzo tranquilo pero que fue ganando intensidad a medida que crecía la canción.
Y así, tras poco más o menos una hora de actuación y con buena parte de la concurrencia aplaudiendo con ganas, acababa la actuación de unos Dr. Farfisa que dieron un gran concierto con esa música tan elegante y con mucha clase que practican y que hizo que la velada se pasase en un suspiro.
Pese a que su música quizás case más escucharla en un pub por el tipo de sonido más intimo que practican, lo cierto es que el tocar ante una asistencia tan elevada fue una buena prueba para la banda y así llegar a oídos que quizás, en otras circunstancias, no los hubieran escuchados.
Las estrictas medidas, aún más rígidas que el día anterior, nos impedían movernos de nuestro sitio entre grupo y grupo por lo que nos quedamos allí charlando con la gente cercana, antes de que Juanma Pinto volviera a leer ese comunicado de la plataforma “En Torrelavega no se toca” leído con más energía y rabia si cabe que el día anterior.
Y llegaba el esperado momento de ver en directo a los míticos Sex Museum, formados en 1985 en Madrid y con una dilatada discografía, estando el grupo integrado por Miguel Pardo a la voz, su hermano Fernando Pardo a la guitarra y voz, Marta Ruiz a los teclados, Javi Vacas al bajo y Roberto Loza a la batería, subiendo todos menos el vocalista principal mientras sonaba una intro, comenzando por tocar ese instrumental llamado “Dopamina” de su último trabajo hasta el momento “Musseexum” de hace 3 años, que empieza lenta y pesada, para luego tener un sonido más potente e a medida que el corte avanzaba.
Ya con la presencia de Miguel sobre las tablas interpretaron la cañera “Breaking the robot”, también de su último lanzamiento, con ese cierto aire oscuro que tiene la pieza en algunas partes, tras el que nos reconocieron que éste era su hábitat natural, en un concierto, con comentarios entretenidos durante los intermedios entre tema y tema, para retrotraerse a sus orígenes con la mítica y siempre esperada “Two sisters” que abría su disco de 1991 “Nature´s way”, con ese ritmo pegadizo que se te engancha a la primera.
Vacilando sobre si la guitarra estaba desentrenada o no se lanzaron con esa genial mezcla entre los clásicos de Deep Purple y Beastie Boys llamada “Smoke on the Party (Fight for your Right)”, un recuerdo de cuando tocaban en festivales, tenían poco tiempo y unían canciones, siendo muy muy celebrada y con la gente entregada de principio a fin pese a estar sentados: lo que hubiera podido ser aquello si hubiéramos podido estar de pies.
De vuelta al disco de hace 3 años era el turno de “Soldier doll”, muy intensa con momentos cañeros y una gran presencia del teclado, esencial en el estilo de la banda, siendo precisamente éste el que dio entrada a “Microdosis”, también de su más reciente obra, con fallo que obligó a reiniciar el corte, con un sonido contundente e intenso y jugando con esos aires psicodélicos, haciéndonos cabecear a su ritmo.
Una vez más fue el teclado el que dio entrada a “Red ones”, de su disco de hace 20 años “Speed Kings”, muy pegadizo pero con mucha intensidad, confesándonos que esto del rock and roll era pura terapia, antes de que el sonido de organillo nos introdujese en “Lucky man”, un nuevo corte de su “Musseexum”, con un ritmo muy pegadizo pero con fuerza y potencia.
Sex Museum
Nunca hay que ocultar cuales son aquellos artistas que te gustan y ellos se declararon seguidores de Parálisis Permanente de los que grabaron una versión que cerraba su disco “United” del 2006, concretamente “Unidos”, que fue muy celebrada, con la gente dándolo todo, para volver a su obra del 2018 con ese ritmo más rockero que lleva “Shine”, demostrando que tienen mucha confianza en dicho trabajo, algo que es lógico habida cuenta la calidad de las canciones que le componen.
De vuelta a su disco “United” era el momento de la accesible “I enjoy the forbiden”, más tranquila y con la voz en primer plano, pero sin perder la intensidad que tiene la banda, para que fuese el sonido de batería el que nos metiese de lleno en “Horizons”, siguiendo el recorrido por su actual trabajo, con este corte de rock potente en su máxima expresión.
No paraban de buscar complicidad con los presentes, algo que hacía que el concierto fuera ágil y que las afinaciones y demás fueras llevaderas, siendo la siguiente pieza que interpretaron “Breakout”, una canción del disco que venían presentando con un cierto aire siniestro pero manteniendo ese sonido potente, para continuar con “We can move” de aquel “Sonic” del 2000 que supuso la vuelta de la banda tras cuatro años de parón, con diversos efectos de guitarra en su inicio, para después seguir con un estilo fuerte y potente y un cierto aire misterioso.
Sin pausa alguna siguieron con “Wassa Massa”, la canción inédita de aquel disco recopilatorio llamado “Fifteen hits that never were” del 2008, con un sonido realmente cañero y duro, con cambios de intensidad y que fue de las que más me gustó esta noche, para que fuera la batería la que diese entrada a “Riots”, otra de su último larga duración, con la guitarra a toda velocidad y convirtiendo aquello en una auténtica locura.
Sex Museum
Aunque abandonaron el escenario, tanto el público como el grupo queríamos más y allí estaban de vuelta para complacernos, comenzando con su versión del “Have Love will travel” de The Sonics, una canción que registraron en un Ep de la banda de igual nombre que la pieza y que editaron el pasado año, muy intensa y pegadiza y con ese sonido clásico que nunca falla, para continuar, tras avisarnos de que encaraban la recta final de su actuación, con esta adaptación, en este caso del “Walking on the Grave” de una de sus bandas favoritas, los Dead Moon, también presente en su último larga duración, muy pegadiza e hipnótica, con Miguel bajando del escenario y situándose encima de los altavoces.
Y sin darnos tregua, continuaron con “Flying high”, de su trabajo del 2000, con ese juego entre guitarra y teclados inicial, muy intensa y Fernando saliéndose, dejándonos un final muy explosivo, como si hubiera pasado un huracán por la plaza, con mucha gente puesta en pie y aplaudiendo a rabiar.
De esta manera, tras algo más de una hora y media, concluía esta actuación de los Sex Museum que me hicieron reprocharme donde coño he estado yo estas últimas 3 décadas y media para no haber prestado la atención que merece a semejante bandaza y no haber disfrutado hasta ese día de su música en directo ya que, realmente, me conquistaron desde el primer minuto.
Son una banda con mucho carisma sobre las tablas y eso quedó patente desde que se subieron a las misma con la gente que los había visto en más ocasiones totalmente entregada y los que no lo habíamos hecho con cara de estar alucinado; y eso que el concierto era sentado que si llega a poder estarse de pie….
Personalmente la banda me enganchó para siempre y desde luego que iré a verlos en cuanto sea posible.
Y así, tras despedirme de algunos de los presentes, me marché de la Plaza de la Llama donde la gente de A.C.P.T. volvieron a reivindicar la cultura de base, combinando actuaciones de bandas locales como Dr. Farfisa y A La Deriva, con otras más consagradas como O’Funk’illo y Sex Museum.
Si la jornada la comenzaba con alguna duda sobre lo que me iba a encontrar, me iba de allí con la sensación de reafirmarme en la gran calidad de los Dr. Farfisa y asegurando que Sex Museum son una banda que hay que ver en directo siempre que sea posible.
¡Gracias a la A.C.P.T. por hacer estas dos jornadas posibles!