La verdad es que sin darnos cuenta nos vamos comiendo este 2021 y lo vamos haciendo con los pies en el suelo ante la situación que nos está tocando vivir pero con relativo optimismo porque parece que las cosas empiezan a mejorar, con buena parte de la población vacunada y bajando la incidencia de manera importante.
Esto nos hace poder retomar algunas rutinas como la de ir todos los viernes y sábados de conciertos, con la única salvedad de que aún no hay muchos locales que programen música en vivo, bien por miedo, porque no les sale rentable o, en el peor de los casos, porque han bajado la persiana definitivamente.
Contra viento y marea y desde nada más y nada menos 1987, existe en Santander un local, el Rock Beer The New, que sigue programando actividades, siempre y cuando se lo han permitido, y ya desde hace unos meses, con un breve parón obligado, han retomado esta actividad con grupos locales, como bien pude ver en marzo con la actuación de los Ojo Pipa, pero no cerrándose a ello y esperando poder contar con bandas de otras regiones para que, siempre con las medidas recomendadas, actúen en sus paredes.
Esta noche lluviosa y casi invernal, si no fuese por la buena temperatura, visitaban el citado local Maxwell and Smarts, una banda cántabra que conocí hace unos años en un concierto bastante breve pero que me dejó con ganas de volver a verlos en directo con más tranquilidad y así conocerlos en profanidad y ésta iba a ser dicha ocasión.
A mi llegada aún no había mucha gente, apurando la salida del trabajo o los últimos tragos, pero cuando, media hora después de la hora fijada, el quinteto integrado por Agapito a la voz, armónica y teclados, Liuco y Sandra a las guitarras, José al bajo y Pedro a la batería, subieron al escenario, la sala contaba una buena presencia de público, aunque el mal tiempo mermó en parte la afluencia.
Maxwell and Smarts
Con Agapito como maestro de ceremonias y junto a Pedro los únicos que se quitaron la mascarilla, la banda se presentó antes de arrancar, mostrándose contentos por estar aquí y comenzando con “Todo sale mal”, con un sonido muy rockero y pegadizo, dándole a la pieza un aire muy movido y siendo de las que se quedan rápido, con ese tinte clásico, contando con un buen sonido de guitaras y una potente sección rítmica, mientras el vocalista buscaba la complicidad de la gente dando palmas.
Remarcando las ganas que tenían de estar aquí tras estos meses de parón obligado por la situación sanitaria, siguieron con “Jesus y adentro”, la frase que los pescadores santanderinos decían cuando tenía que enfrentarse al mar revuelto como el de aquella Galerna del Sábado de Gloria en 1878 que se llevó la vida de 132 cántabros y 190 vascos, siendo un corte en el que el bajo estaba en primer plano, a la vez que el tema iba cogiendo fuerza, con un sonido muy logrado y consiguiendo la complicidad de la gente, mientras ese sonido de los teclados nos introdujo en un final con mucha fuerza. Un auténtico temazo.
Con solo dos cortes ya me habían ganado y seguirían haciéndolo con “Cionín y Amparo”, las Thelma y Louise de Santander, con un sonido cañero y en la que el vocalista cantó con mucha fuerza, siendo una pieza muy movida, elaborada y con mucho ritmo.
Reconocieron que les gusta hacer versiones de grupos tanto nacionales como internacionales pero que ellos las adoptan a su estilo como hicieron con el genial “Rollin' stoned” de los norteamericanos Great White, cantada en castellano, con un ritmo constante y mucha profundidad en su sonido, sin olvidar ese amago de acabar y volver a empezar que tan bien les quedó.
Unida a la anterior se lanzaron con una versión del “Rock you like a hurricane” de los Scorpions, algo accidentada y que no les quedó muy allá por algún problema de coordinación que hizo que no estuvieran nada cómodos durante su ejecución, aunque, como se suele decir, son cosas del directo.
Maxwell and Smarts
Volviendo a los temas propios, que, personalmente, son los que más me gustaron, era el turno de “Ferraille”, con esos efectos de teclado iniciando el corte, teniendo un aire más progresivo y con muchos cambios de ritmo e intensidad, algo que me gustó mucho como su variedad y esa combinación de partes más cañera con otras donde el público daba palmas; más extensa que las precedentes pero muy conseguida.
Nos anunciaron que tras esta parte más sinfónica era el momento de relajarse con ese clásico que es “Maxi ha vuelto” de los murcianos M-Clan, dándole un toque personal y sonando más cañera y rockera, siendo muy bien recibida por los presentes.
La banda ha editado en el 2019 un disco llamado “Primus” que se abría con “Germen”, que fue el siguiente en sonar, vacile incluido, un gran tema, muy bien tocado y con un ritmo muy pegadizo, que nos dejó ciertos aires a esos sonidos rockeros más clásicos y que, personalmente, me gustó mucho.
Recordando que estaban en el templo del metal en Santander, llegaba el momento de tocar algo acorde con el recinto y en esta ocasión se lanzaron a interpretar el “Gone Shootin'” de los AC/DC, con la gente dando palmas y cantándole en castellano, con ese ritmo constante, pegadizo y bailable, mientras asistentes disfrutaban de dicha revisión.
Tras preguntarnos si estábamos a gusto, con afirmativa respuesta de los presentes, y exclamando que incluso hubiéramos bailado si se pudiera, llamaron a Alberto al violín, antiguo componente de la banda y que subió a echarles una mano, siendo el momento de las presentaciones que hicieron sobre una base musical constante pero con muchos matices y demostrando la calidad de sus intérpretes.
Maxwell and Smarts
Aunque hicieron amago de irse, tanto ellos, como la sala y por supuestos los presentes teníamos ganas de más y los seis se lanzaron a tocar otro corte que aparece en el referido disco, siendo en esta ocasión el momento de ponerse “Tenso”, muy potente y con un ritmo constante, con Agapito cantando con fuerza y garra, y con una buena presencia del violín que le dio un toque especial.
Y pesen a que ya no parecía que fueran a tocar más, se lanzaron a tocar un tema que no identifiqué, con un sonido clásico de rock and roll y siendo una pieza muy movida con la que, ahora sí, dieron por finiquitada su velada tras algo más de hora y cuarto sobre las tablas.
La verdad es que me gustó mucho la actuación de Maxwell & Smarts, reafirmando la impresión que me habían dado en aquella primera ocasión y ahora refrendada por una velada más extensa pero muy amena, debido a la calidad de ese rock clásico con cierto toques sinfónicos que practican.
Aunque siempre gusta escuchar clásicos del rock, me resultaron más interesantes sus propios temas ya que tienen un toque muy especial y se nota la elaboración que dichos cortes han tenido, con muchos contrastes de sonido y apreciándose que todo está situado con mimo por unos músicos que saben perfectamente lo que tienen entre manos.
Buena actuación de unos Maxwell & Smarts que, espero, vayan dándose a conocer más dentro de la escena cántabra porque calidad y argumentos para ello tienen y seguro que aún crecerán más a medida que vayan dando más conciertos.
Y así, tras acabar la actuación de Maxwell & Smarts y con el buen sabor del rato que había pasado, me marché de la Rock Beer The New tras despedirme de alguno de los presentes, ya que me esperaba media hora de viaje bajo una intensa lluvia pero mereció la pena haber venido a escuchar rock en directo una vez más.