Seguimos avanzando hacia esas rutinas que teníamos antes de la pandemia en la medida que podemos, retomando ciertas costumbres y quedando con gente con la que hacía tiempo que no estábamos y es que el camino sigue pese a pandemias, confinamientos y demás y, siempre dentro de lo razonable, hay que disfrutar, que la vida son dos días como hemos podido ver este ultimo año y medio.

Lógicamente una de las cosas que ya han vuelto son los conciertos, no tanto en salas, ya que cada vez quedan menos y las ponen muchas trabas, sino al aire libre, en terrazas de bares y demás, ahora que estamos en verano; veremos a ver como son las cosas cuando el tiempo vaya empeorando porque el panorama no es nada halagüeño, aunque estaría encantado de equivocarme.

Esta tarde de sábado y con el cielo amenazando lluvia que afortunadamente no cayó, me dirigí al Polígono Industrial de Guarnizo, más concretamente a la zona de los bares, ya que en su aparcamiento iban a actuar los chicos de Menos Lobos, una banda del municipio de El Astillero, al que pertenece esta localidad, y a los que he seguido desde sus inicios, siendo la última vez que los vi ya hace dos años y medio cuando presentaban su disco en directo.

Por tanto, estábamos ante el reencuentro con dicha banda y también, después de nueve meses sin vernos, nos volvíamos a juntar el jefe, Jorge Palacios, y el que escribe, por lo que la celebración era doble y muy esperada.

Era previsible que el concierto se pudiera retrasar ya que Pablo Rioz “Domper” estaba actuando con su otra banda, Martes, martes, en la localidad de Solares, pero, afortunadamente, la espera fue de apenas un cuarto de hora y a las 21.15 teníamos ya sobre las tablas al cuarteto que completan Pablo Gómez a la voz y guitarra, Nacho Giner al bajo y Eloy Campillo a la batería.

Comenzaron su actuación como lo hace su actual disco, “De cero a 100” del 2017, es decir con ese “Quiero más” y que sirvió de toma de contacto de la banda con el sonido y con el público, al cual dijeron, tras esta canción, que podía estar de pie y acercarse para notar su calor, pero siempre con control, así que, por primera vez en 16 meses, pudimos ver un concierto de pie, siguiendo su actuación con “Muérdeme”, otro gran tema recogido en su última y gran obra.

Con parte de la gente acercándose pero manteniendo las distancias, nos confesaron que hoy se despedían de este “De cero a 100” porque hay nuevo temas por ahí, pero hoy era día de recordar su ya amplia discografía como con ese “Directo al corazón” de aquel “Salvaje” del 2015, con un buen solo de guitarra de Domper y la banda pidiendo a los asistentes que diésemos palmas, para, tras solicitar que nos animásemos y nos acercáramos, regresar a ese “ De cero a 100” con el corte que le daba nombre, ya un clásico y que gustó mucho.

Siguiendo con el repaso al disco del que hoy se despedían era el momento de “Súbete al tren”, otro gran tema, muy movido y con toda la banda rodeando al batería en una parte  de la canción, buena muestra de esa complicidad que hay entre ellos, para retroceder a su trabajo del 2012, “La suerte está echada”, con el corte que le daba nombre y con la petición desde el escenario de que cantásemos éste que nos la sabíamos, notándose como el sonido iba mejorando.

Ya habían calentado motores, como ellos mismos nos dijeron, y pidieron que la siguiente canción, el “Alucinante” de los Platero y Tú, la cantase todo el mundo, incluso los que estaban sentados, un auténtico clásico y que siempre triunfa en directo, agradeciendo los aplausos recibidos y mostrándose encantados y con nerviosos por estar aquí después de tanto tiempo, animándonos a pasarlo bien y continuando con “Héroes”, otra de ese disco del 2017 y que es un homenaje a Lemmy y a los rockeros que han sido influencia para muchos y que tan bien suena en directo.

Sin pausa alguna continuaron el recorrido por su última obra con “Tu cuerpo y el mío”, notándoselos cada vez más a gusto y sueltos, para, sin dejar dicho trabajo, arrancar con ese inicio suave que nos introduce en “El mañana (A mí me gusta)”, muy guapa y pegadiza y que nos hizo animarnos aún más.

Tras preguntarnos que tal lo estábamos pasando, con positiva respuesta de los presentes, era el momento de la genial “Llanero solitario”, el que fue video adelanto de este trabajo que publicaron hace 4 años y que es un clásico en su discografía, para pasar a una versión de la mítica “En blanco y negro” de los Barricada, muy celebrada por la gente pero con moderación, lejos del desfase que hubiera provocado antes del coronavirus.

Nos tomaron el pelo con que la siguiente canción, “Contra las cuerdas”, también de su último álbum, era aflamencada, siendo en realidad un corte muy guitarrero y dinámico, para seguir el repaso a su actual referencia con la genial “Mordaza” y es que nunca hay que perder de vista lo que pasa en la calle, quizás su tema más reivindicativo.

Anticiparon que habían aprovechado este tiempo para hacer un nuevo disco que presentaran cuando se pueda en condiciones normales, pero de momento iban a seguir con ese repaso a sus trabajos ya publicados como ese del 2012 que se iniciaba con “Frente a frente”, en donde se nota la evolución de la banda desde estos tiernos comienzos, para después anunciarnos que iban a ir acabando, no sin antes agradecer al ayuntamiento, a los técnicos y a los asistentes el hacer posible que ellos estuviesen allí, interpretando ese corte que cerraba su actual obra, “Huyendo del fin”, más machacón y cañero que los precedentes.

Aunque hicieron amago de irse nadie se creía que aquello fuera acabar aún y nos dijeron que si pedíamos otra, como así hicimos, tocaban alguna más como ese himno inmortal que es el “Flojos de pantalón” del maestro Rosendo, muy cantado, como era de esperar, por todos los presentes, para regresar a su Ep del 2015 con “Todo irá bien”, un rock and roll, como dice su estribillo, muy movido y animado.

Y sin pausa alguna nos pidieron que nos acercásemos porque llegaba nuestra canción, es decir “Caperucita” de su maqueta “Sin rumbo” del 2008, ayer fue, muy celebrada y con la banda pidiendo a la gente participar en el estribillo, como así hicimos, mascarilla mediante, y con la que concluyeron su actuación tras casi hora y media sobre el escenario, siendo despedidos con una fuerte ovación.

Menos Lobos dieron un muy buen concierto, además pudiéndolos disfrutar de pie, que es como de verdad se vive el rock and roll, muy animado y con la banda ganando confianza a medida que avanzaba la actuación, algo lógico debido a los muchos meses de inactividad que tiene casi todos los grupos debido a la pandemia.

Prácticamente no faltó ninguno de sus temas más populares y conocidos, algo que dejó a todos satisfechos, y es que eran  muchas las ganas de ver en directo al citado cuarteto y eso se pudo ver por la importante afluencia de gente entre los que había músicos de otras bandas amigas junto a curiosos que, a lo mejor, se encontraron con el concierto sin saberlo.

Lo importante es que Menos Lobos han podido regresar a los escenarios y lo han  hecho con esa cohesión tan característica en la banda, su buen directo y sus grandes clásicos; ahora sólo nos queda esperar a que llegue el momento de la presentación de ese nuevo disco que está a punto de salir del horno.

¡Bienvenidos de nuevo!

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