Siempre me agrada que se dediquen esos espacios infrautilizados que tenemos en casi cada municipio de nuestra comunidad autónoma para conciertos de pop, rock o cualquier otro estilo de música, como pueden ser teatros, centros culturales o recintos similares; además, con esta pandemia que nos ha tocado padecer, son sitios ideales para dichos actos ya que son amplios y permiten estar sentados tal y como se aconseja.

En Torrelavega hay muchos sitios a los que se les podía sacar más provecho pero uno de los más emblemáticos es el Teatro Municipal Concha Espina, en pleno centro de la ciudad y en donde el pasado año ya pudimos asistir a algunos conciertos, para luego caer, desgraciadamente, sin más usos similares que yo tenga constancia, al margen de la programación institucional.

Esta tarde noche de viernes dicho local volvía a acoger un concierto de rock de una banda de la misma ciudad y que lleva su nombre a todos los rincones del estado como son Cuatro de Copas, un grupo que ya se acerca al cuarto de siglo de trayectoria y que venía a presentar su más reciente trabajo “A fuego”, publicado a finales del pasado año y del que nos hablaron en esta entrevista que tuvimos con ellos.

La banda ha sufrido algunos cambios como la entrada de Nancy de The Old Trastes a la voz y de Sergio Leñero, antiguo miembro de los Estirpe de Torrelavega, a la batería, junto a los ya habituales Javi Andrés y Mario Fernández a las guitarras y Miguel Revuelta al bajo, habiendo publicado, si mis cuentas no fallan, seis trabajos hasta la fecha.

Muchas han sido las veces que he visto a la banda en directo desde aquella primera vez acompañando a Los Suaves en el 2007 y en la Sala D´ Manu, hasta la última vez que fue en el Rebujas Rock del 2018 y nunca han fallado en directo, por lo que no tuve ninguna duda para hacerme con la entrada en cuanto me enteré de este evento.

Y para allá me fui con la seguridad de que iba a haber una buena afluencia de gente, ya que son muchos los seguidores con los que cuenta la banda y más en una ocasión tan especial, algo que pude ver nada más acercarme al recinto, en el momento justo en que abrían sus puertas, ofreciendo a la gente ese manjar tan típico de Torrelavega como son las polkas, accediendo al local una vez superadas todas las pruebas previas al acceso al mismo.

Ya en el interior, y mientras la gente iba entrando poco a poco hasta llenar las butacas del citado teatro, vi entre los presentes a algunos amigos y conocidos con los que pude charlar brevemente, mientras contemplaba la majestuosidad del escenario, con la portada del disco situado a ambos lados del mismo y en su parte superior.

Tras las indicaciones previas a cualquier evento que tiene lugar allí, comenzó una cuenta atrás en la que subió Sergio para hacerse cargo de la batería, mientras una intro iba sonando al mismo tiempo que accedían el resto de integrantes que, como el primero, fueron recibidos con fuertes aplausos, antes de iniciar ese repaso a su actual obra con “Complejo de tipejo”, con Nancy ganándose a la gente con su desparpajo desde el comienzo y soltándose esos nervios que pudieran tener.

Tras saludarnos brevemente, siguieron con esa crítica que es “Al mejor postor”, con los presentes animándose aún más, consiguiendo la banda que interactuasen y dejándonos con ese gran solo final a cargo de Javi, para continuar con otra del disco que venían a presentar y que tocarían en su totalidad como es “Entre mi espada y tu pared”, que fue enlazada con la guitarra de Mario, mientras buscaban insistentemente caldear aquello más y es que estábamos disfrutando aunque fuese allí sentados.

Después de ésta recibieron una fuertísima ovación y se mostraron encantados de estar aquí, para tocar el primer tema que no pertenece a este “A fuego”, siendo el momento de “7 Pecados” de aquel “El cuento se acabó” del 2015, uno de esos clásicos de su discografía que nunca pueden faltar, para regresar a su actual trabajo con “Tan sutil como un misil”, que muestras ese sonido más potente que tiene este disco, mientras la gente acompañaba a la música de la banda con palmas.

Llegaba el momento de los agradecimientos al ayuntamiento de Torrelavega por haberles permitido tocar esta noche allí, para seguir desgranándonos cortes de este nuevo álbum con “Al son de la luna”, muy celebrado y con la banda dándolo todo y mostrándose más relajados que en el inicio, tras el cual nos anunciaron que la siguiente era una balada y necesitaban unas sillas y es que llegaba el turno de “Juez y parte”, mientras la gente levantaba las manos para acompañar el ritmo de la música de esta bella pieza.

A esta altura de concierto la gente estaba ya muy metida en el mismo y es que se notaba que había ganas de rock y la temperatura iba a subir todavía más con esa canción de amor a su ciudad llamada “Torrelavega (Himno)”, muy coreada y celebrada, siendo, como su propio nombre indica, un verdadero himno en el que buscaron y consiguieron la colaboración de un público que se conocía todas los temas, como pudimos comprobar con ese clásico que es “¿Y ahora qué? (Bukkake)”, publicado en su actual trabajo pero que ya registraron en aquel “Sin mirar atrás” del 2008, muy esperado siempre y lanzando confeti en mitad del mismo.

La sorpresa de la noche llegó a continuación ya que, igual que en el disco que estaban presentando, para “Con ganas de morder” contaron  con la presencia de Fito Garmendia, guitarrista de Rulo y La Contrabanda, que aquí comparte voz con Nancy, siendo el invitado muy aclamado, haciendo una muy buena labor a la voz y dejando un momento único que fue seguido por ese clásico en que se ha convertido “Madre cerveza”, que apareció en su “El cuento se acabó” de hace 6 años, que nos dedicaron al no poder beber allí, aunque bromearon con que igual alguien había traído una petaca, con  la banda interactuando con la gente para que cantaran las estrofas de este muy celebrado tema.

Preguntándonos en todo momento que tal lo estábamos pasando, con siempre positiva respuesta, era el momento de regresar a su actual trabajo con la pieza que lo abre, es decir ese “Acompáñame”, muy pegadiza y celebrada, antes de recuperar algún tema de obras anteriores como ese “Avísame”, de su anterior “20 en el camino” del 2018, recordándonos el vocalista que hoy debutaba con la banda pero que ya tienen discos anteriores muy buenos como en el que estaba registrado el citado corte y que sirvió además para presentar a los integrantes del grupo que hicieron breves solo para demostrar su valía.

Insistieron en agradecernos el que hubiéramos venido a ver un concierto de rock en estas condiciones en las que se tiene que tocar, antes de lanzarse a hacer un homenaje a una de sus bandas más veneradas y con los que han tenido la surte de colaborar como son Marea de los que versionaron “La rueca”, antes de volver a recuperar otro tema del pasado del grupo como fue ese “Camino”, el cual abría su anterior plástico y que es de las que más me gustan de la historia de la formación.

Y como se suele decir, todo lo que empieza tiene que terminar y esto estaba llegando a su conclusión, y nos iban a interpretar un corte que prearon en plena pandemia y que es el único que faltaba de tocar de su actual disco, “Prefiero cantar”, muy logrado y en el que lanzaron confeti tras el primer estribillo, siendo otra buena muestra de ese estilo actual que la banda le ha dado a su sonido.

Tras saludar y retirarse brevemente, volvieron a incitarnos a que si pedíamos otra más igual la tocaban, como así hicimos, siendo la primera en sonar, por aclamación popular, “Torrelavega (Himno)”, sacando una bandera de la ciudad con el logo de la banda, mientras la gente se ponía en pie,  para volver a interpretar “Madre cerveza”, para la que subieron a un par de niños y pidieron que cantásemos de verdad con ellos, acabando Mario abajo del escenario y Nancy cantando entre el público.

Y así , tras casi 2 horas de actuación y con la banda saludando desde el escenario, terminaba la actuación de Cuatro de Copas, con la gente muy entregada, habiendo dado un concierto muy ameno y que se pasó muy rápido, buscando y consiguiendo siempre la participación de un público que tenía muchas ganas de divertirse.

Se notó la emoción y los nervios de una noche tan especian para la banda, sobre todo al principio, pero luego demostraron que tienen tablas para esto y para más, sacando el concierto adelante con mucha brillantez, dando lógica preferencia a su actual trabajo, que tocaron de manera íntegra, pero sin olvidar algunos de sus anteriores temas, lo cual quiere decir que dan  más importancia a esta nueva etapa, aunque no cierran la puerta a su ya extensa discografía.

Esperemos que este sea el primero de muchos otros conciertos de la banda y que dentro de muy poco se les pueda ver en unas circunstancias más acordes a lo que se supone que es una actuación de rock and roll, es decir, de pies y tomando algo mientras cantamos sus temas sin ninguna atadura, lo cual será bueno para todos; mientras tanto, nos queda el recuerdo de esta noche y el sonido de sus discos, especialmente de este “A fuego” que hoy fue presentado en vivo.

¡Una gran noche!

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Y así, me fui del Teatro Municipal Concha Espina donde el rock volvió a sonar, con los torrelaveguenses Cuatro de Copas dejándonos una actuación muy especial, la cual dejó a todos los asistentes contentos y que esperemos sirva para que, primero, la banda siga dando más conciertos, y, segundo, que este espacio continúe albergando música en directo. Será bueno para la cultura de la ciudad.