Tras la cancelación de su edición en 2020, el festival Ebrovisión volvía a celebrarse este 2021 en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro en un formato especial. Tres días de conciertos, del 3 al 5 de septiembre, en los que la música Indie-Rock y el Pop eran protagonistas.
El festival contó con dos espacios: el principal ubicado en el Muntifuncional de Bayas acogió los conciertos de viernes y sábado noche con la presencia de alrededor de 800 personas en cada una de las jornadas. Y el segundo, el la sala de conciertos la Fábrica de Tornillos en la que se celebraron los conciertos matutinos del sábado y la clausura que tuvo lugar el domingo.
El reconocido festival Ebrovisión ha demostrado este 2021 que sigue estando a la altura de los principales festivales de música independiente del país.
Esta era una edición especial, especial por ser esperada después de la cancelación del pasado año, y esperada ya que el evento celebra su veinte aniversario. Sin embargo, no será hasta el 2022 que celebre este merecido cumpleaños.
Tres días de conciertos, que a pesar de estar en una versión reducida respecto a formatos anteriores, han ofrecido una amplia gama de artistas. Desde los veteranos Sidonie hasta los menos conocidos La Trinidad, pasando por La M.O.D.A. o Corizonas.
La organización del festival ha sido impecable, de nuevo demostrando que la cultura es segura y que se puede hacer un festival sin poner en riesgo la salud de los asistentes. Además, como suele ser habitual, se estableció una zona de Foodtrucks, con diferentes opciones para todos los públicos, donde cada día se generaba un buen ambiente en el que tomar algo entre concierto y concierto. Junto a estos el "Punto Lila" que ofrecía información a los asistentes, y un Dj que amenizaba el ambiente al aire libre. Un ambiente sano y festivo que nos recordaba al ambiente festivalero de siempre.
Ambiente
Para romper el hielo, sobre las 20:30 horas, comenzaba la artista mirandesa Tina Pámpano, la que con su sensualidad y actitud arrancaba los primeros aplausos de un público entregado. Esta joven música cantó temas ya conocidos de sus anteriores EPs y regalo a los asistentes algunos avances de "Kamikaze", su próximo EP que verá la luz este otoño.
Acompañada de dos bailarinas, Mónica y Lidia, en algunos de sus temas como o "Lies", con la que inició su actuación, demostrando que no solo cantar es uno de sus dones. La voz de Tina Pámpano, demuestra su talento tanto en temas más raperos, como de R&B o Pop, nos hace pensar que esta joven promesa solo ha hecho que empezar y que vamos a oír mucho más de ella.
Destacaron canciones en las que el público coreaba las letras y acompañaba gustoso, como "Wine" o "Nigthshift". Combinando temas en castellano y temas en inglés, anunció que en su próximo EP responderá a muchos de los que le piden que cante más en su lengua materna. Temas sensuales y románticos que muestran una Tina apasionada, guerrera y con una gran capacidad de trasmitir con su voz y sus rimas. Algo que no deja indiferente a quién le escucha.
Como adelanto Tina Pámpano cantó "Agosto en invierno", una de las pistas que formará parte de su próximo EP junto a "Rayos de foco", que la artista local también incluyó en su amplio repertorio.
Tina Pámpano
Sidonie subió a un escenario que ansiaba volver a acogerlos. La banda catalana muy querida por el público de Ebrovisión no pisaba su tarima desde la primavera de 2017.
El concierto comenzaba a las 22.01 de la noche, con sonidos electrónicos que invitaban al público a adentrarse en el viaje que Sidonie había preparado para pasar una noche de teletransportacion.
Marc Ros, maleta en mano, entraba en el escenario junto con Jesús Senra, Axel Pi y sus tres colaboradores, Edu Martínez, Ramiro Nieto y Víctor Valiente. Actitud desde el primer momento, en el que bajo las luces y de espaldas, se colocaba la banda lista para descargar el equipaje de un amplio repertorio, después de más de 20 años sobre los escenarios.
Sidonie que está en una de sus mejores etapas como banda, presenta en esta gira su álbum "El regreso de Abba" junto con la novela homónima de Marc Ros, la cual según sus declaraciones es "una canción que se le fue de las manos". Toda esta creatividad y energía se vio claramente reflejada en la actuación de una noche que no dejó impasible a nadie.
Sidonie
A pesar de las limitaciones de movimiento, con las medidas de prevención del Covid, los brazos, pies y cabezas de los asistentes representaban los bailes más variopintos desde sus butacas.
Canciones como "Nuestro baile del viernes", "Fascinado", "Giralunas", "Maravilloso" o la nueva "Me llamo Abba" fueron disfrutadas por todos los asistentes. Un público variado que lleno la sala del complejo polideportivo Bayas de Miranda de Ebro.
Quedaran en el recuerdo momentos que nos regaló la banda como los solos de Ramiro en "Portlligat" o el cante a capela en "No sé dibujar un perro" de la banda al completo junto con el público.
En definitiva un concierto en el que todo el mundo disfrutó desde el primer al último segundo.