Un año más, la organización del Z Live Rock no ha podido quedarse quieta y se ha encargado de programar varias actividades culturales durante la primera semana de Septiembre, para acompañar y presentar el Z Lite Edition ‘21 en el Auditorio de la Plata, los eventos fueron:

-Una muestra fotográfica online a cargo de la fotógrafa Raquel García y su proyecto “Rockin Ladies”.
-Dos master class online de la mano de Patricia Tapia y Steffi García, grandes vocalistas de nuestro país.
-Presentación de un fanzine+pasatiempos creado por Ester Antón y Avestrut en el Ávalon Café.
-Y para finalizar, un concierto del Cuarteto Berdión en el Castillo de Zamora.

Muchos somos los que esperamos año tras año el Z Live Rock como agua de Mayo.

En esta edición el cartel del festival en formato “pequeño” contaba con las actuaciones de: Nocturnia, Megara, Dünedain, Angelus Apatrida, Tarja y Lepoka.

Llegamos a la capital zamorana acompañados de la playlist del festival, allí nos encontramos con el sol abrasador que para nada echábamos de menos, vimos algunas caras conocidas y nos pusimos a hacer cola, tras un año por fin volvíamos a estar allí. Poco antes de la hora de apertura la gente se iba concentrando en los exteriores del recinto para escoger los mejores asientos, y pasados unos 20 minutos de la hora prevista abrieron las puertas, entramos y nos acomodamos.

Empezamos a escuchar una banda sonora muy variada con temas de Iron Maiden, Bon Jovi, System of a Down, Dire Straits, ...etc., que nos acompañaría hasta el comienzo de las actuaciones. Eso sí, el calor no nos iba a dar tregua, se avecinaba una jornada muy intensa.

A quince minutos de las cinco de la tarde, los chicos de Nocturnia fueron los encargados de comenzar ésta edición con su heavy metal desde Toledo.

Les conocimos hace ya unos años cuando el festival celebró una Warm Up Party en la plaza de la Catedral y ya había ganas de volverles a escuchar en directo. Sus integrantes fueron apareciendo uno a uno en el escenario y todo el público nos volcámos en su recibimiento, ¡teníamos ganas de Z!

Su vocalista se defiende bien dentro de la banda, desde luego si hay algo que no les falta a estos chicos es actitud, derrochan energía por cada poco y se les da bien meterse al publico en el bolsillo.

Vimos a su guitarrista Manu Acilu disfrutando tocando los solos, al igual que José Guemez-Sellés dejándose llevar y disfrutando a las teclas. Para finalizar dieron agradecimientos a la organización y escogieron el tema “Cenizas” de su último álbum para despedirse por todo lo alto. Fue una actuación que se nos hizo muuuy cortita pero disfrutamos mucho con los temas míticos, estamos deseando volver a verles.

Eran casi las seis cuando la banda madrileña Megara hizo su aparición en escena con su pinkmetal.

Con una actitud provocativa y arrasadora comenzaron con “Esclava del aire” de su álbum “Aquí Todos Estamos Locos” de 2018. Su puesta en escena es muy llamativa e impactante, unos cuernos acompañaban la batería rosa y negra, su vocalista Kenzy, llena de tatuajes, con una larguísima melena mitad rosa mitad negra, no paró ni un instante de dejarse la piel en el escenario con una energía descomunal, el resto de la banda iban ataviados con lentillas y con la piel pintada de negro. Saben perfectamente lo que tiene que hacer para dejarnos boquiabiertos.

En “Involución” de su último trabajo “Pink Side”, salieron sus dos bailarinas con trajes futuristas, pelucas, máscaras de gas y recortadas para escoltar a la cantante en una imponente coreografía (la cual nos enseñaron a bailar durante el confinamiento a través de su canal de Youtube). Para el tema “Alas” (cover de Birdy) Kenzy se atavió con su guitarra negra y rosa a juego con el bajo para seguir pateandonos el trasero. Nos gustó mucho esta versión, su guitarra Rober hizo los coros, y tocó un solo de guitarra que nos dejó locos.

Anunciaron que el día anterior habían estrenado un single + videoclip titulado “Ni contigo ni sin ti” y que sería arriesgado tocarle cuando la gente no le conocía, pero aún así querían compartirlo con nosotros. Dos conejitas con vestido azul aparecieron para acompañarles en este tema, ¡sosteniendo dos cabezas embotelladas! La banda agradeció al Z! por darle una oportunidad a la cultura.

A los lados de la batería, dos cañones dispararon humo, Kenzy nos pidió hacer headbanding para el temazo “Heroes”, y la gente desde sus sillas la acompañaron de la mejor forma posible. Finalizaron con “Truco o trato”, en ella salieron a escena dos perturbadoras criaturas con una siniestra coreografía. Tras 40 minutos de actuación se despidieron entre fuertes aplausos, mientras la gente iba a recoger los billetes marca “Megara” que lanzaron las bailarinas. Ésta banda nos ha sorprendido gratamente en directo. El sol seguía apretando, y los botellines de agua caían de dos en dos, ¡estábamos a más de 30 grados!

Sobre las siete de la tarde el heavy metal de Dünedain entró en el auditorio. “A un paso del cielo” y “El viento de la batalla” fueron las elegidas para abrir su actuación, desgraciadamente en ambas el micrófono de Tony (vocalista y guitarra) parecía no querer funcionar y le notamos algo cabreado. Carlos Sanz (su segundo vocalista) salió a escena arrasando como sólo él lo sabe hacer; a fuego.

A partir de “Legado” solucionaron el problema técnico y en “Vuela” ya pudimos ver a Tony más cómodo, el publico se dejó llevar por este himno. También tocaron otro de sus grandes temas “Memento mori”, después Carlos, incombustible e imparable, admitió echar de menos al público durante estos dos años.

En ésta actuación cayeron las canciones “Eterno” y “Unidos”, dos temas en los que les vimos darlo todo. La banda agradeció al público el estar ahí y apoyar a los festivales. Su bajista Alberto P. Velasco parecía un torbellino en directo.

Continuaron con “1000 golpes” (single de 2013, “Fiel a mi libertad” del álbum (Buscando el Norte 2010) y “Por los siglos” (single de 2015) Carlos no dejó de saltar ni ir de lado a lado del escenario en ningún momento. La pieza escogida para tocar como despedida fue  “Corazón de invierno”, fue una hora de caña que se nos pasó en un abrir y cerrar de ojos.

A eso de las ocho y media Angelus Apatrida con su thrash metal comenzaron a destrozar cabezas. Para empezar su show ‘de tranquis’ escogieron el tema “Indoctrinate” de su nuevo trabajo homónimo, todo comenzó a temblar, los masters del thrash estatal habían llegado para devastar el recinto. Su vocalista Guillermo presentó su nuevo trabajo y comentó que habían logrado llegar al número uno en ventas en nuestro país.

Melenas al viento presentó su primer single titulado “Bleed the crown”, seguido de “Of men of tyrans”, dos temas destroza sillas (en este caso), los asistentes se dejaron llevar y hacían headbanding sentados, pero como dirían nuestros asturianos: “ye lo que hay”. También cayó “Childhood’s End”.

Su vocalista quiso agradecer al festival por contar con bandas estatales, tras sus palabras arrancaron con “We Stand Alone”, su guitarra Davish hacía volar sus dedos sobres las cuerdas, fue una descarga de adrenalina bestial, lo que está claro es que son cuatro talentos haciendo lo que mejor se les da; partir cuellos.

El cielo se iba oscureciendo, el ocaso estaba cerca y las luces del escenario resplandecían. Los asistentes aunque estuviesen deseando formar un pogo, tuvieron que aguantarse, pues las normas no se lo permitían.

“End Man” y “Give'Em War” fueron las siguientes en caer, su batería Víktor y José el bajista, son el motor incombustible de ésta banda albaceteña. La esperada “Sharpen the guillotina” comenzó a retumbar, y con “You are next” la mayoría de los asistentes perdieron la cabeza. Tras acabar su actuación se despidieron, aunque nos quedamos con ganas de más. Desde luego saben como meterse al público en el bolsillo.

Aprovechamos para ir a por ropa más apropiada para la noche de Zamora y a la vez estirar un poco las piernas. Daban las diez cuando comenzó a bajar un poco la temperatura, era el turno de Tarja.

Salieron primero los músicos, Doug Wimbish al bajo, Christian Kretschmar a las teclas, el violonchelista Max Lilja (ex Apocalyptica), el batería Timm Schreinery el guitarra Alex Scholpp (ambos últimos pertenecientes a la banda Farmer Boys) para dar paso a la diva mientras comenzaba a sonar “Dead promise”, ¡llegó la hora! La reina del metal sinfónico finlandés hizo su aparición estelar en el escenario. Cuántos eramos los que soñábamos durante años con este momento, con escuchar su voz tan solo a unos metros de distancia, con disfrutar de la soprano del metal por excelencia: Tarja Turunen.

Agradecida de estar por primera vez en Zamora, la inigualable dedicó unas bonitas palabras a todos sus seguidores, con la energía y simpatía que la caracteriza nos preguntó si estábamos listos para el rock antes de dar paso a la segunda canción: “Demons in you”, un tema peculiar con mezlca de funky y metal que comienza con un potente ritmo marcado por el bajo. Ella animaba al público continuamente a dar palmas.

El solo de guitarra fue sencillamente brutal. En “Falling awake” nos dejamos llevar por su dulce canto, como si de una sirena se tratase, y es que parecía que estábamos en una obra de teatro protagonizada por la deidad nórdica que tantos seguimos desde su etapa Nigthwish. Empezó a sonar una preciosa introducción de violines, solo podía tratarse de “Undertaker”, la guitarra y la batería resonaban en todo el recinto mientras sonaban unas delicadas teclas a manos de Mr. Kretschmar, temazo dónde los haya. La soprano, elegante y grácil, hace que cantar parezca fácil, ella es “La voz”, no tiene igual, esto es así. Nos encantó concretamente el sólo protagonizado por Mr. Scholpp.

La protagonista nos confesó estar feliz, pero nosotros lo estábamos más por poder disfrutar del talento que allí se había juntado. La puesta en escena es asombrosa, con buenos músicos y buena elección de luces, todo diseñado al dedillo para impresionar.

La cañera “Goodbye Strangers” empezó a sonar, después de unos minutos Tarja sale del escenario para dejar que cada músico se luzca, y con creces además, tienen varios minutos para dejarse llevar y trasmitir lo que ellos sienten, fue un momentazo. Según finalizó, los aplausos llenaron el auditorio entero. A continuación hubo una entrada de piano y todo el mundo comenzó a gritar: el momento Nightwish había llegado con “Nemo”. La vocalista derrocha buen rollo y nos animó durante toda la noche, acompañada de un espectáculo de luces impactante, su sonido fue especialmente bueno.

Llegaba la mitad del show cuando un vals comenzó a sonar, era el momento de “Diva”, uno de sus temas más operísticos y teatreros donde ella luce sus dotes interpretativas, capaz de llenar cualquier escenario. Les siguieron “Victim Of Ritual” que comenzaba con una marcha militar (uno de los temas más cañeros que presenciamos). A continuación caerían la delicada y pegadiza “Inocence”, y la preciosa “I walk alone”, emotiva dónde las haya, se nos volvió erizar la piel.

Otro de los temas de Nigthwish que tocaron fue la mítica y maravillosa versión del “Over the hills and far away”, y aunque tuvieron que empezarla en dos ocasiones, todos cantamos a coro. Para finalizar, unas delicadas notas por parte de su teclista inició la canción “Until my last breath”. Precioso tema para terminar un épico e impresionante directo, mientras que ella, demostró tener un nivel inalcanzable. Su  interacción con el público fue constante y muy animada, su experiencia sobre las tablas fueron demostradas y su talento fue admirable, estamos deseosos de volver a verla en un futuro.

Llegada la medianoche era el turno de los juerguistas Lepoka. Dos gigantescos franciscanos hinchables alzaban dos enormes jarras de cerveza, mientras ellos presidían el escenario uno a uno fueron apareciendo los integrantes de la banda folkoholic metal (folk metal festivo). Llegados desde Castellò de la Plana, y ataviados con sus túnicas, los frailes salieron a darlo todo, la mayoría de los asistentes no sabían la que nos tenían preparada. Tocarón temas como “Eternia”,  donde bonitos sonidos celtas mezclados con caña nos movían por dentro. Hubo bastantes bajas después de la finlandesa, pero la mayor parte aguantó y lo disfrutaron. Con “El baile de los caídos”, Dani su violinista sacó su característico arco con leds rojos, cual Sith luchando para el lado oscuro.

Dedicaron unas palabras por estar en su segunda casa, y pidieron un aplauso para los organizadores. “Pandemonium” tiene un ritmo fiestero, su sonido nos recuerda a los viejos tiempos de Mago de Oz, a sus integrantes se les veía disfrutar sobre el escenario, este tema te invita a brindar. Luces de colores y unos cañones de humo adornaron toda su actuación. Tocaron el gran “Berserkers”, ganas de levantarnos y brincar, pero había que contenerse, sin duda es una banda para levantar el ánimo. Pasado el ecuador del alegre tema “La huella del dragón” su batería Jaume se intercambia el micrófono y el rol con Dani, el vocalista. Lo que no se esperaba la capital zamorana es que en esa noche, en aquel momento, iba a tener lugar un momento inolvidable.

Y es que antes de los bises Dani, pidió un aplauso para una pareja que acababa de subir al escenario. Él, micro en mano agradeció a la organización del festival todo su esfuerzo para que nosotros podamos disfrutar año tras año de un evento así. Sin más dilación, el chico le contó a su pareja que esto era todo preparado, y que qué lugar mejor que éste donde se conocieron y que ha visto como ha ido creciendo su amor poco a poco, para decirle lo siguiente: “Quiero estar contigo el resto de mi vida.” ¡Resultó ser una pedida de mano en directo!, ella contestó con un “sí”, a lo que él se arrodilló y la ofreció un delicado anillo que la colocó en el dedo al momento. Tras un deseado beso todos aplaudimos y vitoreamos. La pareja bajó del escenario como en una nube.

El espectáculo continuaba con “Seguimos en pie” y “Contra viento y marea”, su energía y espíritu cervecero hizo que todos levantáramos nuestras jarras y brindásemos, y para terminar esta fantástica edición sonó su tema “Yo controlo”. Qué mejor banda que los fiesteros Lepoka para despedirse del festival con una fiesta lo grande.

Nos levantamos de las sillas con un sabor agridulce entre la experiencia vivida y la incertidumbre de no saber cuando vamos a volver a vivir algo así.

Una vez más agradecemos la labor de los organizadores y voluntarios de montar todos los años el Z Live Rock! y todos los eventos relacionados, gracias por participar y apoyar a que la cultura siga viva.