“Dulce introducción al Kaos”, así se puede definir lo ocurrido en la plaza de toros de Bilbao tras abrirse las puertas del foso taurino.

Las entradas se agotaron unas horas antes, y así se puso en la taquilla mediante un cartel, pero la gente seguía llegando con la ilusión de conseguir alguna, cosa que fue casi imposible, se sabía que Extremoduro en Bilbao lo iba a petar y que la plaza de toros se iba a quedar pequeña, creo que el BEC de Barakaldo hubiera estado mejor.

Llegó la hora de la apertura de puertas, pero no pasaba nada, se oía a Extremo probar sonido, y la gente se agolpó en la puerta llegando a momentos de puro agobio. Una vez abierta las puertas, un rápido cacheo y todo el mundo corriendo hacia las primeras filas, hasta que el foso se llenó y la organización tuvo que dirigir al resto del público a las gradas, cosa que cabreó a mas de uno.

Hubo momentos de tensión, algunos intentaban tirar las vallas de seguridad situadas en la entrada del foso, otros se enfrentaban a los miembros de seguridad que estaban allí trabajando, haciendo su labor, otros subían a las gradas y desde allí se dejaban caer al foso, con el consiguiente peligro de romperse la crisma… un desastre.

Pasaron los minutos y parece que todo volvió a la normalidad. Se apagaron las luces y salían a escena Domingo Calzado y compañía, Alen, batería de Marea, entre otros, aquí tenemos a los CALAÑA.

Durante los primeros compases, el sonido fue desastroso, pero a lo largo de la actuación fue mejorando considerablemente, la música del grupo, aflamencada, requiere de un buen sonido para su disfrute.

Nos presentaban su debut discográfico “Calaña”, editado por la compañía de Rober y Uoho llamada Muxik, una melodía, como había comentado antes, aflamencada, muy pausada y adornada por un mestizaje particular.

El grupo no se mostró muy comunicativo, el público tampoco, no hubo feeling, Calaña eran unos desconocidos para la mayoría de los asistentes, sin duda, hubiera preferido a Memoria de Pez o Doctor Deseo, que son dos de los grupos que Extremoduro ha invitado en otras fechas de su gira.

Tras casi media hora de espera, amenizada con buena música de fondo, llegaba el Rey de Extremadura, el público puesto en pie, un gran ambiente en Vista Alegre.

Tras los primeros acordes de “Deltoya” y llegando a la estrofa “Dónde está la luz, aquí…..”, se alumbró el escenario y se calló la fina lona que les separaba de las miles de personas que había esa misma noche. Se empezaron a generar los primeros pogos que nos atraparon por completo.

Y allí estaba el Robe, acompañado por el Uoho, dos piezas fundamentales de Extremoduro, pero también lo son Cantera, una bestia a la batería, y Miguel Colino al bajo, y en algunos temas, un tercer guitarrista y un pianista.

Esa noche el sonido y las luces fueron magistrales, y en lo musical, impecable, ya no se notan aquellos nervios que vimos en su inicio de gira en Santander. Escuchamos “Sol De Invierno”, “Golfa” y ahora el turno a los temas nuevos que Rober (muy poco comunicativo, como siempre) nos presentó “Dulce Introducción Al Kaos” y “El Sueño”.

El concierto avanzaba, y antes de llegar al descanso, vivimos grandes temas como “Buscando Una Luna”, “Amor Castuo” y una pequeña fracción de su arriesgada obra “Pedrá”, que se culminó con una gran ovación, todo el público de las gradas se puso en pié.

El tiempo que nos hacen esperar entre las dos partes del concierto es como si te tirasen una jarra de agua fría por la cabeza, luego cuesta mucho volver a situarte en el concierto y te desmotivas un poco, pero el grupo sabe como hacer para que te vuelvas a poner las pilas rápidamente, lanzaron lo mejor de su discografía (obviamente se quedan un montón de joyas en el olvido, pero nunca llueve a gusto de todos), eligieron “Papel Secante”, “Sucede”, “De Acero”, “Stand Bye”, y así se volvieron a meter al público en el bolsillo.

Uoho, a lo suyo, disparando riffs con movimientos inverosímiles, siendo el miembro mas enérgico de la banda, Cantera, apaleando sin descanso tema tras tema, este tío está en plena forma.

El concierto seguía con “So Payaso”, “Pepe Botika” y “Central Nuclear” que finalizó con unos endemoniados riffs. El momento mas laureado fue cuando empezaron los acordes de uno de sus temas insignia “Jesucristo Garcia”, después vino “Golfa” y la plaza se vino abajo.

Luego volverían para rematar la faena con el single estrella de “Canciones Prohibidas”, “Salir”, y ahora solamente quedaban los dos últimos temas, los elegidos para terminar sus conciertos, “Ama Ama y Ensancha el Alma” empezada en euskera y “Autorretrato”, canción donde los músicos, uno a uno, iban abandonando el escenario, dejando a un incansable Uoho haciendo virguerías con su guitarra y demostrando el nivel que tiene a las seis cuerdas.

Conclusión, una gran noche, una gran vuelta de Extremoduro a los escenarios, y es que son y serán uno de los grandes grupos que ha dado este país.