Noche variada en el Rock Beer The New el pasado viernes 1 de octubre, tres grupos con estilos completamente distintos pero con un nexo en común, el rock, temas intensos con toques punk de la mano de Txapajo, intensidad y contundencia por parte de Replikantes, y rapidez y energía para finalizar con Herio, tres formaciones procedentes de Euskadi repartidas entre Barakaldo y Leioa, compartiendo amistad encima y debajo del escenario y demostrando las ganas de tocar y salir de su tierra, para volver a una normalidad que todos esperamos.
Casi dos años sin pisar el mítico local santanderino, el “New” de toda la vida, una de las pocas salas que ha resistido y vencido a la pandemia, la primera en montar conciertos en directo cuando las autoridades pertinentes lo han autorizado, amoldando su interior para meter cuantas más sillas mejor aunque sea reduciendo el escenario y dejarlo a la mínima expresión, en estos temas el espacio disponible es muy importante. Y ya lo dice el refrán, renovarse o morir.
Un oasis en Santander, el New y el Escenario Santander son las dos únicas salas que están programando conciertos de forma habitual, otras han caído como el Black Bird, o el Niágara que desconocemos su estado, ojalá vuelva a la actividad aunque es un lugar pequeño y con sillas es inviable.
Las cosas han cambiado, la primera, los horarios del New, respetándolos al máximo y terminando los conciertos antes de las doce, o al menos así fue la noche del 1 de octubre, cosa que agradecemos, porque ir a un concierto y saber más o menos cuando termina, es media vida, sobre todo si tienes trabajo al día siguiente o simplemente familia u otras obligaciones.
Txapajo
Y ya metido de lleno en los conciertos, empezamos con Txapajo, banda recientemente nueva que venía a Santander a dar uno de sus primeros conciertos, creo que el segundo ya que su debut fue unos días antes. Allí estuvieron apoyados por los suyos y el resto de bandas, para presentarnos sus primeros temas sin compasión.
Formación clásica de cuarteto, voz, dos guitarras, batería y bajo, dispuestos a agradar, no sin antes con el nerviosismo en las venas, cosa habitual en una banda novel aunque no son jóvenes y a alguno se les nota tablas como a Eder, uno de los dos guitarristas, que no paró de moverse en toda la noche.
Tienen temas propios y eso es de agradecer, incluidos en su única referencia discográfica en formato maqueta, denominada “Rock Txatarrero”, como “Mato Gigantes” o “Corre Corre”, o temas no catalogados denominados “Temazo” o “Enem”, que se le ocurrió al cantante y a su hermano en una noche que tenían mucha hambre, resaltaron.
Para ser uno de sus primeros bolos, fue bastante bien la cosa, aunque hubo momentos donde los nervios salieron a escena olvidándose alguna que otra letra, pero es lo normal en estos casos. Y ya terminando, con “El Perdedor”, una pequeña pausa para tomar aliento, y regresar tras los ánimos del público con el tema que les da nombre, “Txapajo”, y en el que aprovecharon a presentar al grupo.
Banda desconocía para nosotros, es más, no sabíamos quien de los tres grupos era hasta que tocaron el último tema, porque las otras dos formaciones que venían a continuación, tampoco les conocíamos, y es que nos gusta descubrir grupos en directo sin oír nada de ellos, por eso salas como esta, que dan oportunidades a la escena underground, por llamarla de algún modo, son necesarias.
Txapajo
Tras un cambio rápido, se subieron al escenario Replikantes con algún que otro problema técnico en los auriculares del cantante, que finalmente decidió prescindir de ello, actualmente tienen una única referencia grabada, “Sueños Rotos” que data del 2017, pero la banda tiene unos cuantos temas nuevos que seguramente formen parte de una futura y próxima grabación.
Como “Volver a Caer”, “Cruda Realidad” o “Arde mi Cuerpo”, canciones con las que empezaron un directo sin fisuras, vimos a una banda rodada, en un buen estado de forma y complicidad absoluta sobre el escenario, nos causaron una primera (y segunda) buena impresión.
Replikantes
No fue hasta “Jugar con Fuego”, casi en la mitad de la actuación, cuando tocaron ese primer larga duración, se les nota que llevan casi 5 años sin novedades y están dando prioridad a lo nuevo, cosa normal por otro lado, luego continuaron con “Bailando con la Muerte” y el tema que da nombre o define a la banda, “Replikantes”. Son de Barakaldo, aunque la cara del bajista, que por cierto, como toca, nos suena de algo, creo que dijeron que era de Santander.
Llegaron al final, con la canción que da nombre a su única grabación, “Sueños Rotos”, y “Demasiado Tempo”, y aunque el público les pedía al menos un bis, recogieron instrumentos rápidamente, pero por un motivo en concreto, faltaba un grupo y la hora de fin se acercaba peligrosamente.
Replikantes
Eterna se nos hizo la espera entre grupo y grupo, veíamos a la gente de Herio subir al escenario, bajar, colgarse la guitarra, quitársela… la verdad es que no sabíamos que estaba pasando hasta que llegó corriendo desde el exterior una persona que resultó ser el bajista de la banda, es decir, les faltaba un componente para empezar.
Pero lo solucionaron de la mejor forma posible, en 30 minutos nos dieron un sopapo sonoro en toda regla, se cascaron un intenso set list sin pausa alguna, ni para presentar los temas, fueron directo a lo que vinieron a hacer a Santander, a meter tiza de la buena.
Herio
Joder como suenan, con la boca abierta nos quedamos mientras nos pasaban por encima repasando sus dos únicas referencias, el Ep de tres temas del 2017 llamado “Apaga la Luz” y su último LP del 2019 “Itzalak”, con temas como “Miedo” del primero y “Arde en Llamas”, “Leyes” o “Melasuda” del segundo, que fue la columna vertebral del concierto.
Un cantante que no paró quieto, es más, sobre el escenario apenas estuvo prefirió ponerse a pie de pista para mirar directamente a los ojos al respetable, intimidando con su presencia y con su fuerza vocal. Finalizando con “El Anciano” y “Warthchild”, revisión de Iron Maiden.
Noche para descubrir nuevas bandas, noche de regreso al New, noche de normalidad, parece que la máquina vuelve a rodar.