Cuando me llegó la programación de las actividades que la Asociación Cultural Octubre iba a llevar a cabo por su noveno aniversario, me centré en aquellos conciertos que me resultaban interesantes y que no me coincidían con otros eventos, sin hacer mucho más caso al resto de los actos que allí se iban a desarrollar.
Sin embargo, cuando acudí al concierto de Poetas de Botella y Yabar, y hablando del resto de las actividades, me llamó mucho la atención que el viernes 15 de octubre fuera a estar Toni Mejías de Los Chikos del Maíz presentando su libro “Hambre”; a raíz de ello, me interesé en dicha obra y decidí acudir para escuchar que era lo que el autor nos iba a comentar en dicha jornada.
“Hambre” es un libro en el que el autor nos relata su propio calvario con la anorexia y, como dice Rozalén en el prólogo del mismo, es un acto generoso de Toni para acercar sus propias vivencias a otras personas que puedan estar en una situación similar y así poder enfrentarse a dicha enfermedad y prevenirla en aquellas que pudieran en un futuro pasar por ella.
Lo cierto es que la organización del evento estaba un poco preocupada por la afluencia de gente, esperando que el escritor no se encontrase sólo, pero, cuando me acerqué al local, unos minutos antes de la hora fijada para su inicio, me encontré con la sorpresa de que el local estaba lleno hasta los topes y que la presentación había comenzado.
Ocupando un lugar en la única silla disponible, me dispuse a escuchar esta entrevista a Toni Mejías que hicieron entre Aris y Esther de la Asociación Cultural Octubre, tras una presentación previa, mostrándose Toni encantado de estar aquí, reconociendo que ahora estaba mejore pero que su estado era muy variable.
Toni Mejías
Habló sobre los estereotipos de la enfermedad, como ese de que es una mal principalmente relacionado con la mujeres especialmente delgadas y es que no sólo afecta a todo tipo de gente sino que se exterioriza de manera diferente, aunque sí que las mujeres lo muestran más y lo reconocen primero frente a esa cerrazón habitual en el mundo masculino. Él mismo se reconoció imbuido en esa mentalidad más hermética cuando confesó que no fue capaz de decírselo ni a su padre ni a su hermano hasta que se publicó el libro.
Otro de los principales problemas que tienen esta enfermedad es la nula respuesta en la sanidad pública que no hace nada más que citar a los pacientes a largo plazo sin darles una respuesta real a la anorexia, teniendo, en su caso, que recurrir a médicos de pago, algo para lo que, lógicamente, no todo el mundo tiene medios; una prueba más de esta escasez de recursos para la sanidad pública, acrecentada a raíz de todo el tema de la pandemia.
Lógicamente, el vivir en un mundo donde se ensalza los cuerpos delgados lleva a la gente a obsesionarse por las calorías, lo que, además, viene aumentado por esa sobreinformación a la que estamos sometidos, todavía más con las redes sociales, y la aparición de muchas dietas milagro que lo único que hacen es acrecentar el problema.
Aunque no es algo exclusivo de la gente que padece anorexia, otro de los factores que aumentan este problema es la falta de sueño por el ritmo de vida que todos llevamos y por esa dictadura que nos imponen de aprovechar el tiempo al máximo: hay que estar siempre activo, estar a la última en tecnología, ver la serie de moda, etc etc, lo que genera una sensación de ansiedad que provoca dicha alteración del sueño.
Toni Mejías
Una da las cosas que es importante insistir es que este no es un problema aislado de una serie de individuos, sino que afecta a todo el colectivo social, algo que lleva al enfermo a aislarse para no sentirse rechazado o señalado por los demás, ya que, además, no te apetece moverte en esos ambientes donde te vas a sentir desplazado.
La enfermedad repercute en todos tus hábitos, también los sexuales, con una pérdida del apetito sexual, pero a veces se encuentra refugio en aquellas cosas que realmente nos gustan, como fue, en el caso del autor, la música, que es su zona de confort y que le ayuda a evadirse, pese a que el ambiente del estilo que el canta es también muy masculino y estos problemas no son entendido como de hombres, aunque parece que el rap está abriéndose a otros mensajes y mentalidades y a una cada vez mayor presencia de mujeres que lo practiquen.
Otro de los temas sobre los que volvió a insistir es la dictadura de las redes sociales, algo que ha sido evidente por la caída de facebook y demás a principios de octubre y que nos genera una exposición muy alta de nuestra intimidad, con lo bueno y lo malo que esto tiene, lo que nos presenta un futuro aterrador con las nuevas generaciones que han nacido cuando éstas ya existían y su dependencia es absoluta.
Insistió en la falta de educación en la sociedad sobre la anorexia, un asunto del que no se habla como se debería y que él, cuando se ha dispuesto a escribir el libro, no lo hizo pensando en que lo fuera a leer mucha gente, sino que lo hizo precisamente para provocar una reacción en aquellos que pudieran tener los mismo síntomas o conocer a alguien que los tuviera.
Su situación personal hoy en día, y aunque la enfermedad no ha pasado, es mejor y ahora sabe donde no quieto volver, con lo cual espera que de las recaídas, que ojala no ocurran, salga con menos problemas, pero que esto es una pelea diaria, habiendo ganado hoy en día algo de peso y muchas relaciones con gente de la que se había apartado.
Toni Mejías
Por último, aconsejó a los jóvenes o a aquellos que pudieran tener estos síntomas que acudiesen a la gente cercana sin ningún tipo de miedo y los animó a abrirse a decir lo que pasa para así poder enfrentarse con fuerza a este gran problema.
Tras esta entrevista se abrió un breve turno de preguntas en donde la gente le felicitó por su valentía al exponer su vivencia en esta obra, reiterando el problema de la dictadura de la gordofobia y reconociendo el autor que había tenido más facilidad por ser quien era para poder ver publicado el libro, pero que el contenido es importante y si la editorial no lo habría visto interesante no lo hubiera publicado.
Y así, tras más o menos una hora de entrevista, concluía el acto, comparando muchos de los presentes el libro, entre los que lógicamente me encuentro, accediendo amablemente el autor a firmárselos a todos los que quisieran e incluso sacarse fotos con quien así lo desease.
Una gran iniciativa la de Toni Mejías, atrevida pero necesaria y también de la Asociación Cultural Octubre que nos trajeron ésta más que interesante entrevista para dar a conocer una enfermedad de la que sabemos muy poco pero que gracias al autor hoy, los que allí estuvimos, sabemos un poco más.