Tenía apuntada la fecha del 23 de octubre desde hace ya más de un mes porque ese día iba a visitar Cantabria Isabel Marco y los Rockanrolas, concretamente el Escenario Santander, un local por el que ya hacía algo más de un mes que no me dejaba caer, pero a veces las agendas no concuerdan.
Lo cierto es que entre el anuncio de esta fecha santanderina y la realización del evento, la artista aragonesa había actuado en formato acústico dentro de la programación del Rebujas Rock, donde también estuve y me dejó totalmente enganchado a su música y con muchas más ganas de verla de nuevo en directo.
Unos días antes de este concierto había tenido la oportunidad de entrevistarla, desgranándonos algo más de ese último disco llamado “Sin domesticar” que ha sido un grandísimo paso adelante en la carrera de la artista y que, al menos para mí, está entre lo mejor que se ha publicado en el rock estatal durante este 2021.
Para hacer aún más especial esta cita, me iba a acompañar mi sobrina Nayara en el que iba a ser su primer concierto como tal, algo que me llenaba de orgullo viendo la cara de ilusión que esta jovencita llevaba camino al Escenario Santander.
Por desgracia, y una vez más, la gente no acudió como debería y la respuesta ante esta cita fue muy floja; apenas medio centenar de personas en un local preparado para un millar es una cifra que realmente nos debería hacernos reflexionar si somos conscientes de que muchos artistas pueden dejar de venir a nuestra tierruca ante la escasa afluencia de público.
Isabel Marco y Los Rockanrolas
Además, la sala, para esta ocasión y por órdenes de las altas esferas, estaba dividida en dos partes, la más cercana a la entrada era para consumir en las mesas y sillas allí situadas, mientras la parte cercana al escenario estaba totalmente despejada pero no se podía consumir…Cada día una sorpresa nueva de nuestros gobernantes.
Como suele ser norma y buena costumbre de la sala, apenas pasaban unos pocos minutos sobre la hora fijada y allí teníamos a Isabel Marco y los Rockanrolas, o lo que es lo mismo, Isabel Marco a la voz y guitarra, Guille "Mara" Rubio del Arco a la guitarra eléctrica y coros, Alex Vallejo guitarra eléctrica, Alex Serra al bajo y coros, Alejandro "Here" a los teclados y Adri López "Cheriff" a la batería, los cuales salieron directamente a interpretar la genial “Electricidad”, el que fue single de adelanto de “Sin domesticar” que publicaron en septiembre y que repasaron en su totalidad.
Tras este trallazo llegaba “En mis pies está el camino”, la que abría su ópera prima “Quiero ser agua” del 2018, otro gran tema y con el que la poca gente que estábamos ya en primera fila fuimos animándonos todavía más, agradeciendo desde el escenario nuestros aplausos, para seguir con la maravillosa “La chica que pudo correr”, de su actual obra y para la que Isabel se enfundó por vez primera su guitarra, una canción que realmente me ha llegado desde las primeras escuchas.
Nos agradecieron nuestra presencia al mismo tiempo que se presentaban, continuando con la canción que daba nombre a su anterior disco, “Nada será igual” del pasado año, más guitarrera, pegadiza y movida, tras la que, desprendiéndose de su guitarra, reconoció que le gustan las cosas sencillas y se mostró encantada de sentir nuestro calor, continuando con “Voy a pintarme el sol”, de su primer trabajo, con un comienzo más guitarreo, cantando con esa personalidad que tiene y dejándonos un gran solo de guitarra a cargo de Guille.
Uno de los muchos momentos entrañables que nos dejó esta velada fue la preciosa “Cuando nadie está”, otra de las piezas que están presentes en su actual disco y que sonó muy bien en la noche cántabra, para enlazarla, con Isabel recuperando su guitara, con “Ya tengo ganas”, también de su más reciente obra y que es toda una declaración de intenciones sobre ese deseo, que esta noche se cumplió, que tenía la artista de volver a subirse a un escenario y notar el calor de la gente tras este año y medio largo de restricciones.
Isabel Marco y Los Rockanrolas
Se desprendió de nuevo de su guitarra y animó a la gente a que se levantara de las sillas y se acercase a las primeras filas antes de interpretar “Como un arco al disparar”, de su anterior referencia, con ese comienzo en que solamente estuvo arropada por Alex a la guitarra acústica y Alejandro a los teclados, para luego, ya con todos, ir cogiendo más fuerza y dejarnos un buen solo de guitarra, siendo después el teclado el que diese inicio a “Hojas que se van”, de su disco de este año, reconociendo Isabel que todas su canciones hablan del tiempo y que hay que disfrutar lo vivido y lo que está por venir, ofreciéndonos otra bella pieza.
Esta vez fue solo la guitarra y la voz las que dieron comienzo a “Detrás del último segundo”, también de este nuevo disco, entrando luego el resto de músicos que disfrutaron además de un momento de lucimiento personal mientras Isabel dejaba el escenario, para regresar poco después, recuperando la guitarra y comenzando a recordamos la cantidad de veces que nos han dicho que este planeta esta agotándose y que ya es hora de que se enteren desde allá arriba de lo que ocurre, siendo el turno de “Que nos hable la tierra”, la que cerraba su anterior obra, una pieza con mucho mensaje y al mismo tiempo muy pegadiza.
La anterior fue unida con “Somos todas”, de su primera referencia y que fue dedicada especialmente a todas las mujeres que sufren y a todas la mujeres en su conjunto, muy pegadiza y de las que no te puedes resistir a cantar, para volver su anterior disco con la genial “El respirar de las piedras”, de nuevo sin la guitarra, ese tema que es un himno, para mí, de la llamada España vaciada y que fue adaptado en algunas de las lenguas del estado hace un par de años, un bello y muy celebrado corte que fue cantado todavía con más sentimiento, lo que ya es mucho decir.
Como algunos de los allí presentes habían viajado desde lejos para verlos, no quisieron pasar la oportunidad de agradecerlos el haber venido hasta aquí, para, de nuevo con la guitarra acuestas, regresar a su actual trabajo con la genial “Saben mi nombre”, otro gran corte y muy pegadizo, tras el cual agradecieron los aplausos que estaban recibiendo, retornando a su anterior obra con ese “Desde el cristal” que lo abría y que sonó genial en la noche cántabra, con Alex Vallejo luciéndose a la guitarra.
Isabel Marco y Los Rockanrolas
Sin pausa alguna y descolgándose la guitarra, llegaba el momento de condenar esos actos de maltrato o incluso asesinato a personas por el simple hecho de amar a alguien de su mismo sexo, siendo el turno de ese “Abrázame”, presente en su primer trabajo, muy pegadizo y el que considero ya un clásico de su repertorio, con un bonito duelo frente a frente entre los dos guitarras.
Acabando esta parte del concierto, decidieron agradecernos el haber venido y compartir ese sueño suyo, con la ventaja, además, de que esta vez pudimos disfrutar del concierto de pie, siendo el momento de “Víctima del ruido”, de su anterior álbum, más guitarrera, potente y muy pegadiza, tras la que se fueron temporalmente del escenario.
Sin embargo la gente quería más y para allá salieron, primero Isabel, que nos agradeció los aplausos y tomó su guitarra, subiendo el resto de los músicos a la vez que nos comentó que la siguiente canción, “Huida hacia ninguna parte”, está basada en un documental que vio de una persona que fue violada buscando un mundo mejor, un verdadero temazo, con un crudo mensaje y que está presente en su actual obra.
Y llegábamos a la recta final de su actuación, ya con Isabel sólo como vocalista, siendo el momento de “Tan lejos de todo”, de su anterior obra, tan quedona y con ese sonido tan personal que tiene su música y su interpretación, para regresar a su actual trabajo con ese “Trampas al reloj” que le daba inicio, y que, como ella misma dijo, habla de la gente del norte que han tenido que sacar adelante a su familia en situaciones desfavorables, sirviendo también para presentar a los músicos, ayudantes y técnicos, un grandísimo tema con el que finiquitaron su hora y media sobre las tablas.
Isabel Marco y Los Rockanrolas
Y así, con todo el grupo saludando desde el escenario y mostrándose muy agradecidos por nuestra presencia, concluía un gran concierto de Isabel Marco y los Rockanrolas que disfruté mucho y que se me pasó muy rápido y es que me encantan las canciones de la formación y su interpretación, esta vez con toda la banda, me pareció muy emotiva y de mucha clase, ya que son músicos de mucha calidad.
Aunque el formato acústico también tiene su encanto, qué duda cabe que no se puede comparar a un concierto eléctrico ya que estas canciones están compuestas para sonar así y es imposible no rendirse a la evidencia de que Isabel está como pez en el agua encima de un escenario y que los músicos que la rodean hacen una labor magnifica.
La verdad es que recomiendo encarecidamente ir a ver a Isabel Marco ya sea en acústico o en electico porque, no sólo vas disftuar de un gran concierto, con unas canciones que te van a enganchar, sino que saldrás dándole vueltas a muchos de los mensajes que allí se han escuchado.
Y así, tras despedirnos de algunos amigos, nos fuimos del Escenario Santander, después de esta doble experiencia única, por un lado, lógicamente, por el gran concierto que habíamos visto y por otro al haberlo vivido por vez primera junto a mi sobrina que también lo disfrutó mucho. La única pega, como por desgracia es habitual, fue la falta de asistentes esta noche que, esperemos, vaya saliendo de su letargo y vuelvan a ver y oír música en directo.