Robe, te gusta o no te gusta, pero lo que está claro es que no deja indiferente a nadie.
También queda claro que musicalmente Robe no es lo mismo que Extremoduro, pero la esencia, el alma, sigue siendo la misma. La mayoría de sus transgresoras y metafóricas letras hacen referencia al amor, o al desamor más bien.
Yo personalmente soy muy de Robe; es más, pienso que es una especie de genio extravagante como pocos quedan (Albert Pla, Evaristo…) y alguno más por ahí…
El viernes 5 de noviembre en el “Miribila Arena” pudimos disfrutar de un magnífico concierto: buen sonido, buena puesta en escena, increíbles músicos y miles de personas deseando de volver a verle sobre un escenario bajo una casi “total normalidad” (por la situación actual me refiero…).
Robe
Fueron 3 horas de concierto. La primer hora y media interpretó canciones de los dos primeros discos, canciones como “Guerrero”, “Contra todo”… intercalando algunas míticas de Extremoduro (“Si te vas” “Golfa”…) dando paso luego a un receso de 30 minutos para que la gente pudiese “hacer lo que le diese la gana”, eso sí, ”sin que les vieran”, como siempre dice él…
A la vuelta ejecutó su último disco “Mayeutica” de principio a fin; 45 minutos de derroche de sonido y luces para acabar con cuatro temas de Extremoduro (“Standby”, ”La verdadera puerta de atrás”, “Rozar contigo” , poniendo la guinda final con “Ama, Ama y ensancha el Alma”.
Tres horas de completo disfrute, perfecto de voz, animado y entregado y con el pedazo elenco de músicos que le acompañan, fue una gran noche para disfrutar de su talento. La gente salió más que satisfecha.