Y llegó noviembre y con él el frio y la lluvia pero también el final del ciclo de actividades que la Asociación Cultural Octubre de Torrelavega ha venido desarrollando en su local durante las últimas semana y a las que había acudido en un par de ocasiones, primero para ver las actuaciones de Poetas de Botella y Yabar y luego para asistir a la presentación del libro de Toni Mejías “Hambre".

De esta última semana de actividades tenía apuntada la fecha del viernes ya que íbamos a disfrutar de las actuaciones de Javi Lost y de La Mala Hierba, o lo que es lo mismo, una velada con algunos de los miembros de Spanish Peasant ya que tanto el primero como los integrantes del dúo forman parte de la mencionada banda. Calidad asegurada.

Como suele ser habitual, la mayor duda residía en ver cuanta gente se animaba a ir a este evento ya que, entre el día frío y lluvioso que hacía y esa pereza que parece que le ha entrado a las personas a la hora de ir a los conciertos después de la pandemia, no estaba seguro de cuál sería la repuesta a esta doble cita.

Una vez llegué al local, la verdad es que había una interesante presencia de gente, y es que, aunque siempre gusta que vaya más público, al menos había un número importante de asistentes; además y para que aquello fuese más acogedor, se colocaron en las mesas unas velas para hacer la velada más intima. Por cierto, yo que iba con miedo a pasar frío en dicho local al estar sentados, agradecí las reformas que han hecho porque se estaba muy a gusto.

Con bastante puntualidad, el primero en salir fue Javi Lost, que, solamente provisto de su voz y de su guitarra, se enfrentaba a la concurrencia para tocar este sonido que busca profundizar en el blues y el country americano, junto a otras pinceladas de música intimista.

Pese a que tiene publicado un disco llamado “A Ramblin´ man” del 2019 bajo el seudónimo “El hombre de las pequeñas teorías”, nos presentó una colección de cortes al margen del mencionado disco que comenzó con “Awakenings”, muy tranquila y relajada y que sirvió para que el artista se fuera acomodando.

Continuó con una más dinámica “Haze all around”, que fue unida a la anterior y que animó un poco más a los asistentes, tras la que se presentó y saludó a los allí presentes, brindando por esta noche que teníamos por delante, para continuar con “Black hole”, con ese comienzo relajado que tiene, aunque se fue intensificando en la parte final.

Uno de los temas que más me gustaron de la noche fue “Devil inside”, una bella composición, muy entrañable y que mostraba esa sensibilidad que el artista nos trasmite con su música, para, tras cambiar de guitarra y animarnos a movernos, presentar la siguiente pieza, “Not in this land”, algo más movida que la precedente.

Nos confesó que la siguiente canción, “Make no plans”, fue escrita durante el confinamiento, mostrándonos esa mezcla entre el sentimiento y el dinamismo que contienen sus composiciones, para, tras recuperar la guitarra con la que inició el concierto, pasar a tocar “Speeding up”, con un bello sonido de guitarra inicial y con más fuerza incluso en la voz.

Tras un nuevo cambio de instrumento, nos presentó el último tema que ha compuesto, “To a friend”, una pieza que habla sobre el duelo que hay que pasar por la pérdida de un ser querido, un bello y tranquilo corte que gustó mucho, para, tras otro cambio de guitarra, anunciar que iba a ir terminando su velada, con un regalo que le hizo un amigo  en forma de canción hace unos años y que hace poco la ha recuperado para ir dándola forma, siendo “Pink moon” el título de la misma, muy tranquila pero con mucha énfasis en la voz.

Ahora sí que llegaba el momento del final de su actuación y lo hacía con “The mirror”, no sin antes agradecernos nuestra presencia, además de a la Asociación Cultural Octubre el haberlos llamado y a Ramón su labor con el sonido, con un comienzo relajado, poniendo mucho cuidado en cada nota e intensificándose al final.

Y así, tras más o menos 45 minutos sobre las tablas, acababa el concierto de un Javi Lost que nos ofreció una muy amena velada y que se pasó muy rápida, dejándonos una actuación  con mucho sentimiento y calidad y sabiendo llegar a cada uno de los allí presentes.

A veces menos es más y no hacen falta muchas estridencias ni muchos músicos para llegar a los asistentes, y esta actuación fue un buen ejemplo donde una sola persona, con su voz y su guitarra nos regaló una velada más que entrañable y que espero poder repetir en más ocasiones.

¡Mucha clase y sentimiento!

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Y, tras un breve cambio de bártulos, llegaba el turno de volver a ver a La Mala Hierba, es decir a ese dúo compuesto por Gema Martínez a la voz y Nicolás Rodríguez a la guitarra, a los que había tenido la ocasión de ver en directo en mayo de este año, habiendo disfrutado mucho con esa experiencia y la cual tenía ganas de repetir.

Como en aquella ocasión, se centraron en su único disco hasta la fecha, ese “La Mala Hierba” que publicaron a mediados del pasado año y que es un gran trabajo, el cual os recomiendo escuchar y tener físicamente porque su  presentación es excepcional y es que da gusto el mimo con el que han trabajado en él.

Arrancaron su velada con “Que me quiten lo bailao”, no editada todavía y que fue una muy animada manera de dar inicio a su actuación, metiéndonos rápidamente en la misma, para comenzar el recorrido por su disco por la que le daba inicio, “Destape”, más movida aún y que motivó más a los presentes.

Nos recordaron que iban a combinar temas de su único disco, que tenían allí por si alguien quisiera compararlo, con otros cortes que irán en un futuro trabajo, siguiendo el recorrido por su obra con ese “María”, dedicada a la pintora santanderina María Blanchard, una canción preciosa y cantada con mucho sentimiento, que fue seguida por uno de las piezas nuevas, “Romance de la trenza”, con cierto aire folclórico y con un fragmento recitado en la parte final, quedándoles  muy bien.

Agradecieron a la Asociación Cultural Octubre el que hubiese contado con ellos, antes de estrena “Babila y las golondrinas”, la cual, y tal y como allí nos dijeron, habla sobre una madre de Mali y el problema de la inmigración allí y en el resto del mundo, comentándonos los datos de la mala calidad de la vida en este país africano, empezando con un bonito sonido de guitarra y siendo una canción dulce y tranquila pero con diferentes cambios de intensidad.

De vuelta a su único trabajo hasta la fecha, llegaba el momento de “Tierra”, con esa entrada de guitarra intensa y rápida, una de las más conocidas piezas del dúo y que tiene ese acelerado final, para, sin dejar este disco, interpretar su versión del “Macorina” de Chavela Vargas, otro de los temas más esperados en sus actuaciones y que fue muy bien acogida.

No dejaron su disco con ese “Venganza” que habla sobre un grupo activista feminista sudamericana que se ha decidido a vengarse con la risa, una pieza muy bonita y coreable, de las que te enganchan rápidamente, antes de lanzarse con otro corte nuevo, con el título provisional de “El dinosaurio despierta”, en la que intercalaron una parte de la letra del “Última generación” de los Extremoduro y que les quedó muy bien.

Ahora llegaba el momento de otra pieza que aún no han grabado llamada “Nana de la madrugada”, que dedicaron a Marc, que nació al día siguiente de que surgieran los primeros versos de este corte, tranquilo pero muy animado y jugando con diversos contrastes de intensidad en las voces y en la música.

Sin duda la canción que más me gusta de este dúo es la que les da nombre, “La mala hierba”, una preciosa composición que te atrapa rápidamente y que, de alguna manera, es una declaración de intenciones, la cual sonó muy emotiva esta noche, para concluir su velada con ese “Amor de trucha a trucho”, que se inició de manera pausada pero que luego fue ganando intensidad y con la que, en un principio, se despidieron.

Pero la gente quería alguna más y se animaron a hacer una versión, porque no tenían nada más preparado según nos dijeron, siendo el momento de “No hay tanto pan” de Silvia Pérez Cruz, una pieza muy bonita y que les quedó muy bien gracias a esa pasión con la que la interpretaron.

Y así, tras un poco más de una hora sobre las tablas, acababa este entrañable concierto de La Mala Hierba, un dúo que, a poca sensibilidad que tengas, te mete rápidamente en su velada, con mucha pasión, dulzura y clase, pero sin olvidar ese mensaje tan claro que tienen, siempre con una visión exacta de cuál es la realidad presente, pasada y futura de la mujer.

Ahora toca esperar a que editen ese segundo trabajo que, esperemos, se publique dentro de poco y así poder disfrutar de estas nuevas canciones, además de acudir a sus directos porque es una experiencia que, como ya dije la anterior vez que los vi, os recomiendo si tenéis la mente y los oídos abiertos.

¡Una maravilla para los sentidos!

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Y así, después de esta gran velada con Javi Lost y La Mala Hierba, regresé al frio de la noche torrelaveguense tras haber disfrutado de otra velada única en esta sede de la Asociación Cultural Octubre que al día siguiente ponía punto final a sus actos por estos nueve años de trayectoria pero cuyas diferentes actividades prosiguen y en unas semanas tenemos el primer Metal Torre Fest a donde acudiré si no pasa nada.