Tras una semana para olvidar y ya de lleno en este mes de diciembre que finiquita este 2021, regresaba al Rock Beer The New tras medio mes sin haber acudido entre sus paredes, para disfrutar en esta noche de viernes de los vallisoletanos Sabakai y de los cántabros Insurrectos.
Tenía muy clara la asistencia a este evento desde que se confirmó, habiendo comprado la entrada al poco de ponerse a la venta, más de un mes antes del citado concierto, y esperando que la asistencia fuera bastante importante, habida cuenta que era la presentación en Santander del nuevo disco de Insurrectos, “Secretos y miedos” del pasado año, unida a la presencia de este cuarteto pucelano que es un proyecto paralelo que ha formado Peib Marinas al margen de Free City.
Como suele ser habitual los viernes, el horario de inicio del concierto era muy próximo a la finalización de mi jornada laboral, por lo que me marché para Santander con la esperanza de llegar a tiempo y de que hubiera una buena entrada.
A mi llegada a la sala, me informaron de que había habido un ligero retaso y de hecho se estaban aun haciendo las pruebas de sonido de ambas bandas, mientras el público, que en buen número había acudido, aguardaba que aquello comenzase.
Y por fin, casi 45 minutos después de la hora señalada en el cartel como de inicio de la velada, ésta arrancaba con Sabakai que venían presentando su único disco, “Magnetismo” del 2019, junto a algunas canciones más recientes, sirviendo, además, este concierto como presentación de los nuevos músicos que acompañan al mencionado Peib Marinas.
Sabakai
Comenzaron su actuación con ese guitarrero “Quédate”, editado en su único trabajo y con su cantante iniciando la velada abajo, presentándose y siendo una declaración de intenciones, muy pegadiza y con la gente acercándose, para continuar con la que abría su obra, “A ninguna parte”, con el bajo muy pronunciado y que también llegó bastante a la audiencia.
Turno ahora del que ha sido el último tema que han subido a las redes, “Oscuridad”, una gran pieza con un ritmo muy machacón y que realmente me gustó mucho, buscando en todo momento la interacción con la gente y agradeciendo a Insurrectos el actuar con ellos, para continuar con la que daba nombre a su plástico, “Magnetismo”, un poco más relajada pero con la batería sonando de manera atronadora, dejando un buen resultado.
Venían con ganas de liarla, como nos advirtieron desde el escenario, animándonos a bailar ahora que se puede, para continuar el recorrido por su disco con “Miedo”, un poco más cañera, con unos buenos coros y con su cantante bajando a tocar entre el público, para, tras presentar a la formación, seguir con “Cruce de caminos”, la que cerraba el citado trabajo, y en la que tuvieron muchos problemas con el micrófono que se subía y bajaba de volumen, desluciendo parcialmente un tema más elaborado.
Sabakai
Mientras afinaban, nos comentaron que la siguiente pieza era un tema nuevo, cantado en inglés y con un comienzo muy guitarrero, dejándonos una canción muy pegadiza y que me gustó mucho, avisándonos de que iba quedando poco y que había que moverse, siendo el momento de “Un tiro más”, otra de las más recientes, muy potente e intensa y que les quedó muy bien, sacando una botella de bourbon para quien quisiese beber.
La última canción que caería de su único disco fue “Ella”, dedicada a las mujeres y a su lucha, potente y muy poderosa y con un pequeño parón hacía la mitad, para continuar con ese “Calaveras”, que publicaron el pasado año, muy potente y explosivo y en el que nos retaron a que cantásemos con ellos si nos la sabíamos e hiciésemos temblar la sala.
Nos preguntaron que si queríamos otra, con afirmativa respuesta, siendo el turno de “Saudade”, otra de las que publicaron este mismo 2021, una gran pieza y en la que la guitarra sonó con fuerza, poniendo, de esta manera, el punto final a su actuación tras más o menos 45 minutos sobre el escenario..
Lo cierto es que Sabakai lo dieron todo sobre las tablas y, pese a los mencionados problemas con el sonido, consiguieron una más que aceptable respuesta de la gente a pesar de que muchos de los allí presentes probablemente no hubieran escuchado su música previamente.
Habrá que ver cuáles son los próximos pasos de la banda que, intuyo, pasen por consolidar esta formación, con más conciertos y la edición, en un breve plazo de tiempo, de un nuevo trabajo que, a tenor de lo escuchado esta noche y por los singles que han publicado, tiene muy buena pinta y supondrá un paso adelante en su sonido. Estaremos expectantes.
Y llegaba el turno de Insurrectos, esa formación que surgió en el año 2005 en Silió aunque parte de sus miembros provengan de Campó e integrada por Cheska y Dani a las voces y la guitarra, Edu al bajo y las voces y Dufa, el último en llegar, a la batería y que vienen pegando fuerte con su nuevo disco, “Secretos y miedos” del pasado año, que ha sido muy recibido por la seguidores a este estilo y del que aquí os hablamos al poco de editarse.
Pero no hemos de olvidar que la banda tiene dos trabajos previos como son el inicial “A cayo duro” del 2008 y ese más maduro “Cuando ya no queda nada” del 2012 y con los que consiguieron hacerse con un nombre dentro de la escena cántabra.
Y con el “Iguña, valle olvidado” de sus paisanos Los Nadie sonando de fondo se conjuró la banda poco antes de subir a las tablas con una intro de fondo que nos llevó de manera directa a ese “Bajo el mismo sol”, un verdadero temazo que va cogiendo fuerza progresivamente y que está presente en su actual disco.
Insurrectos
Sin pausa alguna, tras habernos saludado y seguida a la anterior, llegaba “Aun nos queda tiempo”, de su anterior obra, con un sonido intenso, muy pegadizo y con un ritmo machacón hacia la mitad, para, sin dejar ese trabajo del 2012, continuar, tras presentarse, con “19Reinosa87”, recordando al pueblo que se puso delante de las tanquetas, un verdadero himno y con la gente dándolo todo ya en primera fila.
Tras una breve pausa y después de preguntarnos qué tal estábamos, con positiva respuesta, avanzaron en su repertorio con “Dos de cal y una de arena”, de su actual referencia y es que, como desde las tablas nos decían acertadamente, nos están meando encima y no hacemos nada, muy buena, muy cantada y en donde nos animaron a bailar ahora que ya no había sillas.
Unido al anterior llegaba uno de sus primeros himnos como fue “Tu rostro encapuchado”, editado en su obra del 2008, siempre muy esperado y con la gente entregada cantándolo, para regresar a su anterior disco con “Camino de las estrellas”, el que le abría, y es que no obligan a alimentar la rueda consumiendo y produciendo, otro clásico, muy coreado y con el público disfrutando de la actuación del cuarteto.
Una de las canciones más bellas que han compuestos los chicos de Insurrectos es “La distancia más larga”, de su más reciente trabajo y que, como suele ser habitual, quisieron dedicar a nuestros mayores que han pasado dos años muy malos, de esos cortes que te van gustando cada vez más a medida que lo escuchas, para regresar a sus inicios con “Balanzas”, de su ópera prima, y que es un clásico para los que los seguimos desde entonces.
Insurrectos
De vuelta a ese trabajo del 2012, eral el momento de “Efecto Iguazú”, con ese comienzo lento y calmado para luego coger fuerza, un auténtico temazo que hizo que la gente lo disfrutase, que fue unido por la batería y la guitara de Dani con la siempre muy esperada “Acordes de libertad”, también de ese mismo disco, siendo presentada como la del gorrioncito, un grandísimo corte, que siempre es muy celebrado, ya que es un verdadero clásico y de los mejores de su trayectoria.
Sin pausa alguna y sin dejar su trabajo de hace 9 años, llegaba el turno de “Condenados al odio”, tocado a toda velocidad y también muy esperado en sus concierto, anunciando que su actuación estaba llegando a la recta final y que iban a tocar temas del disco que venían a presentar, el cual se inicia con ese “Barullo de susurros”, esa intro que empieza despacio pero luego va cogiendo mucha velocidad y fuerza y que fue unida, como en el citado plástico, con “La danza de las llamas”, con ese comienzo tan bueno y que es una pieza muy pegadiza y que gusta mucho.
Y llegábamos al final del concierto, con la banda dándonos las gracias a los presentes, a la sala y a Sabakai, aventurando una “Noches sin luna”, la que cierra su actual disco, con rotura de cuerda de Cheska, que tuvo que acabar solamente cantando, bajando entre el público y poniendo fin a su actuación después de una hora sobras la tablas.
Insurrectos
Ya no es una novedad, pero Insurrectos ofrecieron un grandísimo concierto, muy bueno y dándolo todo en el escenario, con esa gran combinación entre las voces y su música, tan característica de su personal estilo, y haciendo disftuar a la gente que, ahora sí, los pudo ver de pies y moviéndose con su sonido.
La verdad es que estos años de parón de la banda parece que les ha venido muy bien porque la formación ha vuelto con más fuerza que nunca, algo que ya vimos el pasado año, con la edición de este gran disco, y que este 2021 ha venido refrendado por sus directos, a tenor de lo que yo he podido ver estas tres veces que les he visto.
Supongo que seguirán presentando este disco durante todo el 2022 y preparando nuevos cortes para futuros lanzamientos y así que no se apague esta llama que ha resurgido con mucha fuerza.
Ya era más de la medianoche y había que recogerse que al día siguiente tenía que madrugar y el retraso acumulado hizo que saliera de Santander bastante más tarde de lo esperado, pero al menos lo hacía con el buen gusto por la doble actuación vivida esta noche y que nos trajo a unos Sabakai que muchos no conocíamos y a unos Insurrectos que se han consolidado como uno de los mejores grupos en directo de nuestra tierruca.