Por fin dejábamos atrás este mes y medio de casi inexistente actividad musical y es que parece que en febrero los conciertos están volviendo en toda su plenitud aunque todavía se sigan cancelando o aplazando algunos, pero al menos se empiezan a hacer cosas.
También mes y medio después de visitar sus paredes regresaba al Centro Social Itaca, en esta ocasión para ver en directo a Berna Serna y su banda, un artista al que descubrí a finales del 2019 en un concierto en la Asociación Cultural Los Bancos de Atrás de Unquera y que ya entonces me llamó la atención.
A finales del 2020 publicó su ópera prima, “Indiscretos”, un disco que presentó el pasado año en su Reinosa natal acompañado de Jose Luis Roiz a la guitarra, Verónica Valdezate al bajo y Ana Rincón a la batería, encargándose el propio Berna Serna de la voz y la guitarra, mismo formato con el que acudieron a Torrelavega esta noche.
Y la expectación que se creó fue tal que las entradas, aunque no eran muchas por las restricciones, se agotaron y el local presentó un fantástico aspecto, pese a tener que estar sentados, lo cual no impidió que todos tuviésemos muchas ganas de disfrutar con el cuarteto.
Con apenas diez minutos de retraso para dar tiempo a que la gente saliera de trabajar y llegase a tiempo, comenzó la actuación de Berna Serna, sonando una intro que sirvió para que los músicos fuesen bajando hacia el escenario y tomando posiciones, arrancando propiamente la velada como lo hace su disco con “Una X Millón”, pidiendo palmas a los presentes y quedando una pieza muy pegadiza.
Berna Serna
Tras saludarnos y agradecer a Ítaca el que hubieran hecho este evento y a los presentes nuestra asistencia, continuaron con “Vive el momento”, también de este primer disco el cual repasarían en su integridad, algo más guitarrera y con esos coros que te animan a cantarla, para, tras una breve pausa, ser Ana la que diese inicio a “Te quiero”, una de esas canciones que pudimos escuchar en el concierto al quien me refería arriba, sonando muy compactos y potentes, sobre todo la sección rítmica, y dejándonos ese himno a la música que tan bien les quedó.
Nos animaron a convertir aquello en una verdadera fiesta y que mejor que un tema como “Hasta perder el control”, mostrando esa voz tan personal que tiene y con un buen solo de guitarra de José Luis que encendió aun más la canción, para continuar con ese clásico del rock estatal que es “En vela” de sus paisanos de La Fuga, una pieza que no hay ni que presentarla y que fue cantada por todos los allí presentes.
Uno de los cortes que más me ha gustado de este trabajo es “A puerta cerrada”, un temazo que cuenta con una gran letra y en donde se vio a los músicos interactuar todavía más entre ellos, notándose esa complicidad existente entre los mismos, para, tras cambiar Berna la guitarra, continuar con “Soñar despierto, bajando un poco las pulsaciones, con una buena presencia de la guitarra pero sin perder esa vitalidad rítmica que la banda posee.
Nos preguntaron qué tal lo estábamos pasando, con positiva respuesta de la gente, siendo el turno de “Ayer”, con esa guitarra acústica que la dio inicio, mostrándonos un corte lento y relajado pero con fuerza, sobre todo en la segunda parte del mismo, para, a continuación, animarnos a brindar por la música, con Berna recuperando la guitarra eléctrica, siendo el momento de “En la flor de la vida”, dando caña desde el principio y dejándonos una pieza muy potente e intensa.
Berna Serna
La segunda y última versión de la velada fue dedicada a Mikel del Centro Social Ítaca, muy seguidor de Los Zigarros y es que era el momento de “¿Qué demonios hago yo aquí?”, un temazo que fue cantado con muchas ganas por buena parte de la concurrencia, tras el que todos cantamos a Verónica el cumpleaños feliz ya que ese día la bajista cumplía años, anunciando que íbamos encarando la recta final de su velada, siendo el momento de “Nuestro rock and roll” que dedicaron a Sete y Víctor de los Cantaebria,, un gran corte muy cañero.
Tras recuperar la guitarra acústica y avisarnos de que esto se acababa y había que gritar, llegaba el momento de la siempre entrañable “Paren la vida que me bajo”, empezando muy relajada y acústica para luego intensificarse, siendo despedida con muchos aplausos, para proseguir, ya con Berna con guitarra eléctrica, con el tema que daba nombre a su trabajo, “Indiscretos”, sacando Vero su bajo con luces azules, siendo una canción muy cañera y pegadiza, ideal para la fiesta y haciéndonos cantar el estribillo en la parte final.
Y solo restaba una canción del disco y ésta era la guitarrera y pegadiza “Te invito”, con ese ritmo bailable y que sirvió para presentar a los músicos y despedirse pero la gente quería otra más y la banda quiso dársela repitiendo ese “Hasta perder el control”, muy celebrada y con esos coros tan pegadizos que nos animaron a aprendernos definitivamente.
De esta manera y tras más o menos hora y cuarto sobre las tablas, terminaba la actuación de Berna Serna, con agradecimientos finales a técnicos, a la persona que les lleva el merchán y a la sala, con muchos aplausos de los asistentes.
Berna Serna
Berna Serna y su banda dieron un concierto que fue creciendo poco a poco a medida que metían más caña y se fueron amoldando al local, consiguiendo bastante complicidad con unos presentes que disfrutaron de una velada intima de muy buen rock, en momentos más intensos y en otros más relajados, pero siempre interpretados con mucho gusto.
Ya he hablado de la gran voz que tiene Berna pero no quería olvidarme de la gran banda que lo acompaña, con una gran sección rítmica, que suena muy intensa y compacta, y una gran labor de ambos guitarras, teniendo todos ellos momentos para mostrar sus habilidades.
Ahora toca presentar estos temas por diferentes lugares de Cantabria y regiones próximas y supongo que algo más adelante componer nuevas canciones y seguir disfrutando con la música de este joven campurriano y su banda, que tienen un gran futuro por delante.
Y así, tras despedirme de algunos de los presentes, me marché del Centro Social Ítaca, contento por haber disfrutado de un gran concierto de Berna Serna, al que tenía muchas ganas de ver en directo en formato eléctrico, y también con la esperanza que la música vuelva a sonar en Torrelavega como esta noche lo hizo en el Centro Social Itaca.