La Maravillosa Orquesta del Alcohol ha colgado el cartel de sold out en sus conciertos en Madrid. Este era el primero de los seis programados y los nervios se palpaban en el ambiente.
El acceso a La Riviera, a pesar de la mucha gente que se congregó esa noche en Madrid Río, fue fluido. La sala estaba a rebosar y la gente se empezaba a impacientar. Los burgaleses saltaron al escenario a las 21:05 aproximadamente para presentar su último disco: “Nuevo Cancionero Burgalés”. Los primeros versos de “Un lunes” comienzan en playback. Pocos segundos después, aparecen en escena con el look que los caracteriza: pantalón negro y camiseta blanca de tirantes. La fiesta acababa de comenzar.
“La molinera” es uno de los primeros singles que sacaron del álbum y, por supuesto, no quisieron dejarla fuera del setlist. Alvar de Pablo, el hombre orquesta del grupo y saxofonista en esta canción, se aventuró a cantar una de las estrofas dejándonos a todos los allí presentes con la boca abierta.
La M.O.D.A.
“La inmensidad”, “Mil demonios” o “Una canción para no decir te quiero” fueron algunas de las seleccionadas para recordar “Salvavidas (de las balas perdidas)”, disco que publicaron en septiembre de 2017.
Tocaron muchas antiguas y tuvieron a toda la sala emocionada, gritando, cantando y disfrutando del espectáculo. Durante “Vasos vacíos”, David Ruiz, cantante y guitarrista, aseguró que “ni de coña” será la última vez que volvían a Madrid. Y es normal, con la gran acogida que tienen los de Burgos cada vez que pisan la capital.
Sin duda, uno de los momentos más mágicos de la noche se produjo en “PRMVR”. Alvar de Pablo, que estaba viviendo el concierto con mucha intensidad, sustituyó a Gorka, cantante de Berri Txarrak, y el público empezó a hacerle los coros en euskera. Qué bonito es sentir que la música nos une, y que se apueste por cuidar las lenguas y la cultura.
Y, aunque no todo lo puede el amor, como quisieron hacernos creer, La Maravillosa Orquesta del Alcohol nos hicieron disfrutar con sus nuevos temas: “Miraflores”, “Canción de cuna” o “Tiempo de despedirse” parecían de las favoritas de las/os asistentes. Por supuesto, no faltaron algunas de sus éxitos pasados, como “Gasoline”, “Los lobos” o “Catedrales”.
La M.O.D.A.
Quisieron regalarnos un instante precioso con “Hay un fuego”. En las primeras estrofas, la voz de David Ruiz estuvo acompañada solamente del acordeón del reverendo del blues, más conocido como Joselito Maravillas, para dar paso al resto de la banda en el estribillo. En la segunda parte, el acordeón fue sustituido por el piano de Jacobo Naya y el sonido muy suave de Caleb Melguizo, a la batería. Todos, a contraluz, con una luna llena a las espaldas.
Tras un parón de unos minutos, en donde se escuchó algún que otro ¡Viva Burgos!, volvieron a saltar al escenario para finalizar una noche cargada de emociones.
“Nómadas” y “1932”, del disco “¿Quién nos va a salvar?”, junto con “Héroes del sábado” (2017) fueron las encargadas de ir cerrando boca. Canciones que se han convertido en bandas sonoras para una generación preparada y frustrada. No faltaron los agradecimientos al equipo técnico y a toda la gente de fuera de Madrid que se ha desplazado para acudir al concierto y apoyar la música en directo.
Como no podía ser de otra manera, su “Mañana me voy a Burgos” tenía que poner punto final a este concierto que a muchas/os nos será complicado olvidar. Tras una larga despedida, entre ovaciones y con el nuevo tema de Gorka, de Berri Txarrak, sonando de fondo, desaparecen del escenario a las 22:45 horas. Así clausuraron el primer pase con un exitazo rotundo.
Nota: Lamentablemente no pudimos ver a la banda invitada Memocracia por incompatibilidad de horarios con el trabajo.