Hay bandas que, a pesar de no haberlas visto muchas veces en directo, son de las que te apuntas en tu agenda cuando sabes que van a pasar cerca de tu lugar de residencia ya que sabes que vas a disfrutar con su actuación; uno de esos casos es el de Porco Bravo que en la tercera semana del mes de febrero iban a pisar la sede de la Asociación Cultural Octubre de Torrelavega.

La formación de Barakaldo está actualmente compuesta por Manu “Gallego” a la voz, Asier Domínguez “Grole” y Kapi Guarrotxenaa las guitarras y voces, Gelo “Mr. Hell” al bajo y voces y Oskar “Puro Doliva” a la batería, y no había coincidido con ellos desde hace ya 6 años cuando actuaron en un Azero´s Rock

Por lo tanto, las ganas de verlos eran muchos por mi parte, acrecentadas por su último disco, “Somos” del pasado año, que me parece un gran trabajo, siendo el quinto de la banda tras “La Piara” del 2015, “Porco Bravo” del 2014, “Grooo!!!” del 2011, y ese inicial “Show!!” del 2010, maquetas al margen.

Y allá me fui, a la sede de la Asociación Cultural Octubre a la que ya hacia unos cuantos meses que no me acercaba, ya que habían parado la actividades, y en donde siempre me siento como en casa.

Llegué con tiempo, ya que el concierto estaba fijado para las 21.30, una hora después de salir de trabajar, y así pude compartir impresiones con algunos y algunas de las presentes mientras me hacía con algo de material de la banda para ponerme al día.

Lo cierto es que, pese a que no había la cantidad de gente esperada en un primer momento, el público fue llegando de manera escalonada para que la sala, a la hora en que el concierto arrancaba, tuviera una entrada no la deseada pero si al menos bastante digna.

Y  poco después de la hora fijada y con el “The boys are back in town” de Thin Lizzy sonando a modo de intro, se subieron los Porco a la tablas con un provocador “buenas noches, Santander”, antes de lanzarse a iniciar su actuación con ese genial y directo “Al despertar”, que también da comienzo a su actual referencia y que sonó tan visceral como en dicho trabajo.

Sin tiempo que perder, la anterior fue seguida por “Mírame”, la que abría su disco del 2015 y que resultó muy pegadiza, para, tras vacilar con nosotros llamándonos esquimales, recuperar “Lasciva”, de su obra de hace 11 años, con la que consiguieron animar y meter más a la gente en el concierto.

Era el momento de lanzar al público esa cabeza de porco de goma que llevan con ellos, antes de tocar “Condenados”, de su actual álbum, muy pegadiza pero con algún problema en el micro que fue  arreglado rápidamente, siendo unida con la muy esperada “Nunca pasa nada”, de aquel disco del 2014, con todo el mundo, tanto el grupo como el público, muy motivados y entregados a disfrutar de esta velada.

Nos recordaron que llevaban dos meses sin actuar y que nada mejor que hacerlo en la Asociación Cultural Octubre, siendo el turno de otro clásico del grupo como es “Se quema”, también de su disco homónimo, muy cantado y esperado, para regresar a su actual referencia con “Últimamente”, una pieza más relajada pero muy guapa e intensa cantando Asier un poco y bajando Manu entre el público, logrando aumentar esa comunión entre banda y asistentes.

No dejaron de bromear con los presentes y, tras un breve respiro, prosiguieron el recorrido por su actual referencia, que prácticamente tocarían en su integridad, con “De cristal”, otro gran tema, pegadizo y muy elaborado y es que esos 7 años han merecido la pena a tenor del gran trabajo editado, antes de regresar a su anterior disco con otra esperada como es “Mienten”, en la que de nuevo Manu busco el contacto con la gente, empujando y consiguiendo que aquello enloqueciese un poco más y cantásemos el estribillo con toda nuestra rabia.

Con la intensidad que estaban llevando la actuación era normal que se tomasen algún respiro como hicieron antes de “Brindaremos juntos”, en la que quisieron recordar que solamente hacía un par de días que se cumplieron 5 años desde que el Pulpo, su guitarra, falleciese, dedicándolo ese corte de su anterior plástico y en la que desplegaron la bandera con el logo de la banda, dejando un momento muy emotivo.

No querían que aquello se enfriase y era el turno de “Quiero creer”, otra de su actual disco, con ese inquietante comienzo de guitarra y en la que pidieron y consiguieron palmas en la parte final, mientras continuaron con las bromas, para proseguir con “Corre”, otro de sus clásicos, en este caso de su trabajo del 2014, muy cantado por la gente que interactúo con la banda.

Sin pausa alguna llegaba el momento de “Morir o matar”, de los mejores temas de su  último disco, y eso es mucho decir, ya que es una muy buena y trabajada pieza que fue seguida por ese homenaje en vida a “Lemmy” y que registraron en su obra del 2014, en la que sacaron una botella de JB para que la gente bebiera, además de volver a enarbolar su bandera, y volviendo a bajar Manu para divertirse entre el público.

Era un buen momento para tomarse un breve respiro antes de esa locura que es “No sé”, otra de su obra homónima y que siempre es muy esperada, con Manu subiéndose a uno de los altavoces y lanzándose a un público que lo llevó en volandas por la sala, siendo seguida por “Motel”, de su disco del 2011, con Manu bajando y gimiendo con uno de los presentes.

Después de tomarse otro breve respiro, nos animaron al grito de “groo” y nos anunciaron que esto se iba acabando, confesando que no esperásemos la parafernalia que solía ser habitual en anteriores conciertos de la banda y es que ésta solo quiero mostrar su música como lo hicieron en “No te puedes marchar”, otro gran tema de su actual referencia, o en ese siempre esperado “El cazador”, de su disco del 2011 y en el que de nuevo sacaron la cabeza del porco, la cual empujaron al público para que éste se divirtiese con ella.

No había tiempo que perder y, al grito de “groo”, llegaba el turno de “Eléctrica actitud”, la que cerraba su trabajo de hace 11 años, muy rockera y con Manu surfeando con una tabla encima de parte del público, tras la que nos confesaron que no habían hecho un bis en la vida así que era el momento de tocar un par de temas, comenzando con ese himno que es “La piara”, el que daba nombre a su anterior disco, muy aclamado y con la cabeza del porco volando y que sirvió como presentación de los músicos que integran la banda.

Y para poner punto final a su actuación llegaba el momento de ese “¡Somos, fuimos y seremos!”, la que de alguna manera da nombre a su actual disco y que es un auténtico himno, para la que sacaron su bandera, reiterando sus agradecimientos y marchándose del escenario tras una hora y media sobre él.

Lo cierto es que Porco Bravo dieron un gran concierto, muy del estilo de los de antes de la pandemia y en donde nos lo hicieron pasar muy buen y parece que ellos también disfrutaron, todo ello a base de buena música y una entrega encomiable y es que se notaban las ganas que había de música en directo.

Sin duda los de Barakaldo dieron una gran actuación que, personalmente, disfruté a tope y en donde la banda hizo un repaso a su ya extensa trayectoria y, aunque siempre se puede echar de menos algún tema (en mi caso “Donante”), nadie salió decepcionado por un concierto de rock and roll 100% intenso.

No os lo penséis mucho y si pasan cerca de vuestra localidad, acudid a la llamada del Porco y disfrutareis de un gran concierto como el que nosotros vivimos esa noche de viernes en Torrelavega.

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Después de despedirme de algunos amigos, me marché de la Asociación Cultural Octubre, uno de esos colectivos que siguen contra viento y marea ofreciendo algo de cultura a la ciudad de Torrelavega y ya van para una década, acercando a artistas como esta noche a los Porco Bravo que, si no hubiera sido por ellos, es difícil que hubieran pisado la capital del Besaya. Muchas gracias por vuestra labor.