Asociación Cultural Octubre, Sierrapando, Tarragona
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Tenía muchas ganas de regresar a la sede de la Asociación Cultural Octubre, una gente que llevan ya casi diez años haciendo que en Torrelavega las cosas sean diferentes a la programación institucional y habiendo conseguido que esa nave, ubicada en el barrio de Sierrapando, sea un lugar de paso para grupos de bastante nombre tanto a nivel local, estatal o incluso internacional.
La última vez que allí estuve fue hace casi 3 meses para ver a los Porco Bravo y entre medio me había perdido, muy a mi pesar y por diversos motivos, a Hutnza, Juantxo Skalari y Leize, pero tenía apuntado a fuego la fecha del día 14 de mayo para poder ver en directo a la gente de Zea Mays.
Este cuarteto bilbaíno está celebrando sus 25 años de existencia desde su fundación en 1997 y uno de las siete fechas que, en un principio, iban a dar por tal fin les traía a la capital del Besaya, lo cual nos da una idea del lujo de lo que íbamos a ver esa tarde-noche.
El grupo está integrado, como desde sus inicios, por Aiora Rentaría a las voces y sintetizadores, Iñaki Imaz “Piti” a las guitarras, Rubén González al bajo y Asier Basabe a las baterías, habiendo editado hasta el momento los discos “Zea Mays” de 1998, “Elektrizitatea” del 2000, “Harrobian” del 2002, “Sortuz, grabitatearen aurka” del 2005, “Morphina” del 2007, “Era” del 2010, “Da” del 2013", “Harro” del 2016, “20 urte” del 2017 y su más reciente “Atera” del 2019, además de su maqueta inicial y tres singles que han editado recientemente.
Zea Mays
Tenía mucha curiosidad por ver a una banda de la que sólo había disfrutado en directo una vez y fue como teloneros de Su Ta Gar en las fiestas de Portugalete del año 2008, pero, pese a no tener muy seguida la trayectoria de la formación, la categoría de la misma está fuera de toda discusión y sin dudar me fui a dicho local.
Una vez llegué allí me tope con la cruda realidad y es que el grupo no es muy seguido en Cantabria y no éramos muchos los que allí estábamos, aunque se animaría algo a la hora de comenzar el concierto, sobre todo gracias a la amplia presencia de personas venidas de tierras vascas; según nos enteramos allí mismo, la banda quiso actuar pese a saber que no había muchas entradas anticipadas vendidas de antemano, algo que les honra.
Tras esperar en torno a un cuarto de hora para que pudiera llegar más gente, comenzó a sonar una intro de fondo mientras el cuarteto iba tomando posiciones, iniciando su velada con “Gaur”, el corte que abría su disco de hace 9 años, muy movido y con la mayoría de los asistentes cantándola, para continuar con la más cañera “Edonora” de su actual trabajo, muy intensa y con la cantante acercándose por vez primera a su mesa de mezclas.
Después de saludar y agradecer nuestra cálida acogida, continuaron repasando su último larga duración con la genial “Kea”, en donde la parte electrónica cobra mucha importancia en su inicio, para luego volverse muy cañera y animada a la vez, siendo de las que primero se te quedan de dicha obra, para, casi sin pausa, ser el momento de ese “Kemena” que daba nombre a un single que publicaron el otoño pasado, una gran pieza, muy intensa y mostrando, si no nos había quedado claro, que tienen un directo brutal.
Más lenta y tranquila comenzó “Elektrizitatea”, del disco del mismo nombre, para luego ganar fuerza e intensidad, una gran canción y con un bello final que cosechó muchos aplausos por parte de los presentes, para pasar ahora al single que sacaron en mayo del pasado 2021 titulado “Adore” y que contenía temas como ese “Zuk borroka hasi”, que arrancó con un inicio tranquilo para luego coger fuerza y seguir con un sonido machacón y potente.
Zea Mays
Regresando a su obra de hace 3 años, era hora de ese “Atera” que lo daba nombre, con un sonido bailable y un ritmo pegadizo, mostrándonos la elegancia de su propuesta musical, para, sin pausa entre tema y tema, ser el momento de “Itsasoa”, presente en su disco debut, empezando relajado para luego crecer en intensidad y jugar con esos contrastes, demostrando ser unos grandísimos músicos y éste un verdadero temazo.
Era el momento de recuperar alguna pieza de su disco de hace 6 años, siendo el turno de “Enbata” que lo iniciaba, con ese comienzo coral y dejándonos un corte muy intenso y con fuerza, para continuar con “Ilara hilobi”, de su último larga duración, otro de los que más me gustan dicha obra, muy movido y con un pegadizo estribillo y siendo en todo momento muy intenso.
Siguiendo con sus temas más actuales era el turno de ese “Adore” que daba nombre a uno de los singles que publicaron el pasado año, el cual empieza con fuerza y un ritmo bailable pero intenso a la vez, para dejarnos un estribillo muy potente, tras el cual su guitarra nos hizo gestos para que coreásemos el inicio de “Negua joan da ta”, de su obra del 2010, con un comienzo pegadizo y con la gente cantándolo en solitario, siendo una pieza muy celebrada.
Turno ahora de tomarse un breve respiro que sirvió además para que viéramos el buen ambiente que se vivía también sobre las tablas, pasando a interpretar “Bi bihotz, bi ero” de su plástico de hace 9 años, que comenzaron con fuerza, siendo un corte muy pegadizo, con partes más movidas y con la gente muy animada, siguiendo con “Eztarritik alura” de su referencia del 2016, más rápida y potente pero sin olvidar ese ritmo bailable que tiene buena parte de su música.
Zea Mays
De vuelta a su disco de hace 9 años, era el momento de “Oihu”, que comenzó relajada y calmada para luego coger un ritmo más fuerte y potente en el estribillo, otra de las que gustaron mucho, tras la que, de nuevo, nos agradecieron nuestra presencia, antes de despedirse con “Kuraia” ese single de igual nombre que editaron hace un par de meses, con la importante presencia de la parte electrónica en ese comienzo más pausado para luego intensificarse y demostrando sus vocalista sus grandes cualidades vocales, algo de lo que ya nos habíamos percatado durante toda la velada.
Y así se fueron del escenario, pero la gente quería más y la banda no se hizo mucho de rogar y regresaron para interpretar la genial “Besterik ez naik”, de su cuarto trabajo, un temazo, muy pegadizo y celebrado por toda la concurrencia, para continuar, con la gente dando palmas al ritmo de la batería, con “Hondarretik ondarroara”, de su obra de hace 15 años, con un ritmo constante, muchos efectos y su guitarra bajando entre el público, dejándonos un corte un tanto psicodélico pero que gustó mucho.
Ahora sí que llegaba el momento de la despedida definitiva, agradeciéndonos nuestra asistencia y mostrándose encantados por el trato de la asociación, siendo la última en caer “Kukutza III”, de su disco de hace 12 años, muy pegadiza y contagiosa, con una parte cantada por el batería, todo el mundo bailando a su ritmo y con Aiora tocando la batería en la parte final.
Zea Mays
De esta manera, tras algo más de hora y media sobre las tablas y entre una intensa ovación, concluía la actuación de unos Zea Mays que dieron un conciertazo, haciéndonos mover con su música desde el principio, consiguiendo la complicidad, nada más comenzar de los que ya los vienen siguiendo y conquistándonos a todos los que no los teníamos tan oídos gracias a su excepcional puesta en escena.
La banda tiene un directo muy bueno, en donde sus canciones ganan muchos enteros gracias a esa conexión especial con el público y es que el grupo tiene mucha calidad musical y vocal y unos temas que te saben atrapar rápidamente.
Lo cierto es que esa noche el grupo logró ganarse a unos cuantos seguidores en esta zona, siempre tan reacia a conocer nuevos grupos y menos si cantan en lenguas que no entienden, pero ellos se lo pierden, ya que los que acudimos salimos encantados de lo que allí vivimos; ojala vuelven más veces por aquí.
Tras adquirir su último larga duración y contrastar opinión con algunos de los presentes, me fui de la Asociación Cultural Octubre contento por lo vivido esta noche pero un poco triste por ver la escasa respuesta que grupos como éste tienen en nuesta tierruca, aunque lo cierto es que Zea Mays nos reglaron un verdadero conciertazo y eso permanecerá en nuestro recuerdo.