Después de un fin de semana lleno de actividades en el Bar Kalimba, una de las cuales os contamos aquí, llegaba al final de esta nueva edición del Rat & Roll que ha venido desarrollándose en el citado local, ubicado en la localidad de Los Corrales de Buelna, y lo hacía con la actuación de Los Panojos en sesión vermut dominical.

De este grupo llevo oyendo hablar desde hace algo más de un año ya que muchos de sus integrantes son conocidos míos o miembros de otras bandas, pero hasta esa fecha no había podido verlos en directo, así que tenía mucha curiosidad y ganas de estar en un concierto de ellos.  

Este grupo, que no tiene una formación fija ya que son muchos los integrantes que entran y salen temporalmente en función de sus otras ocupaciones, se dedica a llevar a su terreno versiones principalmente de grupos de pop y rock estatal y alguna adaptación libre al castellano de temas en inglés, siempre con la sana intención de divertirse y hacer que los demás se lo pasen bien con ellos.

Fuimos con antelación para ver un poco el ambiente, encontrándonos con la calle donde esta ubicada el local cerrada al tráfico, ya que el concierto iba a tener lugar afuera del mismo, llegando mientras la banda acababa de probar, saludando a Manolo Rock City y a Arancha con los que disfrutaríamos del concierto.

Después de la prueba y tras esperar un poco a que aquello se animase un poco más, se presentaron en ese improvisado escenario a la puerta del local en forma de septeto, con Yors a la voz y la guitarra acústica, Víctor de Cantaebria a la guitarra acústica y voz, Mikel de ADN a la guitarra y voz, Darío a la guitarra, Gus Kalimba al bajo, coros y voz, Pablo al cajón y batería y Tito de Vaquero a la batería: casi nada. A todos estos se fueron añadiendo más músicos de manera más o menos puntual a lo largo de la velada.

Tras presentarse, comenzaron a tocar ese clásico de la música estatal de los años 80 que es “Perlas ensangrentadas” de Alaska y Dinarama, muy cantado por un público que ya empezaba a llegar y a tomar la calle, para, tras saludarnos, ser Jesús el que ocupase el lugar de Pablo en el cajón para interpretar ese “Caramelos” de Los Amaya, muy coreada y con la gente comenzando a moverse.

Tras tener que cambiar Víctor la guitarra tras una rotura de cuerda y con Pablo de nuevo al cajón, era el momento de la atemporal “Tiempos nuevos, tiempos salvajes” de los geniales Ilegales, un puro clásico del rock estatal, pasando  a tocar otro tema que no logré identificar pero que hizo que aquello se animase un poco más y que la bebida circulará entre las manos de los presentes.

A esta altura del mediodía llegó Kilian, músicos que conozco de su dúo Kilian & Dori, y que esta vez se haría cargo del saxo a partir de ese instante, pasando a interpretar el mítico “Gimme the power” de los mexicanos Molotov, muy celebrado, tras el que se lanzaron a tocar “Lobo López” de Kiko Veneno, muy animado y que hizo a la gente bailar.

Nos pidieron un aplauso para toda esa gente que ayuda a los demás, siendo el turno de “El rompeolas” de Loquillo, con Víctor haciéndose cargo de la voz y demostrando su desparpajo con el micrófono, mientras Kilian se daba un paseo entre el público presente, para dedicar la siguiente pieza a un amigo de la montaña palentina, una divertida adaptación del “Another brick in the wall” de Pink Floyd que ellos han bautizado como “Nisio” y en la que nos solicitaron colaboración, incluyendo en la misma un fragmento del “Stayin´ alive” de los Bee Gees para redondear el corte.

Nos avisaron que la siguiente pieza era muy antigua, siendo el turno de “Una de dos” de Luis Eduardo Auté y en la que Kilian se tomó un breve respiro, una canción de esas que casi todo el mundo conoce, antes de continuar con la siempre movida “Superhéroes de barrio” de Kiko Veneno, corte que habían usado para probar sonido, y que fue muy celebrado.

Retomaron la parte más rockera de su repertorio con la inmortal “Yo soy quien espía los juegos de los niños” de los Ilegales, un temazo que no necesita presentación, antes de que Kilian volviese a la formación y Víctor se hiciese cargo de la voz principal para la maravillosa “Desde que ya no eres mía” de Los Zigarros, de los que sé de buena tinta que unos cuantos miembros de la banda son muy seguidores.

Mientras seguíamos disfrutando tomando algo, sonaban más temas clásicos como ese “Agradecido” de Rosendo, un verdadero himno en el que Víctor también cantó un fragmento, pasando a otro corte por el que no pasa el tiempo como es el “Hay poco rock and roll” de los Platero y Tú, con Mikel a la voz principal y en donde a Gus se le rompió una cuerda de su bajo.

Mientras se producía el cambio de cuerda, se lanzaron a improvisar ese “Viento del norte” de los cántabros Tanea, con Jesús al cajón y Víctor a la voz principal, demostrando que tienen recursos para todo, siendo ahora Chano el que se haría cargo del bajo para tocar “Mierda de ciudad” de los únicos Kortatu, en la que intercalaron trozos del “Sarri, sarri” de la citada formación irundarra.

A continuación pasaron a valorar el papel de la gente que da cobertura mediática a los grupos, para pasar a interpretar la popular “Mi gran noche” de Raphael, cantada  por Víctor, para ser Pablo quien se hiciese cargo de la batería en la genial versión del “Cocaine” de Eric Clapton, que ellos bautizaron como “Mones” en homenaje a uno de los habituales del local y amigo de la banda, muy divertida y que nos hizo pasar un buen rato.

Aquello iba llegando a su fin , pero antes Gus regresó para hacerse cargo de la guitarra de Yors que continúo solo cantando, con Tito al cajón, mientras Darío cedía su guitarra a Mikel y éste la suya a Estela para interpretar “Milana” de los Guadalupe Plata, con Gus cantando un trozo de este gran corte, tras el que nos agradecieron nuestra acogida y se despidieron, pero todos queríamos que tocasen algún más, siendo el momento de recuperar ese “Superhéroes de barrio” de Kiko Veneno, ya con la formación inicial más Kilian bajando entre el público, agradeciéndonos el que hubiéramos hecho posible esto.

Y con todo ya recogiéndose, subió El Chaval de Cobejo, ex miembro de los míticos La Humera, que, acompañado de Víctor a la batería, Mikel al bajo, Jesús al cajón y Yors a la guitarra, se lanzó a recitar unas coplas de homenaje al Kalimba.

Y ahora sí, y después de más de dos horas de actuación, terminaba esta velada con Los Panojos, que se nos pasó muy rápido y es que fue una gran fiesta, muy divertida y para disfrutar toda la familia y los primeros ellos mismo, que es lo que busca esta formación que, pese a su poco tiempo de existencia, ya ha dado muchos conciertos tanto dentro como fuera de Cantabria.

Lo cierto es que lograron en todo momento su objetivo y, pese a algunos problemillas con los instrumentos, aquello sonó muy bien y la gente presente, que habíamos tomado ya la calle, disfrutamos con estos temas, conocidos prácticamente por todos y que ellos han sabido darles su punto personal, haciéndonos movernos con su música.

Sin duda alguna, y siempre que sea posible, repetiremos y yo que vosotros me acercaba a verlos en directo porque lo vais a pasar muy bien con ellos y con su música.
 
www.facebook.com/lospanojos

Después de despedirnos de amigos, conocidos y de los miembros de la banda, nos fuimos a seguir la jornada por otros locales, contentos por haber disfrutado de esta velada con Los Panojos en el exterior del Kalimba que hicieron más ameno esa soleada mañana-tarde de domingo gracias a su música; agradecer, como siempre, a Gustavo y a el Kalimba la gran labor que están haciendo por la música en esta localidad.