Una vez más la gente de Noche de Rock me descubría a un artista interesante y es que, hacia mediados del mes de mayo, le hicieron una entrevista a Manuel Flecha, músico alcalaíno que forma parte de Musselman y Gizzard entre otros, grupos a los que yo no conocía pero de los que mis compañeros en Madrid ya habían dado cuenta en alguna que otra crónica
Lo cierto es que la música del artista me llamó la atención y cuando me enteré de que en unas semanas iba a pasar por Cantabria, decidí que tenía que acercarme por una de los conciertos que iba a dar por nuestra tierruca, decantándome finalmente por el que iba a tener lugar el primer jueves de junio en el Centro Cívico de Cudón.
El que el evento fuera en jueves me hacía dudar un poco, pero tenía ganas de volver al Centro Cívico de Cudón, el que fue nuestro único lugar prácticamente para ver en conciertos durante buena parte de la primer mitad del pasado año y al que no regresaba desde casi hacia una año. Además era a una buena hora y con la garantía de la puntualidad que siempre nos ofrecen los organizadores.
Cuando llegué al citado local, apenas estaba Oskar de Noche de Rock, el músico y alguna persona más, pero poco a poco fueron llegando conocidos y amigos, lo que hizo que aquello tuviera una buenísima acogida de un público que venía a dejarse llevar por la propuesta que el artista nos iba a ofrecer, sin saber muy bien lo que realmente íbamos a escuchar.
Manuel Flecha
Con la habitual puntualidad que caracteriza a la gente de Noche de Rock, coorganizadora del evento junto al ayuntamiento de Miengo, subió el propio Oskar a presentar al artista, al mismo tiempo que nos recordaba que la entrada era libre pero que al final del mismo había que dejar algo de dinero para pagar al músico, es decir, taquilla inversa, además de invitar a que quien quisiera a quedarse para cenar todos juntos.
Y el mismo Manuel Flecha se presentó, acompañado solamente con su guitarra acústica y su voz, y comenzó con un corte que no llegué a identificar pero con el que nos mostró su propuesta, muy intima y con mucho sentimiento, para pasar a “Other one” del segundo disco de Musselman “Weird dance” del 2015, banda en la que basaría buena parte de su repertorio, con fuerza pero con esa delicadeza que su música trasmite.
La primera versión que caería esta noche fue la del “Diamonds on the inside” de Ben Harper, poniendo mucho alma en cada nota y viendo que lo que hace lo hace porque lo vive, como veríamos en la siguiente en sonar, su homenaje al “Ain't got no, I got life” de Nina Simone, muy movido y animado dentro del contexto en el que se estaba desarrollando el concierto, con todo el público sentado para disfrutar mejor de este tipo de música.
Llegaba el turno de otro corte de los Musselman, en este caso de “Tall trees” también de su segundo plástico, que empezó tranquilo para luego ir cogiendo más fuerza y mostrando sus grandes cualidades vocales, pasando después a interpretar “Wicked mind”, del primer disco de la citada banda llamado “Musselman” del 2011, y en donde el artista volvió a poner mucho sentimiento y fuerza en la interpretación.
A la gente se la veía disftuar con estas piezas y aplaudía con ganas cada una de ellas, pasando ahora a tocar una versión del “Old man” de Neil Young, muy animada y muy bien recibida, interpretando luego “Narrow path”, la que abría la ópera prima de Musselman, y que refleja ese camino estrecho propio de los que hacen esta música, comenzando movida y con el artista cantando separado del micrófono pero oyéndosele con fuerza.
Manuel Flecha
Sin dejar la citada banda, era el turno de “Cold breeze”, que también estaba integrado en su primer trabajo, muy animado y movido, con muchos aplausos, pasando a agradecer a la organización el que hubiera contado con él y recordando próximas fechas, antes de lanzarse a interpretar una versión del “Crosstown traffic” de Jimmy Hendrix, muy bien tocada y con ese ritmo contagioso que posee.
De vuelta a los temas propios, era el turno de dos que aparecían seguidos en el primer trabajo de Musselman, comenzado con ese “Chasing the stars”, un corte tranquilo pero muy entrañable y que fue seguido, como en dicho álbum, por “Freaks”, más movido e intenso y con un sonido muy pegadizo y contagioso.
Seguía interpretando más temas, como el siguiente, que no llegué a identificar pero que era un corte muy movido, para pasar a su versión del “Trouble” de versión Ray LaMontagne, muy pegadiza, que le quedó muy animado y con un rápido final, consiguiendo otra fuerte ovación.
La siguiente la denominó un clásico en el corredor del Henares, de donde él procede, y es que llegaba el turno de la atemporal “Space oddity” de David Bowie, una pieza muy conocida y muy bien personalizada, con unos buenos guitarrazos finales, para regresar a los cortes propios con “No time to whine”, del segundo disco de Musselman, comenzando lento, ahora que no habían conversaciones, como nos dijo, siendo una canción muy relajada.
Nos aventuró con que la siguiente nos iba a llevar a un sonido más soul, siendo el momento de la conocida “(Sittin' on) The dock of the bay” de Otis Redding, una de esas piezas que todos hemos oído y que forma parte de la historia de la música, mientas el artista nos reconocía que poco a poco iban acabándose sus canciones, pasando a interpretar una versión que no llegué a reconocer pese a que me sonaba, muy animada y bailable.
Manuel Flecha
Llegaba el momento de uno de esos temas por los que no pasan los años como es el “Wish you were here” de Pink Floyd, muy bien adaptado y que fue muy celebrado cuando fue reconocido, antes de despedirse de todos nosotros, muy agradecido y esperando que nos hubiera gustado, con “Snake in the floor”, del primer trabajo de Musselman, animada, muy bien ejecutada y mostrando muchísimas cualidades.
Fue tal la estruendosa ovación, que el músico, que ya se había ido del escenario, tuvo que volver para interpretar una personal versión del “Ace of spades” de los Motörhead, dedicada a Oskar de Noche de Rock, tocada a su estilo y que le quedó muy chula.
Y ahora si, después de estar una hora y cuarto sobre las tablas, concluía esta actuación tan intima y personal que nos regaló Manuel Flecha, dando un concierto muy ameno y con un amplio y variado recorrido por temas propios y algunas versiones, siendo una maravillosa manera de acabar el jueves.
El músico se mostró muy entrañable y demostró su sencillez y su clase, tanto fuera como dentro del escenario, algo que pudimos contemplar aquellos que cruzamos unas palabras con él, lo que revela la grandeza de un artista que toca muy bien la guitarra y que tiene una voz que trasmite mucho.
Ojala ésta sea la primera de muchas veces en que puedo ver al artista en directo por nuestra tierruca, donde ha dejado un buen poso, a tenor de lo contrastado con algunas personas que estuvieron en este concierto o en alguno de los que dio durante esos días, habiendo quienes incuso repitieron.
Tras cambiar unas palabras con el artista y adquirir algo de merchán, me fui del Centro Cívico de Cudon, despidiéndome de buena parte de los presentes, agradecido porque esta colaboración entre el ayuntamiento de Miengo y Noche de Rock siga siendo tan fructífera y nos acerque artistas como este Manuel Flecha del que disfrutamos esta noche.