Sábado 11 de Junio, Sevilla, con una calor de justicia rondando y superando los 40º casi hasta la noche entrada; Por cualquier punto de la ciudad verías a gente yendo a conciertos, y aunque los estilos fueran muy variados y para distintos gustos, es una alegría enorme poder volver a disfrutar de la música en directo y si algo está claro, es que Sevilla vive de una actual muy buena salud de conciertos.

Hace poco tuvimos a Fito en el estadio la Cartuja con una gran aforo, posteriormente las mega giras de Red Hot Chili Peppers y Guns N´ Roses. Y hoy, como decía, sábado 11 volvía a sonar música por las calles, Manuel Carrasco (Si, no es nuestro estilo, pero meter a 75.000 personas en un estadio, se merece una mención y respeto), Fausto Taranto lo hacía en otra de las salas de la ciudad, y por supuesto, la banda culpable de que los aquí presentes estén escribiendo y por la cual no tuvimos dudas en decantarnos, SAUROM.

Y no es error de escritura poner en mayúscula el nombre de la banda, es que ya uno no sabe como resaltar el buen hacer, tanto en estudio como en directo de los gaditanos.

Hoy veríamos presentar, después de la dichosa pandemia, su último trabajo, “Música” (2020), aunque cabe recordar que la banda sacó recientemente “Mester de Juglaria”, donde más de 50 bandas nacionales e internacionales brindarían su homenaje con sus particulares versiones de los temas más emblemáticos de la banda, aunque esto en directo hoy no veríamos nada, puesto que no tendríamos ninguna banda invitada ni teloneros. “Música” tuvo una muy trabajada presentación mediante videoclips y anuncios en las redes sociales, en unos tiempos, que para la música, fue muy complicada también.

Sin duda Sevilla tenía muchas ganas de este concierto, prueba de ello fue la buena entrada que hubo y la extensa cola que se agolpaba a las puertas del concierto 1 hora antes, y con la calor que mencionamos antes que hacía. Sería sobre las 20:30 cuando la sala Custom abrió sus puertas, y no más de una hora después, a las 21:30 empezaría el comienzo del Show. La puesta en escena no sorprendió con nada nuevo, hay que decir que aunque el escenario no es pequeño, tampoco da un juego enorme para demasiadas cosas, ni escenografía ni muchos artificios como si nos tienen acostumbrado la banda en festivales, por ejemplo. Lo que si en esta ocasión, si pudimos disfrutar de la formación “titular” en todos sus puestos: Migue a las voces, Narci a la guitarra rítmica, coros y multinstrumentista, Raul Rueda guitarra solita, Jose Gallardo al bajo, Santi al piano y acordeón y por último Antonio Ruiz a la batería.

La primera tralla del concierto vino dada por “El Monte de las Animas” e “Irae Dei” dos clásicos y cortes largos para empezar a animar al personal, ya en la tercera escuchamos la primera de las canciones del último trabajo, en este caso fue “Amanecer”, para mi uno de los mejores temas en el disco y que funcionó genial en directo, se notó durante todo el concierto que los temas más “nuevos” tenían una acogida muy buena en el público. En el mismo orden del disco, la siguiente sería “La hija de las Estrellas”, en este punto del concierto el sonido ya se había asentado, al igual que la propia banda, que se les veía muy cómodos en el concierto y en plena sintonía con todo el público; Y  sonando, y esto fue algo general durante todo el concierto, estupendamente.

A golpe de clásicos y nuevos temas la banda nos iba “golpeando” y es que con “La Leyenda del Gambrinus” y “Músico de calle” de nuevo el público acompañó a la banda cantando casi la totalidad de las letras. Luego vino “El queso rodante” y la esperadísima “Noche de Halloween”.

Un pequeño respiro, y vuelta al trabajo, en esta ocasión Migue se enfundaría la guitarra acústica para la interpretación de “Vive” y acompañar también instrumentalmente durante varios temas con ella, al igual que en la siguiente, “Salta”, que se puso la guitarra eléctrica, con este tema tengo sentimientos encontrados, ya que en el disco fue uno de los cortes que menos me gustó, luego vino un muy divertido videoclip y le acabé cogiendo el gusto, y ahora por fin al escucharlo en directo, me resultó muy animado y muy propicio para el concierto, todo el público saltando sin parar, acertado incluirlo en el Setlit sin duda. Tendríamos un momento de respiro y más pausado con la preciosa “Soñando Contigo” en un tono más íntimo del concierto, al igual que “3,2,1... ¡La tierra!”, tema que a todos los que hemos sido padre recientemente nos da ese nudillo en la garganta inevitable, y más escuchándola en directo. Y por último de este “acto” más pausado, “Cuando nadie nos ve”.

La banda es un engranaje perfecto que hace que todo fluya desde el comienzo hasta el final sin que nada se salga de su cauce, y es un trabajo grupal que muchas bandas desearían tener, Migue es la viva expresión de ser feliz en un concierto, parece que es el que mejor se lo pasa de toda la sala, siempre con una sonrisa en la cara y trasmitiendo este buen rollo siempre, Jose es el motor escénico de un lado para otro sin parar de saltar, brincar y “brindar” con el público, la labor de Narci es encomiable, yo no sé a lo largo del concierto cuantos instrumentos sacó a tocar, siempre sin perder la concentración y la sonrisa, Raul es el “guitar hero” de la banda, y Antonio y Santi, aunque más oculto al fondo del escenario y con menos protagonismo escénico, cumplen una función fundamental musicalmente, y lo hacen a la perfección. Todo ello hace que Saurom sea un seguro de vida en directo, y una de esas bandas que es muy raro verlas flaquear un día.

Entraríamos en lo que la propia banda designaría como tercer bloque, empezando con una descripción de Miguel sobre la elaboración del Setlist y el orden de los temas, y es que según nos contaba, la idea es de que ahora viniera “la Batalla con los cueros de vino”, pero después de la consecución de temas pausados y más “tristes”, decidieron ir subiendo el ánimo más poco a poco, por ello empezaron este bloque con “Vida” y luego “Memorias de un Héroe”, para mi uno de los mejores temas que sonaron y sin ser la más animada musicalmente, la gente se animó a corearla y disfrutaron con ella. Llegó “Música”, tema homónimo de su último trabajo, donde se rinde homenaje a aquello que tanto nos hace disfrutar, tanto a la banda como al público. Y ahora sin, “La Batalla con los Cueros de Vino”, otro de los himnos, y ya van varios, que tiene la banda por bandera, y es que todos disfrutamos poniéndonos en la piel del bravo Quijote. Y sin respiro “Aquel paseo sin retorno”, potente y directo. Seguiríamos escuchando temas nuevos en directo, y quizás este fue el más esperado para muchos, “El Lazarillo de Tormes”, coreado y conocido ya por todos, quizás fuera del último disco el que contara con la mejor acogida, y me atrevo a decir que va a ser uno de los temas que no van a faltar en los setlist por muchos años y que se acabará convirtiendo en  otro himno más para los seguidores. Y por último, antes del arreón final de canciones, nos dejaron “La musa y el espíritu” para coger algo de aliento y prepararnos para la fiesta juglar.

El cuarto y último bloque sería el más alegre y festivo, y por qué no decirlo, cervecero, compuesto por 4 canciones animadas y de disfrute máximo. La primera de ella “El Carnaval del diablo”, y aunque no hubiera fuego ni saltimbanquis ni disfraces, fue un espectáculo musical en directo, al igual que el “El Círculo jugar”, donde para sorpresa de muchos, Migue, que jugaba en terreno local, fue invitado por Narci a que bajara al foso con el público y allí formara parte del círculo que se crearía, siendo casi “aplastado” por todo el público, fue todo una fiesta, y aunque parezca difícil de creer, no perdió el tipo ni el tono cantando todo el tema ahí abajo luchando como podía. Y llegábamos, tristemente, a la parte final, con “La fiesta de la cerveza” y la “Taberna” donde ya todo el mundo lo daría todo y se fundiría en comunidad con toda la banda.

Ya parecía que todo estaba acabado, empezaron a encender algunas luces de la sala, “Duermedela” (me hubiera encantado escucharla en directo) grabada, sonaba de fondo, y la banda se despidió del público, y aunque pareciera raro que no dejaran ningún bis, todo apuntaba a que la noche ya cerró el espectáculo. Pero después de una petición enfervorizada y gritando el nombre de la banda, Saurom salió de nuevo para llevarnos a muchos años a, con “La Posada del Poney Pisador”, del “Sombras del Este” (2002), la verdad es que para los que llevamos siguiendo a la banda desde sus inicios, siempre es un gusto escuchar estos temas que nos llevan a casi la infancia, esperemos que algún día se animen nuestros amigos a incluir más canciones como “Las minas de Moria, “Acertijos en las tinieblas”, “Tom Bombadil”... por nombrar unas cuantas, sé que es difícil al contar con una trayectoria tan amplia y quizás tenga menos aceptación que otros, pero yo me apunto a la petición.

Y ahora si que si, la banda volvió a despedirse y ya no hubo más sorpresas, prometieron que un rato bajarían para saludar a los que allí esperasen, algo que muchos fans valoran para poderse hacer fotos y que le firmen sus cds y vinilos. Otra cosa más de la que muchas bandas y músicos podrían aprender de Saurom.

Noche redonda, en muchos aspectos, la que nos ofrecieron los gaditanos, y es que para ellos, Sevilla es casi tocar como en casa, por cercanía y que Migue es de Dos Hermanas (Sevilla); Se sintieron muy cómodos y el público los acogió como los tiene acostumbrados, fieles y sin fallar.

Pronto siguen con una gira que no para de cosechar éxitos y buenas críticas, desde aquí les deseamos que los juglares sigan con su buen hacer y ¡esperamos verlos de nuevo en poco tiempo!.