El Azkena Rock Festival en su vigésimo aniversario puede presumir de ser un festival con nota alta. En esta edición hemos disfrutado de un cartel variado y de calidad. Una nota especialmente alta a la limpieza del recinto que ha sido impecable en todo momento. El uso de vasos reutilizables también ha facilitado la reducción de residuos y los equipos de limpieza han mantenido los aseos y entorno impolutos durante todas las jornadas.
También valoramos especialmente las facilidades que los organizadores han puesto para personas con diversidad funcional. Pasarelas de accesibilidad para personas con silla de ruedas, sordas o con poca visibilidad. Hemos disfrutado de un ambiente inclusivo en el que el común denominador ha sido la pasión por el Rock.
Y es que el ARF es un festival en el que el ambiente siempre puntúa alto, no sólo porque es la ocasión en la que sacar del armario las indumentarias más rockeras que tenemos, sino porque la convivencia y diversidad de personas que nos aglutinamos para este encuentro deja un buen sabor de boca difícil de olvidar.
Ambiente
Familias, niños de todas las edades (los cuales podían entrar gratis si tenían menos de 14 años), personas mayores, gentes de aquí y de allá… todos con ganas de sentir la llama del Azkena en sus venas.
Como notas más bajas para la organización, nos quedamos con los precios elevados de las consumiciones y la falta de un Punto Violeta, el cual ya viene siendo algo habitual en otros festivales desde hace unos años. Un espacio que consideramos necesario, más aún si tenemos en cuenta que el ARF tiene una afluencia prioritariamente masculina.
Con todo y con ello, así transcurrió la jornada del viernes 17 de junio
Ambiente
Qué ganas teníamos de volver a ver música de calidad, en directo y gratis. Y es que el ARF también nos ofrece algunos conciertos a quienes no hayan comprado entrada. La ciudad de Vitoria-Gasteiz se impregna de la llama del festival y pone a su servicio su plaza más emblemática, un gran escenario donde personas fieles al festival y otras que se acercaban por primera vez, pudimos disfrutar de un excepcional concierto de rock-blues del artista francés Alexis Evans.
El calor y las altas temperaturas de la 13:30 de la tarde nos anticipaban que el día sería caluroso, y se notó en la asistencia al concierto del niño prodigio del soul francés, ya que la Virgen Blanca no estaba tan llena como en anteriores ediciones.
Después de comer en cualquiera de las muchas ofertas gastronómicas que Vitoria-Gasteiz ofrece, acudimos a Mendizabala donde dos grupos locales empezaron la jornada poniendo el listón bien alto. Nukore que estrenó el escenario Love y presento algunas de las nuevas canciones de su sexto trabajo, actitud, garra y ruido para empezar una de las mejores jornadas del festival.
Nukore
Los también gasteiztarras The Faithless, con su teclista como última incorporación, rompieron minutos antes, las tarimas del escenario God con un concierto a la altura de este anfiteatro. Desde luego, esta ciudad puede presumir de grandes artistas del rock-metal.
En esta segunda jornada del festival, nos tocaba decidir. Una oferta muy variada y en ocasiones simultánea en diferentes escenarios, obligaba a establecer prioridades a los asistentes al evento.
Unos Surfbort desvergonzados y descarados ofrecieron un concierto colorido y marchoso en el escenario Respect mientras Lovesick Duo nos ofrecía un country espectacular en Trashville, una zona que se estrenaba con este dúo italiano y ¡con qué fuerza! Para nosotros, uno de los mejores conciertos de la jornada.
The Faithless
Los que también dejaron a un público extasiado en el escenario Trashville son los vitorianos Negra Cucaracha Terrorfolk que con sus máscaras de gas y ese sonido metálico en su voz volvieron loco a un público que no paró de bailar desde la primera nota. Y es que esta banda sigue dejándonos boquiabiertos, cuando el asfixiante calor nos deja sin aliento a la mayoría de las personas, a ellos una máscara de gas no les impide dar el 100%. Ante tanta entrega solo se podía esperar una carpa llena a pesar de las altas temperaturas.
Descubrimos algunas de las voces que creemos dará mucho que hablar, Adia Victoria, que aunque al otro lado del atlántico ya está dando mucha guerra con su blues gótico, nosotros todavía no la conocíamos. La calidez de la voz de Adia se cala hasta los huesos con ese grito desgarrado del blues que sale de sus entrañas, y la combinación con las guitarras ofrece un estilo muy personal que no dejó indiferente a nadie. Adia Victoria vino a darlo todo en el que era su primer concierto en España. Al mismo tiempo Jerry Cantrell en el escenario God ofrecía lo mejor de su gira en solitario, acompañado de su banda.
Adia Victoria
Los veteranos del rock Mad Sin surgidos en 1987 en la antigua República Democrática Alemana también nos dejaron sin aliento. Y es que con estos alemanes lo que está claro es que el espectáculo está servido. Un contrabajo como protagonista del escenario junto con los dos cantantes que con sus espectaculares crestas desbordan personalidad y presencia. Una hora de concierto que se nos hizo muy corta.
Son las diez de la noche y aunque las fuerzas flaquean, todavía nos esperan tres grandes conciertos de veteranos como Afghan Whigs, Delirum Tremens y Soziedad Alkoholika.
Unos consolidados Afghan Whigs de la mano de Dulli nos envuelven con un arranque de concierto muy enérgico. Guitarras, bajos, violín, batería y una voz nos regaló temas de su último trabajo “How do you burn?”, que demuestran que es una de las bandas de rock alternativo más importantes del panorama internacional.
Uno de los invitados más especiales de este Azkena era Delirum Tremens, la banda que ha llegado a ser calificada como la mejor banda del rock radical vasco, ha vuelto a los escenarios después de 30 años, esta vez sin el fallecido Iñigo Muguruza, pero con la misma actitud de siempre. En el que ha sido su segundo concierto de gira, Delirium Tremens atrajo a todos los nostálgicos de una época pasada que quedaron satisfechos con el espectáculo. Quienes no la vivimos, quizá no lo vimos con los mismos ojos, aun así, fue un buen concierto.
Mad Sin
Como cierre de esta jornada, al menos para nosotros, S.A. La banda gasteiztarra tocaba en casa, y por primera vez en el Azkena. Salieron a darlo todo desde el minuto uno. Una sincronización entre baterías, riffs de guitarras y solos, increíble.
Y es que si este grupo tiene algo es el espectáculo que ofrece en cada concierto, luces, fuego, humo, y música con muchos decibelios. Por supuesto, no faltaron los pobos y en una noche en la que parecía que las altas temperaturas nos daban una tregua, Soziedad Alkoholika volvió a subirlas con sus letras reivindicativas y su garra.
Una segunda jornada del ARF increíble que nos dejó agotados y extasiados. Difícil elegir el mejor concierto, mucho nivel, variedad y alma.