Por séptimo año consecutivo Insonoro estuvimos en el Z Live Rock Fest de Zamora, al fin pudimos presenciar la resurrección del festival en todo su esplendor: (de pie y sin mascarillas), y batiendo records de asistencia, este año el Z! congregó a màs de 10.000 personas desde el Jueves gracias su saber hacer y a los cabezas de cartel como: Destruction, Blind Guardian, Lacuna Coil o Korpiklaani.

Ataviados con ropa cómoda y fresca nos dispusimos a viajar hacia Zamora, acompañados de una playlist que nos adelantaba lo que nos esperaba este fin de semana. No pudimos asistir a la que se montó el Jueves en Toro con la actuación de Destruction, pero todo el mundo habló del bolazo que se marcaron. Eso sí, el Viernes hicimos cola en la entrada esperando la media hora de retraso que hubo para obtener nuestras pulseras y entrar al recinto.

Lo mejor del Z! es encontrarse con amigos y conocidos de todas partes con los que solo coincidimos en este evento anual. Allí también nos juntamos con la gente de Noche de Rock que cubrieron el festival pero desde el público dándole otro enfoque, en su web y programa de radio podéis leer y escuchar su experiencia ya que han grabado un especial sobre el festi.

Comenzamos con un plato fuerte, los Sin Control que ya conocíamos de una de sus primeras ediciones, descargaban toda su rabia con su tema “Tiempos Duros”. Ellos inauguraban el Copper Stage (segundo escenario del Z!). El aire caliente inundaba el ambiente, menos mal que a esta hora el escenario ya proyectaba algo de sombra. Pudimos ver a un Manu Acilu disfrutando como un crío chico tocando riffs con su guitarra y a su vocalista El Manu dejándose la voz en cada tema. Esta banda gana muchísimo en directo, tanto por su actitud e interacción con su público como por su sonido, los chicos lo dan todo allí arriba. Sabemos que es difícil abrir un festival a primera hora pero ellos tuvieron un buen feeling con su público. Solo tuvieron media hora para tocar, así que escogieron los temas como: “No puedo mas”, “Ningún dios” o “Nuevo amanecer” para desahogarse en el escenario, gusta ver a una banda pasarlo bien ahí arriba. Para despedirse tocaron su tema “Hondo”.

Una de las cosas que nos nos termina de convencer es lo de tener que correr de un escenario a otro, algo que tenemos que hacer los que queremos ver a todas las bandas y se nos hace muy incomodo. Pero imaginamos que a la gente no le gusta esperar quince minutos entre actuación y actuación… ¡Somos de los que pensamos que menos es más!

Aprovechamos cada viaje para pedir más y más agua en las barras, ojeamos rápidamente el Metal Market y nos fuimos hacia el Silver Stage (escenario principal) a escuchar a los siguientes en tocar. Nada más entrar al auditorio vimos las dimensiones descomunales del escenario que habían montado este año, el más grande hasta la fecha.

Con su thrash metal los portugueses Revolution Within no anduvieron con rodeos, llegaron a fuego dispuestos a partir cuellos. El calor que hacía era desmesurado, los valientes aguantaban en primera fila, y el resto nos refugiábamos del sol dónde podíamos. Tanto la banda anterior como a esta ya las habíamos visto en otras ediciones, no entendemos muy bien el por qué de repetir bandas año tras año, pero bueno.

En su setlist cayeron temas como "From madness to sanity", "Silencie" y "Take You Down" entre otras. Su vocalista Rui Raça pidió un circlepit y unos pocos se animaron a contentarle, la gente estaba ansiosa de volver a disfrutar de un festival en condiciones y eso se pudo notar durante todo el fin de semana. Tras cuarenta minutos de tralla dieron finalizada su actuación y marchamos de vuelta al Copper Stage.

Los siguientes en salir al escenario fueron Arwen, banda que nos sorprendió enormemente y que descubrimos en esta edición. Decir que nos encantó, tanto por su voz como por el sonido de su rockmetal melódico que nos recordaba a un hardrock muy atractivo. Los madrileños abrieron con "Hollow Days" y "Crying Blood".

Alternaron temas de sus dos últimos álbumes titulados "Illusions" (2005) y  "The Soul"s Sentence" (2018). Presentaron a su nuevo teclista David Muñoz al cual le pudimos notar muy motivado, y a eso de las siete de la tarde se despidieron con el tema "Torn from Home", entre fuertes aplausos finalizaron su actuación. Esperamos tenerles por el norte del país y verles en sala.

Los fineses Beast in Black tenían una hora para hacernos pasar un buen rato, comenzaron muy épicos dándolo todo juntando sus temas "Blade Runner" y "From hell with Love". Molan mil, las cosas como son. Con tremendo subidon de música pop y disco ochentera mezclada con power/heavy metal y riffs de guitarras a lo loco pusieron todo patas arriba, se podía ver a toda la pista saltando al unísono.

Menuda versatilidad vocal que tiene el cantante griego Yannis Papadopoulos que, en ocasiones parecía estar cantando una mujer. Tocaron temas de sus tres álbumes "Berserker" (2017), "From hell with love" (2019) y "Dark Connection" (2021). Con una lona gigante tras sus espaldas, guitarras de colores chillones y coreografías vacilonas dieron un gran espectáculo. La relación e interacción entre espectadores y banda fue de diez. Teníamos muchas ganas de verles, al igual que toda la pista casi llena de gente. ¡Su actuación se nos pasó volando! Y como en un partido de tenis marchamos hacia el otro escenario.

Era el turno de Hiranya. Agresividad y Metalcore a fuego. La voz de su vocalista Sara se adapta desde un canto delicado a unos guturales muy bestias. Su bajista Jio no pudo acompañarles en esta ocasión pero Iñigo de Descent le pudo cubrir en este evento. Presentaron a su nuevo batería  Iván Méndez. Si hay algo que siempre comentamos de las bandas jóvenes es que lo que tienen que tener es actitud, y a estos chicos les sobra. "Breathe In" (2016) y "Breathe Out (2019)" son sus dos trabajos musicales y alternaron temas de ambos dejándose la piel sobre las tablas.

Nos dejaron con la boca abierta porque fueron aplastantes, pura dinamita en concierto. Para finalizar lo hicieron con su tema antiguo "Lost". Fueron uno de los descubrimientos del festival.

Desgraciadamente no tenemos mucho que comentar acerca de Moonspell, ya que su estilo musical se aleja mucho de lo que estamos acostumbrados a escuchar, y aunque son buenos en lo suyo y fueron muchos los que les proclamaron cabezas de cartel, su concierto con temas pesados y lentos se nos hizo eterno. Tuvieron una hora en el Silver Stage para tocar sus éxitos tras los treinta años que llevan en el escenario, creemos que con su tema "Vampiria" y su gothic metal invocaron la tormenta que se nos avecinó minutos más tarde, el cielo se tornó negro con relampagos de fondo, fue una escena digna de cine.

Para terminar los portugueses descargaron su energía con sus ya míticas "Alma Mater" y "Full Moon Madness" cantando al unísono con sus fans que no eran pocos, y con las mismas nos trasladamos de escenario.

Hace tiempo que Morphium son Alex Bace y James Lamb, (aunque éste último no pudo estar en esta actuación) y es que cada vez que les hemos visto han ido cambiando toda la formación, excepto ellos dos. Pocos éramos los que nos juntamos en su bolo, y es que la mayoría de gente aprovechó para hacer larga cola en los puestos de comida. Como esperábamos, Alex Bace nunca defrauda en directo, tiene una actitud muy bestia para animar a sus seguidores. El momento más épico de la noche fue cuando comenzó a caer una tromba de agua en mitad del bolo, una lluvia de verano con unas gotas enormes que cayeron desde el cielo espabilándonos al unísono del concierto, muchos de los asistentes marcharon a refugiarse para no acabar empapados.

Tocaron temazos de "The Blackout" (2016) y "The Fall" (2021). Como era de esperar en este tipo de actuaciones hubo algún personaje de primera fila al que se le fue la pinza y estuvo venga a tirar las vallas del foso molestando así a los demás asistentes y a la prensa. Pero nos quedamos con lo bueno, los músicos tocaron excelentemente, también hay que valorar cuando se dejan la piel en interactuan con el público. Tras finalizar su hora aprovechamos para cenar algo.

Era el turno de la banda finlandesa Korpiklaani, folk metal alegre, con con violín y acordeón incluidos. Todas las actuaciones del Silver Stage concentraron a la mayor parte del público, y aunque eran una de las bandas más esperadas hay que reconocer que su actuación dejó mucho que desear, ni fue el mejor setlist escogido ni su vocalista brilló especialmente, ya que sonaba mucho ruido. Korplikaani es una banda festiva, pero desgraciadamente aquello se alejaba de lo que presenciamos. Tocaron el tema "Jägermeister" con el que el público se animó un poco, pero pese al casi lleno de gradas y pista, a pocos se les veía realmente motivados.

Fue un concierto de una hora y media y se nos hizo algo largo. Unas gotas cayeron del cielo mientras unas nubes con agua se alejaban. Llegando al final tocaron el tema "Tequila" con el que la gente se animó en el último momento a bailar y saltar. Entre aplausos abandonamos el auditorio.

Marchamos hacia el otro escenario a ver a Vita Imana. Vistos recientemente en otro festival solo podemos decir que es una banda de directo, dónde te hacen partir el cuello. La actitud de sus integrantes es de sobresaliente, tienen una tralla impresionante. Su frontman se ganó a los asistentes en dos segundos.

Sus timbales te hipnotizan, imposible apartar la mirada de su percusionista Miriam la cual no paraba de mover la melena y darle un ritmo frenetico a la noche. Cuentan con una puesta en escena brutal, metal extremo en estado puro. No es fácil mantener a la gente a tope de principio a fin y ellos lo consiguen, hubo pogos durante todo el bolo, la gente se lo pasó muuuy bien. Cenamos algo y cambiamos de escenario.

Rafa Basa salió al Silver Stage para dedicar unas palabras de agradecimiento al Ayto. de Zamora y también a la organización del Z Live, y como animó al público: "¡Al fin un Z! sin mascarillas!".

Era el turno de Avalanch. Salieron a escena Mike Terrana a la batería, Alberto Rionda y Jorge Salán a las guitarras, Nando Campos al bajo cubriendo a Dirk, Pablo Navarro a las teclas sustituyendo a Manuel Ramil, y el nuevo vocalista Alirio Netto para tocar "El peregrino" de su último trabajo grabado "El Secreto" (2019), un buen álbum que no pudieron defender bien en directo. Y es que a parte de no tener un sonido muy bueno, muchos espectadores coincidimos en que su vocalista no ha sabido encajar en la banda, no por su actitud que fue buena, sino tanto por su registro de voz como por no saberse las letras, algo que le hizo no estar cómodo como es evidente, ...es algo que le puede pasar a cualquiera, pero tendrían que haber pasado más tiempo ensayando.

Su estilo musical más cerca de orquesta que de la banda en sí no pegaba nada. En "Antojo de un dios" su vocalista alargó su brazo apuntando a la gente con su micrófono, el publico respondió encantado cantando una bonita estrofa, de esas que todos llevamos grabadas en el corazón: "La amaré, la honraré, solo en sueños la tendré, sufriré, lloraré, por su vida velaré"...

Y es que esta banda ha acompañado durante muchos años a los heavys de este país. No obstante creemos que sería un buen momento de parar el nombre "Avalanch" y centrarse en hacer otros proyectos. Los músicos tienen buena actitud, pero de todas las veces que les hemos podido ver en directo esta ha sido de las más bajas. Nos gustaron los solos de guitarras, tanto los de Rionda como los de Salán.

Tocaron "Pies de barro", "como los nuestros" pensamos, que tras las horas de pie en el festival ya les sentíamos doloridos. Teníamos alguna esperanza con el nuevo vocalista tal y como nos lo había vendido Rionda en una reciente entrevista, pero nada más lejos de la realidad, nos defraudó bastante, y es que las comparaciones son odiosas. No dudamos de la calidad de todos sus músicos, pero desde luego este no fue su día. Otros clásicos que nos desilusionaron fueron "Alas de cristal", "Papel roto", "Lucero" y "Xana", y es que somos de la opinión que si no puedes mejorar algo, debes dejarlo como está, en la espantada general que hizo el público está la prueba de que compartíamos opinión.

Eran varios los que esperaron hasta las dos de la mañana para verles, pero parece que no gustó el resultado. El estribillo de "La flor en el hielo" nos vino como anillo al dedo llegando al final del concierto. Todos salimos con un amargo sabor de boca, y es que nos inundó un sentimiento de decepción. Basta con leer los comentarios en la publicación del festival de dicha actuación, ahí tenéis la opinión genérica de lo que vivimos. Tras el obligado intercambio de opiniones sobre su actuación con hermanos asturianos marchamos al Cooper Stage.

Hacia las tres de la noche comenzaban Southern, tributo a Pantera. Estos chicos conquistaron a los que allí quedaban con ganas de tralla. Demostraron saber como ganarse al público con una muy buena actitud tocando los temas míticos de los estadounidenses. Desgraciadamente y después de hacerles unas fotos nos retiramos a descansar, eran muchas horas las que llevábamos allí y se hace muy difícil aguantar hasta el final.