Ya he comentado en alguna otra ocasión que no siempre se puede ir a todo lo que a uno les gustaría y a veces te pierdes conciertos de grupos a los que, en otras condiciones, hubieses ido con los ojos cerrados o tardas en volver a salas por coincidencias con otros eventos.
Este segundo viernes del mes de junio iba a saldar dos cuestiones que tenía pendientes: escuchar en directo el nuevo disco de Medussa, ya que su presentación me había coincidido con otro evento que ya tenía programado desde hacía tiempo, y, por otra lado, regresar al Rock Beer The New después de estar más o menos un mes y medio sin poder acudir.
En esa fecha el cuarteto santanderino iba a estar acompañado por los catalanes Maragda en lo que iba a ser una curiosa unión de dos bandas con propuestas muy diferentes pero a la vez muy interesantes, por lo que, sin pensármelo mucho, me apunté esa día en mi agenda y, cuando éste llegó, me acerqué a la sala santanderina.
Al llegar al Rock Beer The New ya se veía en sus inmediaciones un buen puñado de gente, lo que hacía prever que, una vez más, el poder de convocatoria de los Medussa fuera tal que dicha sala tuviese una gran entrada, rozando el lleno.
Tras esperar un poco a que fuera llegando la gente por aquello de ser día laborable, aproximadamente veinte minutos después de la hora fijada subían al escenario los chicos de Maragda, un trío que se forma en el año 2020, que está compuesto por
Marçal al bajo, teclados y voces, Guillem a la guitarra y voces y Xavi batería y voces, y que han publicado el pasado otoño su primer disco “Maragda”: como se puede ver, no han perdido el tiempo.
Maragda
Con una intro sonando de fondo, fueron tomando posiciones, para comenzar su actuación como lo hace el disco que venían presentar, es decir con “The core as the whole”, el cual se inicia de manera relajado y con los teclado asomando en esta primera parte, siendo un tema muy pegadizo y animado y que ya nos puso en antecedentes de lo que nos iban a ofrecer, siendo seguido, como en el mencionado trabajo, por “The Calling”, casi sin pausa, muy movido y jugando muy bien con los coros en este estribillo tan pegadizo, dejándonos un corte que me gustó mucho.
Tras cosechar muchos aplausos por parte de los asistentes, pasaron a presentarse y seguir su velada con “Parks”, un tema que no aparece en su disco y que es más relajado pero intenso, con un bello solo de guitarra y que les quedó muy bien, siendo seguida por una pieza que anunciaron como nueva y que se titulaba “Berserk”, muy potente desde el principio y con unos coros muy pegadizos en el estribillo, siendo de las que más me gustaron de su repertorio.
Siguieron con otro corte no publicado hasta la fecha y que llevaba el nombre de “Divination”, el cual empezó potente y con la sección rítmica muy machacona pero con cambios de intensidad y unos coros muy psicodélicos, tras el cual nos avisaron de que iban encarando la recta final y nos agradecieron nuestra acogida, siendo el turno de una que si está recogida en su disco, “Beyond the ruins”, que comienza con un sonido guitarreo y cañero, con el bajo tomando mucho protagonismo, siendo de las que primero me entraron de la banda, con muchos y logrados contrastes y ese ritmo para mover la cabeza acompañando esos coros tan pegadizos.
Maragda
Sin dejar su único trabajo hasta la fecha, era el momento de “Hermit”, un verdadero temazo, con muchos contrastes de sonido y en donde las voces cobran mucha importancia, antes de anunciar que iban acabando ya, avisándonos de que tenían puesto de merchán con material de la banda, siendo el momento de “The blue ceiling”, la que cierra su disco, con ese inicio relajado de guitarra para luego coger velocidad y dejándonos una pieza muy bien trabajada.
Y se despidieron de todos nosotros con un corte nuevo llamado “Rock zep”, que, como ellos mismos definieron, es una pieza muy rápida e instrumental, con la que dejaron el escenario entre agradecimientos y después de estar más o menos 45 minutos sobre las tablas.
La verdad es que me gustó mucho la propuesta de Maragda, con ese sonido tan personal que tienen y que todavía gana más en directo, como pudimos observar esta noche, donde fueron poco a poco ganándose el interés de un público que, probablemente, no los hubiese escuchado previamente.
Aprovecharon su poco tiempo en el escenario para hacer una actuación muy envolvente y es que la banda te atrapa con facilidad en su sonido y te hace viajar con ellos, ya que no puedas dejar de prestarles atención, todo ello bajo una canciones que me han gustado mucho.
Habrá que seguir la evolución de este trío barcelonés que parece tener mucho futuro por delante a tenor de lo visto esta noche y de la calidad de este primer disco, el cual supongo que no tardará mucho en tener un sucesor que, si contiene temas como los que oímos aquí esta noche, va a dar que hablar.
Afortunadamente el cambio entre grupo y grupo fue bastante ágil, algo que agradecí ya que no hay nada más tedioso para un espectador que una espera larga entre bandas y, poco después de acabar la velada de sus compañeros de cartel, teníamos sobre las tablas a los Medussa, con la gente ya acerándose a las primera filas.
A este cuarteto, formado ya hace una década, compuesto por Fernando Navarro y Juan Gutiérrez a las guitarras, Alfonso Borbolla al bajo y Javi Arias a la batería y que ya tiene 4 trabajos en su discografía, “Ocho” del 2014, “100.000.000 de años” del 2016, “La palabra ha muerto” del 2018 y este “Xibalbá” que publicaron el pasado mes de febrero, le he visto unas cuantas veces en directo, la última ya hace casi dos años.
La banda arrancó su andadura con la misma canción que abre su último disco, “El cerro”, esa intro que fue tocada con mucha delicadeza y que enlazó, como en el citado trabajo, con “Xibalbá”, la que lo da nombre, un potente y muy bello tema, con bastantes contrastes y demostrando saber hacer buenas composiciones, muy intenso y muy aplaudido por los allí presentes.
Siguiendo con este disco que venían presentando y que sería la columna vertebral del concierto, llegaba el momento de “Anosognosia”, con un comienzo más seco y un sonido muy potente y machacón, con la batería y el bajo sonando con mucha fuerza, para luego ofrecernos un genial solo de Fernando y un fantástico final.
Después de afinar, llegaba el momento de recordar su segundo disco con el corte que lo abría, “Distopía”, un clásico ya, con ese inicio potente y un sonido pegadizo y que se te graba rápidamente, mientras el bajo tomaba protagonismo hacia la mitad de la canción y las guitarras sonaban como si cantasen, antes de ese intenso y cañero final.
Tras una nueva pausa para afinar, regresaban a su actual plástico con “Terror háza”, con ese palm mute inicial, comenzando suave y con un sonido cortante, para luego intensificarse y meter mucha caña, dejando una maravillosa pieza auténticamente demoledora.
Medussa
La anterior fue seguida por su compañero de disco “Ningen sengen”, un temazo brutal que, como todos, gana muchísimo en directo, con un sonido muy crudo y que juega con esos contrastes de intensidades que dan mayor frescura al corte, para, tras afinar, continuar con la que cierra su actual obra, “Morpho azul”, con un comienzo intenso y cañero, conteniendo partes muy guitarreras y variaciones de ritmo, para luego relajarse en la parte final y dejarnos una canción muy lograda.
Y llegaba el momento en que la banda se despedía de nosotros con las manos y algún hasta luego antes de interpretar esa maravilla que es “Continentes”, esa extensa pieza que estaba recogida en su anterior disco, iniciada con ese sonido relajado tan conocido por sus seguidores y que estalla en la segunda parte de la canción, para, en la parte final, volver a relajarse aunque luego volver a coger velocidad, una verdadera maravilla con la que hicieron amago de irse.
Sin embargo, y ante la insistencia de la gente, nos tocaron una canción más, en este caso un corte llamado “Autodomesticación” que no conocía y que empezó con potencia, un tema muy cañero e intenso, con las partes de bajo marcadas, ralentizándose un poco hacia la mitad y luego metiendo caña hasta el final.
De esta manera concluía la actuación de unos Medussa que estuvieron en torno a 70 minutos sobre las tablas y nos ofrecieron un concierto muy intenso y potente, con la banda metiéndonos en su ambiente y es que su música te engancha todavía más en directo de lo que lo hace en estudio.
Medussa
Musicalmente dieron un concierto muy muy bueno y es que son unos músicos con una calidad fuera de toda duda, con un amplio recorrido en la escena cántabra y que han sabido dar a su estilo un toque personal y, sobre todo, hacer grandes canciones y que cada disco supere al anterior.
Seguiremos disfrutando de este recién estrenado “Xibalbá, que por supuesto os recomiendo, y de sus conciertos que son todavía más interesantes ya que nos muestran todo el potencial de la banda en su máxima expresión.
Nada más acabar dicho concierto y con algo de merchán de ambas bandas, me fui del Rock Beer The New donde, una vez más, disfrutamos de buena música, descubriendo a los más que interesantes Maragda y confirmando que Medussa son uno de los grupos de mayor calidad que tenemos en nuestra tierruca y que seguro darán mucho que hablar también fuera de aquí.