Comenzamos la jornada del sábado descansados y con muchas ganas, ¡íbamos a ver a Blind Guardian!

Blaze the Trail fueron los encargados de abrir el segundo día del festival, y madre mía de qué forma lo hicieron. Les descubrimos antes de la pandemia en Gijón, y si algo no les falta a los pucelanos es actitud. Abrieron con "Saviours" y "Empty Words". Entre riffs limpios y caña veloz a ritmo de metalcore no cesaron los saltos de sus integrantes. Después de que nos pidieran hacerle hueco, su bajista se bajó del escenario a tocar en mitad de la campa mientras algunos animados asistentes corrían y saltaban alrededor suyo creando así una estampa para recordar.

Continuaron con sus temas "Skin and Bones" y "Kill the system". Desde luego es otra de las bandas que gana mucho en directo, la motivación e interacción de su vocalista Diego durante todo el bolo con su público fue reciproco. Subestimados por ponerles a tocar a esa hora, demostraron que pueden con todo, se comieron el Copper Stage con "When worlds collide" y "I Am You/You are me". Chapó por ellos.

Desde Salamanca llegaban 1945, banda heavy liderada por una activa vocalista.

Tocaron temas de su último álbum titulado: "Heavy Metal is not for Sale" como el corte "The Perfect final". Poco a poco iban llegando asistentes y pudimos observar como el grupo se les metían en el bolsillo. Mientras unos pocos buscaban la sombra en las gradas (tarea difícil), los demás se congregaban delante del escenario para disfrutar de un buen heavy. No hacíamos más que intentar refrescarnos con abanicos o algún ventilador a pilas, y pedir botellines de agua de dos en dos, el calor a estas alturas era insoportable. Destacamos a sus guitarras y su inagotable frontwoman Sheyla que no paró de animar a los asistentes y darlo todo sobre el escenario. Cerraron con el himno "The Ace of Spades", tras el cual volvimos al Copper Stage.

Hacemos un breve break para comentar que vemos acertado el hecho de que padres lleven a sus hijos de entre 1 y 10 años de edad a festivales, pero es muy irresponsable por su parte que no les pongan la protección auditiva adecuada dado los decibelios que allí se concentran.

Llegaba el turno de Daeria, que en el escenario pequeño congregaron a bastante gente. Comenzaron con su tema "Miedo" de su último trabajo de powermetal "Alter" (2020). Tras unos problemas que les hicieron sonar mal al principio, consiguieron salir del paso y sentirse más cómodos. Si es cierto que cuando les escuchamos no nos pegaba mucho el estilo de su vocalista con la música pero poco a poco nos fueron encajando. Se les veía muy animados haciendo lo que más les gusta, sus integrantes tuvieron muy buena actitud y fue una actuación que nos sorprendió. Nos gustó especialmente la animada y pegadiza "Luz de luna". La voz de Ángel Ortiz nos recordaba en algún corte a la de nuestro cántabro Raúl Galván (Emboque).

En primera fila pudimos disfrutar de su tema "Laberinto" dedicado al duque David Bowie, de su anterior álbum "Fénix" (2018). Para acabar escogieron "Siete mares", "Fénix" y "Reina de corazones" con las que se despidieron entre fuertes aplausos.

Fleshgod Apocalypse fueron los siguientes en tocar. Varios italianos llenaron el escenario del Silver Stage con unas melenas que movían al unísono, con una base siniestra de death metal sinfónico nos llamaron mucho la atención. No es un estilo de música que escuchamos pero reconozco que esta banda impresionan y para bien. Te sumergen a su antojo con sus ritmos y cánticos. Cuentan con una puesta en escena victoriana con sus largos trajes y dónde hasta los instrumentos están customizados al detalle, cuentan también con una soprano cantando en algunos de los temas, la cual nos dedicó unas palabras en castellano y nos pidió dar palmas, cosa en la que participaron gran parte de los asistentes. Entre su escenografía y el cielo cubierto que nos acompañaba, nos pareció todo muy épico. Nos cayeron cuatro gotas, tal vez se repitiese lo del día anterior. Hubo bastante gente en las gradas pero más se amontonaron en la pista. De repente un dinosaurio bailón entró en el recinto y todas las miradas se dijeron hacia él, la gente no dudo en hacerse unas fotos con el salado disfraz.

Hacia las ocho de la tarde y tras lo que creemos que fue una invocación a la lluvia, nos cayó la del pulpo. Obviamente y para nuestra desgracia eso causó estragos, en cuestión de minutos la gente fue abandonando sus asientos de las gradas, posteriormente parte la gente de la pista les siguió, y es que nos tuvimos que refugiar en los baños del auditorio, eso sí, no había hueco para todos los que éramos. A falta de tocar un tema los italianos tuvieron que terminar su actuación tras irse la luz,  mojarse por completo el escenario y ver tambalearse el escenario por el viento, fue necesario un parón.

Los minutos pasaban y aquella lluvia no parecía amainar, era una santa tormenta de verano, con gotas enormes y truenos encima de nuestras cabezas. Unos optaron por quedarse en los baños y barras, otros por refugiarse bajo las carpas o cobijándose bajo cualquier recoveco, algunos en los coches y otros decidieron mojarse directamente, como decimos los del Norte entre risas: "¡Esto son cuatro gotas!". Más tarde nos mandaron abandonar la pista del auditorio por posible riesgo.

Decidimos que era buen momento para ir a casa a ducharnos y cambiarnos de ropa para volver secos y cómodos, tras un cuarto de hora el festival anunció en sus redes que se suspendía la actuación de El Altar del Holocausto, ¡nos quedamos sin homilía!. Fue un palo para nosotros, pero entendemos que por las inclemencias meteorológicas se quedaran sin tocar.

Paseando de lado a lado vimos como empezaron a preparar lo que iba a ser el set de Lacuna Coil en el escenario grande y de Bloodhunter en el escenario pequeño.

Eran las diez de la noche y seguíamos sin noticias del festival, todo eran dudas, incertidumbre y especulaciones: ¿se cancelaría? ¿se retrasaría? ¿cambios de horarios? ¿qué bandas se quedarían fuera?, fue un fallo enorme el que no hubiera más comunicación con el público, entendemos lo mal que pudo pasarlo la organización, pero tener a cientos de personas durante dos horas sin la menor idea de si se va a posponer el evento o no es un caos.

Tras dos horas de la última comunicación del festival hicieron un comunicado en sus redes sociales que comenzaba así: "Hemos decidido SEGUIR ADELANTE con el festival…tanto Lacuna Coil como Blind Guardian están dispuestos a tocar para vosotros..." palabras que nos dieron esperanzas, pero que para los que estábamos "en pause" nos parecieron llegar muy tarde…

A eso de las doce menos cuarto de la noche, estando todo el público reunido en el Ruta de la Plata los italianos Lacuna Coil hacían su aparición uno a uno sobre escenario, ¡the show so must go on!

Las más de cuatro horas de parón causaron estragos y decidimos acomodarnos en las gradas, desde allí presenciamos la actuación de una de las bandas más esperadas de la noche.

Hasta el segundo tema no sonaron como deberían, entonces pudimos disfrutar de todo el esplendor de los gothic metaleros sobre las tablas, banda que se entiende y complementa muy bien en el escenario. La combinación entre las voces melódicas y guturales hacen un tándem perfecto, vimos a la vocalista Cristina Scabbia en perfecto estado vocal y físico (habiendo cumplido la misma semana los 50 años) dándolo todo junto al cantante masculino Andrea Ferro interactuando y armonizándose entre ambos. Esa noche admiramos la interpretación de toda la banda; guitarras, voces, batería, bajista… todo muy bien integrado bajo un buen espectáculo de luces que se pudo disfrutar más en plena noche.

Su frontman Andrea preguntó a todos los que allí se congregaron si tenían un poco más de energía para cantar un par de temas más, el público receptivo respondió afirmativamente y tocaron "Reckless" de su álbum Black Anima (2019), tema en el que las dos voces quedan especialmente bien juntas, lo cierto es que forman un dúo espectacular.

Era evidente que los retrasos iban a ocasionar recortes de setlist en todas las bandas, cuarenta y cinco minutos tuvieron los de Italia para hacernos cantar sus míticos temas. Escogieron "Nothing stay in your way" para finalizar su show entre una gran ovación que les regaló su público que llenaba la pista.

Según íbamos saliendo del recinto oímos tocar a la banda Bloodhunter, los de Galicia descargaban su potente metal extremo en el Copper Stage mientras hacían retumbar todo el escenario inundado por una luz roja. Vimos interactuar a una enmascarada Hyphernia (cantante de Death and Legacy) con una asombrosa Diva Satánica durante su show. La vocalista nos pasmó con su potente registro vocal. La banda, cañeros y dejándose la piel sobre las tablas. Su estilo musical es demasiado fuerte para nosotros, sintiéndolo mucho después de sacar unas fotos aprovechamos para ir a cenar, ¡que vaya horas!

En ese momento hicimos cola en los foodtruck para cenar, recomendamos el puesto de Papa of Rock en el que tenían unos bocadillos de carne y de panceta que se deshacían en la boca, realmente deliciosos, aunque la verdad es que este año el festival contaba con una amplia variedad de puestos de comida para todos los gustos: paella, kebap, bocadillos, parrilladas…

En un abrir y cerrar de ojos finalizó la actuación de Bloodhunter, ya que solo tuvieron 25 minutos para tocar debido a los recortes.

A la una de la madrugada escuchamos como comenzaba la actuación más esperada, la de Blind Guardian.

A paso ligero fuimos hacia el Silver Stage porque ya habían empezado los cabezas de cartel, allí nos congregamos todos. Llegamos derechos a una de las esquinas de las barras antivuelco, en primera fila, ahí nos quedamos para disfrutar de la banda de power metal.

Vimos a los músicos alemanes sobre el escenario delante de la gran lona de su álbum "Somewhere far beyond" (1992) y es que celebraban los treinta años del disco.

Desde el comienzo hasta el final estuvimos con la boca abierta, y no es para menos. La desgarradora voz del vocalista Hansi Kürsch nos erizó la piel, escucharla en directo es una experiencia muy emotiva y conmovedora. Iban cayendo temazo tras temazo, sonó el comienzo de "The Quest for Tanelorn" y su cántico "Espiritu Santo – Vida Eterna", que como el resto hacían años que no tocaban en directo. Ventaja que pudimos disfrutar al ser la gira 30 aniversario del álbum. Nos dejamos llevar por la motivada de los temas míticos y enseguida llegó el momento épico de la noche en formato acústico: "The Bard Song". Se nos mojaron los ojos cantando junto al resto del recinto, casi toda la canción la cantamos los fans allí presentes, momento para recordar donde los haya, y es que el haber podido vivir la interpretación de este tema en directo después de haber sido retirado durante diez años de los show es para sentirte privilegiado.

Llegó el momento de alzar la copa y gritar: "Valhallaaaaa", todo el auditorio cantó al unísono el estribillo de la canción, y en un abrir y cerrar de ojos llegámos al final de su bolazo cantando el himno "Mirror Mirror". Se nos hizo corto, muy corto, disfrutando como críos la actuación de los enormes teutones.

Acto seguido marchamos al Copper Stage a ver a unos actualizados Debler Eternia.

El humo inundó el escenario, su iluminación se acercaba más a la que acompaña a un grupo de metalcore. Abrieron con "Nada nos podrá parar" de su trabajo "Somnia" (2017), toda una declaración de intenciones. Su vocalista Rubén Kelsen agradeció al público el estar allí apoyándoles y nos pidió unos aplausos para sus nuevos integrantes, tan solo un mes atrás la banda anunció el lanzamiento de su nuevo álbum y la nueva formación. Dani Arcos tocó su guitarra por segunda vez durante la jornada aún estando enfermo, vaya mérito. Después de varios temas estrenaron su canción titulada "Cada latido". Lo cierto es que después de escuchar varios temas y aunque su sonido y actitud fueron buenas, su estilo no nos pegaba mucho con el festival, nos sonaba todo demasiado "Disney", demasiado "ligth". Su actuación fue muy breve debido al los cambios de horario así que tuvieron que recortar bastante setlist.

Con un cansancio del copón, a eso de las tres y pico de la mañana cambiamos de escenario para ver a Leo Jiménez.

Los integrantes de la banda salieron a escena con actitud, pero nos fijamos en un Leo no muy cómodo y aún no recuperado sobre el escenario. Después de su reciente operación el madrileño no se encuentra en un buen momento, lo notamos al presenciar su actuación.

Tras corregir algún problema técnico la cosa mejoró en el single "Con razón o sin razón" con el que todos cantamos el estribillo los allí reunidos, un puñado de heavys queriendo disfrutar de la que ha sido la mejor voz del panorama metal-estatal. El número de asistentes fue bajando considerablemente, y no solo por la horas que eran…

Salió a escena Korpa (vocalista de Fuck Division, Rabia Perez y Minos) encargado de la parte gutural del tema "Mesías" del disco homónimo de 2019.

Dedicó "Vuela alto" a la gente altruista que recorre el mundo y vive por y para ayudar a los demás. Tras el tema "Es por ti", versión que hizo Leo en 2016, tocaron las míticas "Ballena negra", "Mi otra mitad" y "Condenado". Si hay que definir su concierto con una palabra seguramente sería “Raro”, raro el escuchar a un Leo sin agudos, sin estar a gusto y sin comerse el escenario. Desde aquí le deseamos una pronta recuperación y mucho ánimo en su carrera.

A esas horas las intenciones eran claras: escuchar un tema de los últimos en tocar, sacarles unas fotos y ¡para casa a dormir! ¿Cuál fue nuestra sorpresa?: La actitud y la fiesta que tenían montada los Metallijam en el Copper Stage. Madre mía, llegamos y vaya si nos quedamos… Tocando versiones de Metallica ésta banda se encargó de ser una de las mejores actuaciones del festival, claro que, pocos éramos los que nos quedamos a verles, pero desde luego mereció la pena. ¡Aquello era una fiesta con patas! Defendido por Kajal Napalm a la voz, Dani Bueno a la batería, Víctor Vallespir y Raúl Balat a las guitarras y Javi Arcanus al bajo son un grupo que se defienden muy bien y se lo pasan genial sobre el escenario, decir que su actitud fue brutal, y la respuesta del público fue muy buena.

No vinieron solos, salieron a escena varios colaboradores como Clau Violet (Astray Valley), Alur (Dark Reborn) y a Javier Bragado a tocar la batería. No pudimos ver (la que sería la tercera vez en el día) a Dani Arcos (fundador de Bloodhunter) porque no se encontraba muy bien, pero los de Barcelona dieron un show en toda regla, se les veía disfrutar desde lejos, los guitarras bajaron al público a tocar entre los que quedábamos allí, algunos más afectados que otros, pero todos disfrutando y cantando los temas. Para la versión de "Enter Sandman" contaron con la voz de Rubén Kelsen que subió a cantar junto a Kajal. Y para terminar por todo lo alto tocaron el "Seek & Destroy" con tooodos los invitados sobre el escenario, fue un final fantásticos y digno de presenciar, y sí, nos quedamos con ganas de más.

Agotados y casi amaneciendo finalizaba el septimo año del evento zamorano, pero ¡qué bien nos lo hemos pasado, que nos quiten lo bailao!.