La verdad es que ya hacía mucho tiempo, concretamente 4 meses, que no pisaba el Centro Social Ítaca de Torrelavega, un lugar que ha sido clave para la vuelta a la actividad musical en Torrelavega a raíz de la pandemia y al que hay que agradecer el esfuerzo por acoger a las bandas de Cantabria y alrededores entre sus paredes.
Lo cierto es que en estos cuatro meses han seguido los conciertos en dicha sede pero, por coincidencia con otros eventos, no había podido acudir, aunque sí que había estado en las jornadas “La cultura como base del pensamiento crítico” que la A.C.P.T, el partido cuya sede se encuentra allí, había desarrollado un par de semanas atrás en la Plaza de La Llama.
Pero este sábado me lo había grabado a fuego desde que me enteré de la celebración de dicho evento ya que iba a poder volver a ver en directo, tras casi 2 años sin poder hacerlo, a la gente de Duro y Cantaebria, dos de las bandas más interesantes que tenemos en nuestra comunidad y que han dado mucho que hablar en los últimos tiempos.
Llegué con cierta antelación al local, que todavía tenía una pobre entrada, aprovechando para charlar con algunos de los presentes y contarnos batallitas, mientras hacíamos tiempo para que aquello tuviera mayor presencia de público, consiguiendo mejorar la afluencia cuando Duro subieron a las tablas.
El trío de Cabezón de la Sal, fundado en el 2015 e integrado desde entonces por Jon Manjon a la guitarra y voz, Alberto Maestegui al bajo y coros y Chivi a la batería y coros, tienen hasta el momento tres trabajos llamados “Codicia” del 2017, “Vive” del 2018 y “Pandemia” del 2020, habiéndolos hecho una entrevista a raíz de la publicación de dicho álbum.
Como ya he dicho arriba, desde octubre del 2020 no había vuelta a ver a la banda en directo y tenía muchas ganas de volver a hacerlo, con la garantía que tienen sus directos, iniciando su velada con “Contigo a solas”, de su ópera prima, con ese comienzo relajado que posee, para luego meter más caña y que fue seguida, tras saludarnos y darnos las gracias por estar allí, por “¿Que será de ti?”, del mismo álbum, con algún problemilla con el sonido que hizo a Chivi parar la canción hacia la mitad, para luego finiquitarla.
Duro
Tras ajustar el sonido, siguieron con su obra de hace ya 5 años con “Reorganización” que, como dijeron desde las tablas, falta hace, muy pegadiza y que mantuvo la atención de la gente, para preguntarnos qué tal estábamos, con positiva respuesta de los allí presentes, siendo el momento de recordar algún corte de su segunda referencia como ese “Vive” que lo daba nombre, muy bueno y en el que remarcaron lo de “vive para disfrutar”, algo que ya nos toca después de estos dos años últimos.
Sin dejar ese segundo plástico de la formación, era el turno de “Tiempo perdido”, con un sonido muy machacón y una guitarra incendiaria que hizo brillar al corte, antes de cambiar de instrumentos y aventurarnos que ya que teníamos ganas de su último disco lo iban a tocar del tirón, comenzando con “Tu bombón”, muy pegadizo y bailable y que nos introdujo en este gran trabajo de la banda.
Nos pidieron que les ayudásemos con “Grita”, la que lo cerraba, muy celebrada en sus conciertos y con la gente gritando con ganas, para pasar a la que da nombre al disco, “Pandemia”, una de las mejores descripciones de la situación que pasamos hace 2 años y en donde Jon tuvo algún despiste en la letra en su inicio pero sin más importancia.
Precisamente y a colación del asunto de la anterior pieza, Jon vaciló con que eso pasa por no saberse las letras, siendo el turno de “El limbo”, otra gran canción y con esos efectos psicodélicos que tiene que la dotan de cierta personalidad, para pasar a agradecer al Centro Social Ítaca, a Cantaebria y a los presentes el trato recibido, dedicando “Camino” a su bajista, muy intensa, con esos coros iniciales tan pegadizos y con Chivi dándolo todo como es habitual en él.
Uno de los temas que más me gustan de esta última obra es “Querida humanidad”, el que le da inicio, que arrancaron después de recordar que tenían discos y camisetas en su puesto de merchán, muy celebrada dicha pieza por la concurrencia, siendo la ocasión de escuchar la que restaba de su actual disco, “Normal”, confesando que aunque parezcan normales no lo son, con una potente batería inicial y animando a cantar el estribillo, algo que así hicimos.
Tras finiquitar el recorrido por el actual trabajo, cambiaron de nuevo de instrumentos para encarar la recta final pidiendo unos chupitos, ya que la siguiente se llamaba “La arrancadera”, de su primer disco, explicándonos como cantar el estribillo, brindando con Cantaebria y en donde se produjo un momento muy especial ya que, hacia la mitad de la misma, bajaron la batería y tocaron allí entre nosotros, haciéndonos cantar con ellos.
Duro
Llegaba el momento de despedirse y lo hacían aconsejándonos ver a Cantaebria y recordando que tenían puesto de merchán, finiquitando su velada con “Necesidad”, también de su primer disco, con esos cambios de intensidad que tan bien les quedan y con la que pusieron punto y final a su algo más de una hora sobre las tablas.
Lo cierto es que, pese a algunos despistes y problemas con el sonido, Duro dieron un gran concierto, viéndoselos disfrutar y haciéndonoslo pasar muy bien a nosotros, con una actuación que fue muy entretenida y divertida y con la que conseguí quitarme de encima la espina de que hiciese tanto que no los veía en directo y más todavía de pie y con total normalidad.
Sin duda Duro es una de las bandas más destacadas que tenemos en Cantabria, en donde se han ido haciendo un hueco e incluso han trascendido ya fuera de nuestra tierruca, donde ya han dado unos cuantos conciertos y es que su música te atrapa y hace que sus canciones, de ese rock a secas que practican, se te metan en tu cabeza, por lo pegadizas que son y la calidad que tienen.
Ahora tocar seguir presentando este disco que, pese a tener casi 2 años, no ha sido casi degustado en directo, como otros muchos que se editaron en esas fechas, y supongo que dentro de poco se pondrán a componer nuevas canciones para un futuro trabajo, sino lo están haciendo ya.
Cuando se pone voluntad y ganas los cambios se hacen con cierta soltura, como fue el caso de esta noche y es que, casi sin darnos cuenta, teníamos sobre las tablas a los chicos de Cantaebria, ese quinteto de Los Corrales de Buelna que son un verdadero espectáculo en directo.
Como ya dije, también hacía casi dos años que no me cuadraba verlos en directo y desde esa fecha el quinteto, formado por Víctor a la voz, Sete a las guitarras, Osu al bajo y coros y Mario a la batería, habían contado con la baja de Eiza a la guitarra, siendo sustituido primero por Gerar de To The Burial y esta noche por Mikel de los ADN por compromisos del anterior.
La formación tiene dos trabajos publicados hasta la fecha como son su inicial “El rock ha vuelto” que se publicó a finales del 2019, motivo con el que les entrevistamos en pleno confinamiento, y el disco en directo “ La noche de las ratas”, editado este mismo año y en cuya grabación estuvo esta web.
Cantaebria subieron al escenario presentándose y reafirmando que hacían rock and roll, comenzando a tocar esa intro a modo de inicio con Sete y Víctor entre el público, algo que se iría repitiendo durante toda la noche, para luego subirse al escenario y arrancar con “Criminal”, una pieza que yo no había escuchado todavía y que tampoco está registrada en ningún disco, muy pegadiza y animada.
Recordaron su nombre y anunciaron que la próxima canción era “Se llama rock and rol”, que aparece en su disco en directo, un gran corte y con una interpretación muy divertida, tras la que dieron la bienvenida a Mikel, para pasar a tocar un tema no publicado aún, llamado “Zuzo panzaburra”, que está basado en alguien muy conocido de su localidad, con Sete y Víctor bajando y subiendo del escenario y con la que siguieron entreteniéndonos.
Cantaebria
No recordaron la edición de ese DVD, del que os he ido hablando, y tocaron el que fue el adelanto del mismo, “Shine”, buscando siempre y logrando la participación de la gente con la que tienen esa conexión especial, un tema muy movido y que fue seguido por esa versión del clásico “Hay poco rock and roll” de los Platero y Tú, muy celebrado, pero en el que se produjo un momento surrealista ya que, una de las presentes, en cierto estado de embriaguez, se dedicó a meter mano a Víctor, que estaba cantando entre el público, por lo que éste paró el concierto y la instó a que dejará de sobarlo, con reacciones fuera de lógica de la citada persona, que fue invitada a marcharse del local: una pena la situación y un diez para la reacción de Víctor, porque hay cosas que no se pueden tolerar cuando se está trabajando.
Para pasar este mal rato que habíamos vivido, llegaba el momento de “Borracho, perro y malo”, también presente en su directo, muy pegadizo y movido y con un estribillo de esos de cantar cuando estas de fiesta, como era la que estábamos viviendo pese a lo anteriormente referido, continuando con “Cantaebria”, su compañera de disco, con improvisaciones en diferentes fases de la misma, muy animada y con la gente bailando con su ritmo.
Llegaba el momento de una de las grandes canciones presentes en ese directo como es “La rubia”, sobre una chica que te gusta pero que no te hace ni caso, muy celebrada, para anunciar que iban encarando la recta final y que después se iban a las fiestas de Los Corrales de Buelna, siendo el momento de ese clásico de su trayectoria que es “La locomotora del amor”, presente en sus dos discos, buscando y logrando la colaboración de los presentes que celebraron dicha pieza.
Y aunque se despidieron, dijeron que para ellos esta iba a ser “Mi gran noche” su revisión del clásico de Raphael, también publicada en los dos discos de la banda y que en directo es muy celebrada, con la gente bailando y presentando a los músicos, sin parar de interactuar con los asistentes y poniendo así fin a su aproximadamente una hora sobre las tablas.
Cantaebria
buen concierto, y eso que Víctor había llegado minutos antes de empezar de actuar en otro evento, pero es que son un espectáculo en directo, donde la fiesta, las grandes canciones y el buen ambiente hacen que todos acabemos rendidos a los pies de este quinteto.
Pocas bandas hay en Cantabria que hayan tenido el crecimiento de los de Los Corrales de Buelna, pero todo ello ha sido logrado gracias a su actitud sobre los escenarios, a actuar allá donde les han llamado y a volcarse con una propuesta que suena fresca y divertida pero no exenta de grandes canciones y consiguiendo siempre que el público esté pendiente de cada uno de ellos.
Y la banda no para y de hecho unos días después volvería a verlos en directo, pero eso es otra historia que os contaré en su debido tiempo.
De esta manera terminaba una noche entre amigos, como son tanto Duro como Cantaebria, disfrutando con casi todos los presentes y la gente de la organización y es que, pese a que no éramos muchos, la mayoría teníamos ganas de pasarlo bien, ya que, como se suele decir, por un mal garbanzo no se estropea un cocido.
Gracias a Itaca y a las bandas por esa gran noche que pasamos y por hacer que la llama del rock and roll siga viva.
18/06/2022 
Txutxy Cano 
Centro Social Itaca, Torrelavega, Cantabria
