Después de una semana de un calor como no se recuerda en Cantabria, el viernes apetecía ver un concierto al aire libre y la propuesta de Niña Polaca me parecía más que interesante, pese a apenas haber oído nada de su música hasta una semana antes; se trata de arriesgarse y, como en esta ocasión, saborear el descubrir nuevas propuestas que te enganchan para una buena temporada.

Este concierto iba a tener lugar en el Albergue de Boo de Piélagos y formaba parte de las sesiones “Las noches de los conciertos de Piélagos”, que organizan conjuntamente el Ayuntamiento de Piélagos y la gente de Escena Esenciales y en cuya jornada inaugural ya estuve viendo la actuación de Javier Álvarez en Renedo de Piélagos

¿Que quienes son Niña Polaca? Pues son un cuarteto, a medio camino entre Alicante y Madrid, que se forma en el año 2018 y que está integrada por Álvaro Surma a la voz y la guitarra, Sandra Sabater a la guitarra y la voz, Alberto “Beto” Rojo al bajo y la voz y Kobe a la batería y han publicado hasta la fecha los siguientes trabajos: el Ep “Pontiak” del 2018, el larga duración “De la línea diez al sol" del 2020, en donde recopilan canciones que habían publicado en redes y temas de sus maquetas y del EP, y su disco “Asumiré la muerte de Mufasa” del pasado año.

Por tanto, nada más salir de trabajar y tras pasar antes por casa, pusimos rumbo a la localidad de Boo de Piélagos para llegar a su Albergue Municipal, no sin antes equivocarnos de Albergue, siendo el lugar donde iba a tener lugar el evento un recinto muy acogedor y bello que no se ve desde esa carretera que tantas veces hemos transitado de camino a la vecina playa de Liencres.

Y tras una pequeña espera porque los miembros del grupo habían ido a meterse un baño a la citada playa, llegaron los músicos a ese auditorio con el que cuenta este Albergue y en donde había una más que importante presencia de gente, sobre todo teniendo en cuenta que era la víspera del Carmen y había conciertos y eventos por todos lados.

Nada más llegar el grupo, nos dimos cuenta de que Sandra no había podido acudir y su puesto había sido ocupado por otra chica de la que no escuché su nombre, subiéndose rápidamente la banda para presentarse, alabar el clima que teníamos y mostrarse encantados de estar aquí, comenzando su velada con “Joaquín Phoenix”, de su actual obra, muy pegadiza y animada y con la que consiguieron ganarse a toda la gente.

Nos animaron a levantarnos, algo que algunos de los presentes hicieron, para continuar con “Master en imbécil”, de su anterior obra, y que también gustó mucho, con ese sonido fresco y animado que tiene, tras la que nos preguntaron quien los había visto anteriormente, con muy pocos que levantasen la mano, esperando que su propuesta nos gustase y regresando al disco que venían presentando con ese himno que es ya “Pdr Snchz”, tocado a toda velocidad y muy coreado por la mayoría de la audiencia.

Tras realizar algunos ajustes técnicos, se dieron cuenta que el setlist que tenían cada uno era diferente, algo que resultó curioso y provocó la sonrisa de los presentes, siendo el turno de “Garabatos, despedidas”, de su actual disco, y que empieza lenta para luego ir ganando intensidad, siendo un gran tema, con combinaciones de partes más cañeras y otras más relajadas, pasando luego a agradecer a su tour manager su labor y comentando alguna anécdota del baño que se acaban de dar, pasando a interpretar “Willy”, de su anterior obra, la cual empezó relajada para luego volverse más intensa y cañera, reconociendo, al final de la misma, que fue de las primeras que hicieron.

Siguieron en su primer larga duración con la que la sigue, “Pinta Malasaña”, que nos presentaron como una pieza que, como prácticamente todas, hablan de Madrid, muy movida e intensa, para recuperar su actual obra con “San Francisco El Grande”, más tranquila pero con gancho y fuerza, siendo también muy bien acogida por la concurrencia, que estaba disfrutando gustosa de este concierto.

Era el momento de presentar a los músicos que estaban esa noche sobre el escenario, pasando a ser Beto el que se hiciese cargo de la voz principal en “Donne me de boire”, de su anterior trabajo, muy intensa y con los coros dándola más fuerza, pasando a debatir con el público si era muy pronto para tocar ya “La muerte de Mufasa”, la que da inicio a su actual obra, llegándose a la salomónica decisión de tocarla ahora y al final, un verdadero himno que fue muy cantado por todos los presentes con ganas.

La verdad es que tanto ellos como nosotros estábamos disfrutando mucho esta noche, pasando a tocar la genial “Mañaca”, que abría su Ep y que también estaba en su primer larga duración, muy intensa y de las que enganchan  porque es un verdadero temazo, para continuar con su compañera en los dos discos mencionados “La Riviera”, con un comienzo lento, para luego ir cogiendo fuerza y dejándonos otra de esas piezas que todavía ganan más en directo: una pasada.

Nos avisaron de que quedaban ya las ultimas de la noche y que podíamos cantar con ellos, siendo el momento de “Mary the Queen”, del disco que venían presentando, muy intensa, guitarrera y con un pegadiza estribillo, pasando a contarnos anécdotas sobre las relacione personales del cantante, para luego cambiar el setlist y lanzarse con “M”, de su anterior trabajo, con Beto cantando sin bajo pero luego alternando las voces con Álvaro, comenzando de manera relajada para luego coger más fuerza, aunque manteniendo ese tiempo calmado.

Retornado a su nuevo disco, una verdadera maravilla, llegaba el momento de “Ivona (Voy a decirle a mi madre que la quiero)”, muy intensa y cañera  y es que es un auténtico temazo de los de cantar con ganas, pasando, sin dejar dicha obra, con “Nora”, la que le precede en la misma, cantando Beto y comenzando de manera relajada para luego ganar en intensidad, sobre todo gracias a la sección rítmica.

Dándonos las gracias, nos anticiparon que con la siguiente se iban, deseando que nos hubiese gustado, con afirmativa respuesta de los allí presentes, siendo el turno de “Madrid sin ti”, de su anterior trabajo, muy animada, intensa y pegadiza y que hizo que aquello se calentará un poco más, algo que no iría nada más que en aumento cuando Álvaro pasó su guitarra a Beto, éste su bajo a la guitarrista y ésta a su vez a Kobe, que alternó guitarra y batería en “Magaluf”, la que cierra su actual disco, muy celebrada y cantada por un público muy entregado, recordándonos que tenían un puesto de merchán por si alguien quería comprar algo.

Pero la gente quería más y ante la insistencia de la gente, volvieron a tocar “La muerte de Mufasa”, muy cantada y celebrada por todos y con la que pusieron fin a su hora y cuarto sobre las tablas entre muchos aplausos y las felicitaciones por parte de los presentes a los integrantes de la banda.

Sin duda alguna Niña Polaca dieron esta noche un conciertazo, de los más divertidos y entretenidos que he visto recientemente, repleto de temas con mucho gancho, unido al desparpajo y la frescura con que sus músicos se presentaron sobre el escenario, consiguiendo una gran conexión con un público que disfrutó mucho con la formación a tenor de los aplausos y de la respuesta obtenida.

Lo cierto es que decidí ir a este concierto sin apenas conocer a la banda, pero fue escuchar un poco de su música y verlos en directo para quedar totalmente enganchado a su propuesta, y es que es uno de esos grupos que deberían estar en lo más arriba de los carteles en no demasiado tiempo porque canciones y actitud en directo tienen más que de sobra.

A la espera de volver a verlos en directo, que, ojala sea pronto, seguiré disfrutando con su música y solamente recomendaros encarecidamente que les peguéis una escucha y, sobre todo, que los veáis en directo.

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Después de adquirir el último trabajo de la banda y despedirnos de algunos de los presentes, marchamos de aquel lugar muy contentos por el concierto que habíamos vivido y encantados de haber descubierto un grupo que nos guste a Montse y a mí a la vez, que no son muchos, y agradecidos por estas iniciativas que nos acercan a formaciones no muy conocidas y a las que, quizás de otra manera, sería difícil conocer y todo gracias a Escena Esenciales y al Ayuntamiento de Piélagos, dentro de un paraje realmente precioso.