Rock and roll y playa de la mano de M Clan

No hizo falta esperar y desesperar, la puntualidad estaba al nombre de la banda murciana en el escenario de Magdalena En Vivo. A pesar de ir en calidad de teloneros de la mítica Simple Minds, M Clan se encontró con un público que poco a poco se iba animando en la Campa.

Una de las voces más características y típicas del rock español dio comienzo al show. Carlos Tarque con su ronquera, una banda veterana de los escenarios y un público que poco a poco iba llegando, dieron comienzo a un concierto que podríamos adjetivarlo de reprimido.

En favor de los asistentes, es verdad que la hora y el día tal vez no fuese lo más acertado pero lo cierto es que la zona vip no ayudaba. Si de algo se quejaban los asistentes era de la excesiva zona vallada de uso exclusivo para unos cuantos privilegiados, como no. Por ello, en primera fila había un par de rezagados, el resto, esa gente que se sabe la letra de pé a pá se encontraban a un par de metros.

Tal fue la situación que fueron numerosas las ocasiones en las que Tarque tuvo que hacer hincapié en que cantasen, en que aplaudiesen… En definitiva, que interactuasen. Aún con estos matices con los que ni mucho menos se busca desprestigiar al festival y mucho menos al artista, M Clan hizo un concierto como solo ellos saben y es que su exitosa trayectoria les abala.

Cabe matizar que los clásicos del grupo fueron coreados al unísono de un público que parecía estar, tal vez, algo más entregado. Padres e hijos, matrimonios experimentados, corazones acalorados cantaron emocionados canciones como Miedo, que no deja indiferente a nadie ante la desgarradora voz del gran Carlos Tarque.

Son muchos los artistas que rehúyen de la opinión política, no es el caso del cantante que presentó ‘Las calles están ardiendo’ apuntando  “Calles de Ucrania ardiendo y en la frontera de Melilla la gente sigue muriendo”. Tras ello muchos aplausos, un par de versos, seguido de un antítesis en formato repertorio: Quédate a dormir y Maggie despierta. Esto parecía avivar las ganas de cantar y sentir del público, sin embargo Tarque no cesó en insistir que los allí presentes lo diesen todo.

Como todo artista de buen vecino, así como un clásico de todas las bandas que suenan en las radios españolas, llegó el momento de la falsa despedida.  Y sí, sorprendentemente hubo ovación del público con el canto de otra. Salen de las bambalinas y comienzan con Carolina.

Para saborear el último trago, sonó nada menos que con Salvaje, a la altura de lo que más o menos consiguieron setos murcianos. A pesar de los inconvenientes ya citados, mereció la pena estar allí y disfrutar del tremendo grupo de rock que nos ha invitado.