La Campa inundada de emociones

Banderas de Asturias y múltiples pancartas con mensajes de amor dirigidos a quienes estaban a punto de salir. Marlon arroyó la Campa con su espectacular energía y era inevitable no contagiarse. El terreno del Magdalena en Vivo ya contaba con centenares de asistentes a los que se les notaba verdaderamente emocionados.

Con la caída del Sol, en un atardecer cuasi idílico, sonó Amorfina. El público era el verdadero protagonista pues solo había que ver la cara del vocalista, Adri, completamente emocionado.

De LA a Santander (sí, es NY) y de Santander a un tablao. Cajón y guitarra española dieron comienzo a Tequila y candela. Por un momento todos estábamos en una clásica Plaza de España sevillana. Y sin mucha tregua, con un simple pero complementario teclado la gente junto a Adri, corearon Marzo en febrero. Y con un calor pasional que se sentía en los asistentes, llegó el sugerente Comértelo todo y con él el ecuador del bolo.

Mi Macarena calmó la sed de más tras el bis, le prosiguieron Volveré y como no, Con uñas y dientes que dio fin al primer concierto de la noche. El grupo estaba notablemente emocionado y el cantante vociferó con un “MI PUTO SUEÑO”.

Llegó el ansiado momento, sin desacreditar ni mucho menos a la banda previa. Dani Martín. Como diría algún que otro lesbiano: primeras filas vuestra obsesión. Y tanto, ya que no cabía ni un alfiler tano en la zona habilitada para los VIP privilegiados como para los asistentes de carne y hueso que no se podían permitir más que la entrada general y tomar un agua, ya que respirar, como en cualquier festival de España, te cuesta dinero.

Especial, adjetivar así lo que iba a acontecer es lo acertado. La suerte de mí dio comienzo al concierto más ansiado, Dani Martín volvía a su tierra amada. Como diría Rulo unos minutos después, solo le queda empadronarse. El vínculo que existe entre el público cántabro y el cantante madrileño es intangible pero sensitivo.

Volverá, Son sueños y otros temazos como Qué bonita la vida, resonaba en la Campa con el coro de los asistentes. Verdaderamente mágico. Aquello era una familia celebrando Año Nuevo. Caras pletóricas, lágrimas de máxima felicidad y el propio Dani, emocionado.

Por si las emociones no fuesen suficientes, sonó Contigo que lo había decidido minutos antes de salir. Fue precioso, da igual si eres fan o no, el ambiente era maravilloso. Pero esto solo fue una breve píldora pues a la banda se unió el gran amigo de Dani y el más querido por los cántabros, Rulo. Entonces, sonó Cero.

Y para mantener la emoción en el aire, a tono y con entusiasmo, Cris Méndez componente de la banda, se sumó con su voz a Dani para cantar Los Huesos. Rock y pasión, todo en uno en la Magdalena. Espectacular.

No iba a no salir quién hizo la previa y avivo al público. Adri Marlon acompañó al artista para cantar Volver a disfrutar. Ambos artistas están conmocionados, sus caras eran un claro reflejo del alma.

Luces del móvil, la inconfundible voz de Dani Martin y un público absolutamente entregado. Definición no suficiente para describir lo que se vivió aquella noche, que si bien no estabas allí, tan solo sentirás una pizca de la magia que realmente se respiró aquel 28 de julio.

Llegó el final pero no por ello triste. Para acabar con el subidón por las nubes Zapatillas e Insoportable fueron los chupitos de la sobremesa. La guinda del pastel. El círculo perfecto. La noche perfecta.