La de vueltas que pueden dar las cosas en poco tiempo y es que sabía de este concierto hacia unas cuantas semanas y en principio tenia pensado asistir, pero luego todo cambió por temas personales,. aunque después las mismas circunstancias que me iban a impedir asistir fueron las que me permitieron acercarme. Total que como hace 3 años, iba a ver en directo a la gente de A Duras Penas en las fiestas del barrio de Sierrapando en Torrelavega.

Si, porque, a diferencia de las que organiza el ayuntamiento, en los diferentes barrios de Torrelavega se sabe del tirón de las bandas locales y se cuenta con ellas, logrando una buena conexión entre los presentes y los grupos y haciendo que un jueves lluviosos fuese mucha la gente que se acercase por la zona de fiestas de dicho lugar.

La pena es que después de muchos días sin aparecer, la lluvia asomase apenas media hora antes de empezar el concierto, pero eso no impidió que mucha gente aguantara debajo de la carpa y que bailasen y cantasen durante toda la noche. Por cierto, la actuación se hizo con total normalidad y sin que hubiera ningún problema y eso que seguro que algún vecino tenía que madrugar al día siguiente pero se hizo, acabando antes de la medianoche: Javier López Estrada, cuando se quieren hacer las cosas se hacen y cuando no se ponen mil excusas.

Ya hacía dos años que no veía en directo a este ahora cuarteto del Barrio Covadonga, compuesto en la actualidad por Toño guitarra y voz, Valentín guitarra y coros, Jesús al cajón flamenco y percusiones y Oumar al djembe y percusión, y que desde su fundación, hace más de 5 años, tienen publicados los trabajos “Reproches” del 2017, “Narcovadonga” del 2019 y ese "Reyes de las dudas" que editaron a finales del pasado año y cuyas canciones todavía  no había podido escuchar en directo.

Y a  la hora fijada y con el publico deseoso de ver a la banda, comenzaban su actuación con “Rock del barrio”, la que abría su anterior disco, muy animada y con la gente todavía expectante, para continuar con el mismo orden de su segundo trabajo con “Cromosoma delincuente”, con los asistentes animándose y el grupo también.

Llegaba el momento de agradecer a la comisión de fiestas el haber contado con ellos, afianzándose así esa estrecha relación entre banda y organización, recordando que tenían merchán a la venta y presentando “Reyes de las dudas”, la que da nombre a su presentes disco, un gran tema que fue seguido por su compañero de plástico “Billy cicatriz”, muy movido y con ese aire country que tiene, siendo un corte muy celebrado.

Tras tomarse un breve respiro y darnos las gracias por continuar allí pese a la que estaba cayendo, era el turno de “Lobo de mar”, de su anterior referencia, con ese inicio lento para luego ir animándose y hacerse bailable al final, remontándose a su primer disco para dedicar a alguno de los presentes “Mari Fe”, un clásico de sus inicios y que fue de los que primero me engancharon de la banda, muy movido y con vivas al patrón de las fiestas.

De vuelta a su actual lanzamiento, fue Oumar el que dio comienzo a “Corazón entero”, con ese ritmo constante que fue animándose poco a poco y con la gente cantando con ganas, tras el cual no se olvidaron de agradecer a Jacobo, el técnico de sonido y que tuvo que solventar un pequeño problema con la corriente, continuando en su actual disco con “Elixir equino”, precisamente la que sucede a la anterior y que tiene ese sonido inicial tan inconfundible, con parte de la concurrencia empezando a salir a bailar fuera de la carpa pese a la lluvia que caía.

Tras un breve respiro, regresaron a su anterior disco con “Oro entre basura”, una de las que más gustaron de dicho trabajo y con la que la gente continuó bailando bajo el agua, siendo éstos precisamente saludados por el cuarteto que agradeció su entrega, para continuar en dicha obra con la genial “Dos cuchillos en el pecho”,muy bonita y entrañable y con esa genial percusión que siempre brilla en dicha pieza.

De vuelta a su más reciente trabajo era el momento de “Dame ese sentido”, muy movida y cantada y recordando que tenían discos a la venta, pasando a avisarnos de que iban a hacer el concierto seguido, sin parones, porque no estaba la noche para muchas bromas, continuando en su tercer plástico con “Estrellita chiquetita”, muy movida y con la gente bailando y disfrutando sin importarles que estuviese lloviendo.

Recordaron sus próximos conciertos y agradeciendo a la que apoyan a las bandas locales, pasando a continuar con otro tema que no pude apuntar ya que era tanto lo que estaba lloviendo que me borraba las palabras que escribía en mi móvil, pasando a recordar su primer disco con “Contra las cuerdas”, como es habitual dedicada al boxeador Sergio García, durante la cual se fue la luz y la gente siguió cantando el estribillo a capela en un bonito momento.

Tras un rato de espera y con algo de incertidumbre, regresó la luz y se volvieron a adentrar en su disco más reciente con “Todas mis flores”, muy movida y, a tenor de los allí visto, muy esperada por la gente, antes de recordar su ópera prima con la siempre entrañable “Filosofía del mozín”, muy celebrada y cantada por un público que lo estaba dando todo.

Nos avisaron de que iban a ir acabando y lo hacían con la que daba nombre precisamente a su primer trabajo, es decir “Reproches”, confesando que con la lluvia no se estaba muy seguro allí adentro, siendo cantado por la gente a capela, despidiéndose, con ese temazo que daba inicio a su primer disco, “Pretérito imperfecto”, una de las más míticas y siempre celebrada.

Sin embargo la gente quería alguna más y la banda se lanzó a interpretar ese “Narcovadonga” que daba nombre a su anterior disco, otra que siempre es muy esperada y celebrada y que se convirtió en un clásico casi desde su publicación, poniendo así punto y final a su velada tras estar tocando durante una hora y tres cuartos.

A Duras Penas demostraron, pese a las adversidades, que son una banda con muchas garantías y que en directo nunca fallan, arrastrando un buen puñado de seguidores que los siguen allá por donde actúan y logrando siempre más adeptos y es que prácticamente todo el que los ve en directo repite y sale ampliamente satisfecho con sus conciertos.

Lo cierto es que se han sabido amoldar a este nuevo formato, algo que ya aprecié en los conciertos que había visto años atrás, pero que ahora ha quedado confirmado con este nuevo disco, repleto de buenos temas y en donde siguen manteniendo su esencia, pero siempre buscando incorporar nuevo sonidos.

Seguiré disfrutando de sus discos y, sino pasa nada, los volveré a ver dentro de unas semanas en Vioño y es que el veneno de A Duras Penas es adictivo.

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Después de despedirme de la banda, me fui rápidamente de la zona de las fiestas de Sierrapando, empapado, como casi todos los presentes, pero contento por haberme vuelto a reencontrar con la familia de A Duras Penas, que, una vez más, nos hicieron disfrutar pese a las adversas condiciones meteorológicas. Agradecer a las comisión de fiestas del citado barrio torrelaveguense que sigan apostando por la música en directo; a ver si aprenden determinados políticos.