Tres años después de su última edición, el Festival Tajadak Rock pudo al fin volver a celebrarse. Este festival autogestionado y de libre acceso es minuciosamente preparado por los jóvenes de la localidad burgalesa de Grijalba y se financia fundamentalmente a través de actividades que se organizan durante todo el año, de aportaciones privadas y, en menor medida, del dinero que genera la barra y la venta de merchandising; demostrando así que pueden celebrarse eventos musicales fuera del circuito de los grandes festivales, sin tener que pasar por el aro de promotores y patrocinadores.

Pero que a nadie se le ocurra pensar que por tratarse de un formato pequeño e independiente va a verse resentida la calidad del cartel. Para despejar dudas, sólo decir que los encargados de abrir el festival minutos después de la medianoche del cinco al seis de agosto fueron Balkan Bomba; formación toledana que fusiona el balkan brass, música originaria del este de Europa y construida en torno al viento-metal; con el punk y el ska, de manera parecida a como lo hacen Dubioza Kolektiv o Koza Mostra.

La banda repasó en poco más de hora y cuarto los dos álbumes que conforman su discografía haciendo bailar casi desde el primer momento a las varias centenas de asistentes al festival haciendo gala de una muy poderosa sección de viento compuesta por dos trompetas, una trompa y un trombón en perfecta armonía con una guitarra, un bajo y una batería que aportan un sabor ska al resultado final, cuya guinda es una voz que canta en varios idiomas sobre temáticas sociales y políticas.

Tras haber ofrecido un setlist de quince temas (que eran originalmente dieciséis, nadie sabe lo que pasó con “Vidas a la deriva”) la formación manchega se despidió de un público entre los que se encontraban muchas personas que no les conocían, pero que acabaron engordando su lista de fans que podrán disfrutar de ellos próximamente en Gudar, Teruel (19/08) y Villangómez, Burgos (20/08)

Turno entonces para los turolenses Azero, cuya estética sirve igual para dar un concierto o para invadir por mar algún país nórdico, y que tocan un rock difícil de clasificar, pues presenta matices clásicos entremezclados con fuertes reminiscencias del heavy de los primeros ochenta y unas letras, en ocasiones, más propias de una banda de punk; cantadas por una voz nítida y clara que realza aún más la importancia del mensaje a transmitir, en ocasiones respaldada y en otras complementada por unas guitarras perfectamente coordinadas y sostenidas por un bajo y una batería que suponen una verdadera red de seguridad para la marcha de un show que cautiva y convence tanto a sus seguidores más antiguos como a los recién llegados.

Finalmente fueron dieciocho los temas interpretados recorriendo lo más representativo de su discografía (compuesta por ocho álbumes de estudio y un disco en directo) que hicieron las delicias de un público que, por circunstancias geopolíticas, comparte muchas de las inquietudes del grupo “made in Teruel”; a los que podréis ver próximamente en Nonaspe, Zaragoza (19/08), Tamarite de Litera, Huesca (09/09), La Hoz de la Vieja, Teruel (17/09) y Cuevas de Almudén, Teruel (29/10, junto a Isabel Marco y los Rockanrolas)

Y si Azero nos presentaba lo que ellos mismos definen como “Rock de pueblo”, el rock de barrio corrió a cargo de los madrileños Kamikazes, que continúan incansables presentando su segundo trabajo “Fuego Polar” y que con los acordes de “Caso aparte” iniciaban el último concierto de la noche, concierto en el que tocaron casi todas sus canciones, caracterizadas por sus ritmos frenéticos, unas guitarras punzantes y una base rítmica de bajo y batería contundente y precisa; y concierto que deja patente una vez más que estamos hablando de una banda de directo, y es así por el alto nivel de interacción y complicidad que alcanzan con un público que podría ser su quinto miembro y que es sencillamente incapaz de permanecer quieto ante el derroche de energía de los de Carabanchel sobre el escenario. Si os los perdisteis, o si queréis volver a verlos; el próximo sábado quince de octubre estarán abriendo para Tropa do Carallo en la Sala Mon de Madrid. Recomendamos encarecidamente seguirles en redes para estar al día de nuevas fechas, pues nunca decepcionan.

Poco después de las cuatro y media de la mañana, la decimoprimera edición del Tajadak Rock llegaba a su fin… y ya empezamos a contar las horas para la edición 2023 ¿Nos veremos allí?