Este año 2022 está suponiendo una normalización de la situación previa al coronavirus, con la reactivación de actividades que en estos dos años habían quedado en pausa o la recuperación incluso de otras que habían quedado aparcadas por diferentes cuestiones.
Después de 5 años de ausencia, regresaba una nueva edición del Festival Rockablanca en la localidad marinera de Suances, el cual llegaba después de arduas negociaciones entre el ayuntamiento de dicha villa y la organización del mismo, pero que al final se consiguió realizar con cierta normalidad y, por encima de todo, con un éxito de un público que disfrutó a tope con las actuaciones de los 4 grupos que, esta noche de viernes, tocaron en el Auditorio Bassens, situado en el Parque de El Espadañal.
El cartel de esta edición XII del Rockablanca contaba con la presencia de 3 bandas del municipio, Amia, que debutaban esta noche, Sez Naus, organizadores del mismo, y la histórica formación Emboque, junto a los madrileños Hamlet, que repetían como grupo principal y que llegaban dentro de esa gira tan especial que les está llevando por buena parte del Estado.
Debido al limitado horario del que se disponía para evitar problemas con los vecinos, el festival comenzó muy pronto, lo que me impidió ver la puesta de largo de Amia, una banda compuesta por músicos más que reputados de la escena local y que, por lo que me dijeron muchos de los presentes, dieron un concierto que gustó mucho. Si no pasa nada, les veré en unas semanas y lo podré comprobar de primera mano, pero todos los comentarios que a mi han llegado han sido muy positivos.
Tras salir de trabajar y aparcar, cuando arribé a la zona donde se desarrollaba el festival estaba teniendo lugar el cambio de bártulos entre Amia y Sez Naus, que eran los siguientes en subirse al escenario, con esa formación remodelada, que ya pudimos comprobar en el pasado Rock In Hinojedo de este mismo año, y que está integrada por Joaquí a la guitarra y la voz, Mon a la guitarra y coros, Gerar al bajo y coros y Santi a la batería.
Recordar, para todos aquellos que no conozcan la trayectoria de esta banda, con ya dos décadas de recorrido, que cuentan en su haber con 6 discos, el último de los cuales, “Retales#Zero”, salió a la venta apenas unas semanas antes de la pandemia, concretamente en enero del 2020 y es el que vienen presentando durante estos conciertos. Por cierto, podéis echarle un ojo a la entrevista que les hicimos con motivo de la salida de dicho trabajo.
Con unos pocos minutos superando el horario establecido, subió a las tablas el cuarteto, saludándonos y comenzando con “Nada tienes”, de su “Retales#2” del 2016, muy pegadiza y cañera, y que empezó a animar a la gente, para luego continuar con “Sol”, de su “Retales#1” del 2015, muy animado y bailable y con la banda disfrutando de ese gran escenario sobre el que estaba teniendo lugar el evento.
Nos dieron las buenas noches y se mostraron encantados de estar ante todos nosotros, recordándonos que siguen creando su propio mundo ya que “Este no es mi mundo”, esa gran pieza que abría su anterior “Retales#3” del 2017, para lanzarse a tocar ese “Lima”, el primero que caería de su actual “Retales#Zero” de hace 2 años y el que también lo iniciaba, otro corte muy celebrado y con la gente cantándolo con ganas.
Sez Naus
Sin dejar su más reciente trabajo, era el turno de "La manada (Púdrete)”, un gran tema que siempre funciona en directo pero del que en esta ocasión obviaron la parte final, para pasar a esa maravilla que es “Sandy Hook”, el que abría el primero de los “Retales”, un corte que reconocieron nunca les hubiera gustado haber hecho y que aborda una temática que, por desgracia, nunca se pasa de moda, siendo una canción que yo siempre disfruto mucho en sus conciertos.
Tras algunos ajustes técnicos para lograr que aquello sonase todavía mejor, era el turno de la que abría su trabajo del 2016, “Pornonuclear”, un temazo, muy bien tocado y, como durante toda la noche, apareciendo fuego desde el escenario, antes de recordarnos que eran “Marionetas” cortándose las cuerdas, esa pegadiza y lograda composición integrada en su anterior plástico.
Se remontaron a su segundo disco, “Crea tu puto mundo” del 2013, para dedicar “Carroñeros” a esa persona que nos hace la vida imposible, muy pegadiza y animándonos a dar palmas, pasando luego a decir que se acercaba el final de su actuación, saludando al resto de las bandas y esperando que nos veamos en otro mundo y cometamos “El mismo error”, ese bonito tema que está integrado en su presente álbum.
Sez Naus
Sin embargo esto no acababa ya que la anterior fue unida con su adaptación del “¿Por qué te vas?” de Jeannette, que cerraba su anterior plástico y en la que pidieron a la gente que se acercase para llevar a cabo un Wall of Death, muy celebrado por los asistentes y echando pirotécnica desde el escenario.
De esta manera tan festiva, concluía la actuación de unos Sez Naus que dieron un muy buen concierto, logrando meter a la gente en el mismo sobre la marcha y poniendo aquello a punto para la velada de Hamlet, pero, sobre todo, obteniendo una buena acogida y logrando la atención de muchos de los presentes que pudieran no conocerlos.
La banda se está mostrando bien engrasada después de esta vuelta a los escenarios, recuperando ese punto de compacidad que tenían antes de que la pandemia lo parase todo y eso a pesar de tener que hacer frente al cambio de bajista pero, con todo, los de Suances están dispuestos a seguir creciendo y ganarse más seguidores.
Ojala no pare la actividad de la banda y sigan haciéndonos gozar a los muchos que disfrutamos con sus directos y los podamos volver a ver pronto.
Con todo el respeto para todas la bandas, que esta noche estaban dándolo todo, llegaba el plato fuerte con la actuación de Hamlet, esa ya mítica banda madrileña con 35 años de historia y con ya doce discos de estudio, al margen de un par de Ep´s y también dos directos y que está compuesta por Molly a la voz, Luis Tárraga y Ken HC a las guitarras, Álvaro Tenorio al bajo y Paco Sánchez a la batería.
Las visitas a Cantabria de dicho quinteto son habituales y con una muy buena acogida de público, siendo la anterior vez que les pude ver solo un par de meses antes de que la pandemia lo parase todo, pero la jornada de esta noche era especial ya que íbamos a escuchar solo temas de los que son sus dos discos más conocidos: “Revolución 12.111” del 1996 e “Insomnio” de 1998, algo que había generado una gran expectación.
Tras el cambio de trastos y con un enorme toldo con el nombre de la banda, empezó a sonar el “Misirlou” de Dick Dale a modo de intro, antes de comenzar a tocar “Crónica antisocial”, de aquella obra de 1996, ya con la gente muy entregada, dándolo todo con esta intensa y cañera pieza, para ser seguida por la que abría su sucesor ,“Tortura-Visión”, un temazo que fue muy cantado desde que fue reconocido.
Sin casi pausa entre corte y corte y continuando esta alternancia entre ambos discos, llegaba el momento de “Poseer bajo sumisión”, de su obra de hace 26 años, tocado a toda velocidad, siendo un tema muy intenso y cañero y donde se pudo comprobar el gran estado de forma que tiene la banda, para pasar a esa maravilla que es “Dementes cobardes”, del genial “Insomnio” y que fue cantado por todos los presentes con mucha entrega.
Con Luis Tárraga en el centro del escenario buscando más atención de la gente, era el momento de “Creerse dios”, del primero de los discos hoy protagonistas, muy potente y cañero y con una buena presencia del bajo, para dirigirse a nosotros y mostrarse encantados de estar aquí de nuevo, presentando la siguiente pieza titulada “No me jodas”, del mismo plástico y que sonó muy intensa en la noche suancina.
Hamlet
Reiteraron sus agradecimientos antes de continuar con otro tema de su disco de 1998 y también con mucho mensaje como es “Muérdesela”, en el que buscaron y lograron que la gente gritase con ellos y con ese acelerado final que tan bien quedó, para volver a darnos las gracias por estar allí, reconociendo que estaban disfrutando de esta gira tan especial, para retroceder dos años y lanzarse a interpretar “El pequeño dictador”, tocada a toda velocidad, muy potente y agradeciendo una vez más los aplausos cosechados.
De nuevo la alternancia entre los dos discos nos llevaba a recuperar ese “Insomnio”, para mí la obra definitiva de esa etapa de la banda, siendo el momento de “Donde duermo hoy”, otro muy buen corte, muy logrado y con esos contrastes de intensidades que tan bien queda, para hacer una breve pausa, necesaria habida cuenta la intensidad de su concierto y siendo la sección rítmica la que diese inicio a la esencial “El color de los pañuelos”, de su obra de 1996, un verdadero temazo y de los más recordados de estos grandes trabajos que estaban recordando esta noche.
Con Luis Tárraga en el centro del escenario, dieron inicio a “Habitación 106”, del mismo plástico y que fue muy celebrada ya que es otra canción que ha quedado en la memoria de sus seguidores, como también esto ha ocurrido con su compañera de álbum, “Egoísmo”, otra con una temática muy de actualidad pese a estar hecha hace ya 26 años y en la que buscaron nuestra participación, que lógicamente encontraron, interactuando con los presentes y pidiendo palmas para arropar esta gran pieza.
Hamlet
Tras este corte se fueron de las tablas, pero la gente pedía más y unos minutos después la banda regresó al mismo para tocar dos temazos de su disco de 1998, comenzando con “Antes y después”, en la que Molly se acercó al público y logrando todavía más conexión, subiéndose a los altavoces ubicados delante del escenario, para continuar con esa maravilla que es “Tu medicina”, muy celebrada por todos y dejándonos una interpretación realmente memorable.
Y claro, la banda no se iba a ir sin el tema más conocido de su discografía y que estaba incluido en su trabajo del año 1996, “J.F.”, cantado por todo el mundo a capela y muy aclamado, con el grupo agradeciendo el apoyo recibido, así como a los grupos con las que compartían escenario, terminando con esos saltos finales tan característicos a cargo de Molly y Luis.
De esta manera y tras algo mas de una hora y cuarto de una muy intensa actuación, se despedían Hamlet, lanzando todo tipo de material a un público que no paraba de aplaudirlos, reconociendo ese espectacular concierto que nos acababan de dar una banda que, por más veces que los veo en directo, más en forma les observo y, sobre todo, más motivados.
Hamlet
Aunque he tenido la suerte de ver a la banda en diferentes etapas, sin duda están en su mejor momento, dando auténticos conciertazos, como el que nos regalaron esta noche, probablemente el mejor que los he visto, y haciendo grandes discos, como su último “Berlín”, demostrando que, pese a que esta gira sea más nostálgica, saben evolucionar con su sonido, no quedándose estancados pero siempre sonando a Hamlet.
El quinteto madrileño dio uno de esos conciertos para no olvidar, recordando sus dos discos más emblemáticos y consiguiendo que, todos los que vivimos aquellos años, rejuveneciésemos 25 años de golpe; veremos a ver cuales son los siguientes pasos de la banda que seguro pasan por ir presentando temas nuevos y con la habitual calidad que atesoran.
Los siguientes en subirse al escenario eran la gente de Emboque, los cuales, conscientes de que se les podía echar el tiempo encima, quisieron agilizar el cambio pero, sin embargo, los problemas surgieron y el ampli de Mario, guitarrista de un grupo que completan Raúl al bajo y voz y Carlos a la batería, no quería funcionar y, tras buscar diversas soluciones, el concierto pudo llevarse a cabo.
No es para nada disimulada mi admiración por este grupo, al que he visto en directo en infinidad de ocasiones, la última hace un par de meses y que cuenta con una trayectoria de 28 años en activo, siete discos en estudio y uno en directo, convirtiéndose en una formación ya mítica dentro del rock y el heavy cántabro.
Tras solventar los mencionados problemas, se dispusieron a comenzar, preguntándonos si había alguien hay, con positiva respuesta y dándonos la buenas noches, para arrancar con esa legendaria “Amia”, la que abría su primer trabajo “Salvaje” de 1999, una maravilla y que siempre llega al corazón de los más veteranos seguidores de la banda, reiterándonos los saludos y, sin parar, llevarnos “Al mismo nivel”, de su segunda obra “Dejame entrar” del 2001, otro de los cortes que nunca han de faltar en sus directos y en donde Mario nos volvió a mostrar su maestría tocando la guitarra.
Emboque
No querían ni podían perder tiempo y continuaron con “Soy libre”, el que abre su reciente “La era perdida”, publicado a finales de esta primavera, y que se ha convertido en un tema muy querido por sus seguidores en poco tiempo, lo que hace ver las ganas de nuevas canciones que había de la banda, así como la validez de sus nuevas composiciones, para volver a su segundo trabajo con otro clásico del grupo como es “Revolución”, siempre muy cantado y celebrado.
Recuperaron su actual disco, casi sin pausa, con la genial “Los perros de la guerra”, una de las que más han calado rápidamente y de la que hace pocas semana han publicado un video clip, para recordar su anterior trabajo de estudio, “6” del 2017, con “Aprendiz”, uno de esos corte que han ido consolidándose en sus directos y en la que nos mostraron sus grandes cualidades musicales, con una gran ejecución por parte de todos los componentes de la banda.
Emboque
Como nos anunciaron desde el escenario, la siguiente pieza también era de su último trabajo, siendo ésta “Noche negra”, otro temazo que demuestra la gran calidad de sus nuevas composiciones, siendo, como siempre, muy bien tocada y con el bajo muy marcado, para pasar a agradecer a la gente de Sez Naus el organizar este evento, continuando el recorrido por su actual disco con “No lo harán por ti”, muy pegadiza y que funcione muy bien en directo.
Nada más empezar a sonar la siguiente canción todos intuimos que llegaba el turno de la genial “Aníbal”, presente en aquel “Voy a por ti” del 2010, quizás su tema más clásicos y uno de los que nunca pueden faltar en sus directos, para, pidiéndonos palmas, continuar con “Estaré”, de su anterior trabajo, muy coreado y haciéndonos cantar a capela.
Como los horarios estaban muy ajustados y la policía ya se había asomado por el recinto, preguntaron si podían tocar una más, con afirmativa respuesta de la organización, siendo el momento de “Inmortal”, un corte que es un verdadero himno y que estaba registrado en su anterior disco de estudio y en donde, un problema de Raúl, hizo que fuese Mario el que cantase en solitario una parte del mismo.
Y de esta manera, tras más o menos una hora sobre las tablas, concluía una velada de unos Emboque que dieron una gran actuación, en la que al final pudieron tocar todo el repertorio que llevaban preparado y demostrar la clase que tienen, algo que está fuera de toda duda y es que, pese a solamente haber dado 3 conciertos con este desde finales del 2019, la formación suena como un auténtico cañón.
Emboque
Lo cierto es que saben conectar con la gente a base de muy buenos temas y una grandes interpretaciones en directo, lo que hace que los presentes, los hayan seguido más o menos, disfruten con ellos y muchos volvamos a repetir y es que son una verdadera referencia del rock en Cantabria y muy queridos por todos los seguidores de esta música.
Ahora que se ha normalizado todo el tema de la pandemia, la banda ha retomado su incasable actividad de directo, con muchas fechas a la vista, tanto dentro como fuera de nuestra tierruca, y donde seguirán presentando este nuevo disco, “La era perdida”, uno de los mejores que se han hecho en Cantabria en este 2022.