Desde antes de la pandemia había oído hablar de un sitio llamado el Rocker Beer en Carriazo, un lugar donde, además de dedicarse a la elaboración de cervezas, llevan a cabos, desde sus comienzos, actuaciones en directo con diferentes bandas, tanto locales, como estatales e incluso internacionales.
Lo cierto es que, por coincidencia con otros eventos, por incompatibilidad con el horario laboral y por otros factores, nunca había acudido a dicho local, pero todo eso iba a cambiar ese fin de semana de septiembre, ya que iba a tener lugar el III Festival Rocker Beer, que iba a desarrollarse en las jornadas de viernes y sábado, aunque yo me centraría en la sesión del sábado por la noche.
Y es que el aliciente para mí, y respetando a todos los grupos allí presentes, era ver en directo a los míticos Diamond Dogs, una banda sueca de rock, próxima a cumplir las tres décadas de trayectoria y que ya habían actuado muy cerca de allí hace 20 años, aunque yo no pude acudir a dicho concierto, englobado en un festival llamado Bike Rock.
Cuando se anunció esta fecha, hace ya algunos meses, la apunté en mi particular agenda, aunque todavía no sabía que iba a estar integrado dentro de un festival, pero cuando esto se confirmó, me agradó la idea para así descubrir a una banda que tampoco había visto nunca como eran Garbayo.
Este evento contaba con la participación en la jornada del viernes de Aitor Ochoa & Mad Mule y Dirty Sound Magnet y el sábado por la mañana en sesión vermú los Supertubos!, además de los citados más arriba.
Me acerqué con cierta antelación, habida cuenta que no conocía dicha zona y porque, además, siempre es bueno evitar llegar con el tiempo justo y tantear un poco el terreno, aparcando, como nos indicaron desde la organización, en un prao cerca de la carretera de acceso y situado a 300 metros de donde iba a tener lugar el evento, pudiendo observarse, mientras enfilaba la cuesta de acceso, la disposición del recinto.
Garbayo
Una vez allí y tras encontrarme con Sonia Toledano y familia, pude observar los no muchos, pero cuidados puestos que allí había, con comida, bebida, ropa, material de las bandas, etc etc.
Y allí estábamos charlando cuando, con una gran puntualidad, comenzaba la actuación de la primera banda, Garbayo, o lo que es lo mismo, el proyecto en solitario de Ignacio Garbayo, ex miembro de Zodiacs y que en el año 2018 debutó en solitario con “Sonido forestal”, al que han seguido el Ep de versiones “Garabyizator”, del pasado año, y “La onda expansiva”, su último larga duración y que también vio la luz en el pasado 2021.
Junto al mencionado Ignacio, que se haría cargo de la voz principal y de la guitarra, estarán en el escenario Pit Flanagan a la guitarra y coros, Alfredo Niharra a los teclados, guitara y coros, Lander Moya al bajo y Javi Estrugo a la batería y coros.
Y, tras saludarnos, comenzaron su descarga con “Busca entre la basura”, una de las piezas de su ópera prima, muy pegadiza y con la que se empezó a ver asomarse a la gente, que poco a poco fue llegando para que aquello tuviera una buena afluencia, siendo seguida por “Huye del monstruo”, precisamente la que le sucede en dicho disco y con el público acercándose al ritmo de estas canciones que tan bien estaban sonando en directo.
Sin querer que aquello se enfriase continuaron con “Kowalski”, de sus tiempos en Zodiacs, con un ritmo constante y observando cómo tanto ellos como el público disfrutaban, pasando de nuevo a saludarnos y aprovechando para presentarse y recordar que tenían un puesto de merchán, siendo el momento de “Delincuentes románticos, el tema que abre su actual obra y que comenzó con una potente batería, guitarrera y con un estribillo contagioso.
Tras un breve respiro continuaron el repaso a su actual plástico con “Gran gorro de paja”, una pieza pegadiza y con un ritmo constante, tras la que agradecieron el buen trato que habían recibido por parte de la organización antes de continuar con “Maquinarias engrasadas”, también de su reciente obra, con unos ritmos y coros muy quedones pero luego intensificarse, mientras el cantante no paraba de gesticular y ganarse poco a poco a los presentes que estábamos disfrutando de una gran actuación de esta formación a medio camino entre Bizkaia y Madrid.
Garbayo
Llegaba el turno de “Mejillas”, otra de su actual trabajo y que está basado en un poema de Ricardo Lezón, una gran pieza, muy intensa y con una sección rítmica realmente potente, tras la que saludaron a algunos de los presentes, continuando el repaso a su último disco con “Esperando el fin del mundo”, que empezó con un ritmo constante, pero que luego se volvió más fuerte, dentro de esos temas elegantes y pegadizos que tiene la banda, cuyos componentes no paraban de interactuar entre ellos.
Sin dejar su actual referencia era el momento de “Me aburre la lluvia” y es que, como nos reconocieron desde el escenario, a la gente del norte a veces nos molesta dicho fenómeno meteorológico, con Pit demostrando su calidad a la guitarra mientras animaban y conseguían que los presentes diésemos palmas, para recordar otro tema de su pasado con Zodiacs, en este caso “Carretera del norte”, con un sonido constante y un estribillo pegadizo, mientras Ignacio se subía a los altavoces situados delante del escenario.
Continuaron recordando el anterior grupo del cantante de la banda con “Chica normal”, una pieza que han regrabado para ese Ep de versiones que también publicaron el pasado año, muy pegadiza y coreable y en donde se pueden comprobar los muchos matices de su estilo, para, tras pedir una cervezas, continuar con la que fue carta de presentación de este proyecto y que abría su primer disco, “Nitroglicerina”, con muchos cambios de ritmo y muy animada, mientras recordaban que tenían merchán a la venta.
Sin casi pausa y continuando en su ópera prima, llegaba el momento de “Te dejaré atrás”, muy coreable y bailable y es que la música y la actitud de la banda hace que no puedas parar de engancharte a su actuación, pasando a anunciarnos que iban a encarar la recta final y mostrarse encantados de estar abriendo para los Diamond Dogs, siendo el momento de regresar a su actual obra con “Psicofonías”, con un ritmo movido y contagioso y un final muy potente, dejándonos un verdadero temazo.
"La batería unió “Gato!” a la anterior pieza, invirtiendo el orden en que aparecen en su actual disco, muy vacilona y de las que primero me entraron cuando los escuché por vez primera, tras la cual Alfredo se hizo cargo de la guitarra de Ignacio para continuar en su presente obra con “Iron Man (Menear el cuerpo)”, muy movida y animada, anunciándonos que se iban, mientras su cantante se subió a los altavoces para buscar más contacto con los presentes.
Garbayo
No abandonaron esta última formación con “¡Muévete!”, de su ópera prima, otra de las que se te quedan rápidamente, con Ignacio bailando encima de los altavoces y logrando que todos nos moviésemos a su ritmo y poniendo punto y final a su hora de concierto.
Sin duda alguna me sorprendieron muy gratamente Garbayo, una banda de la que apenas había escuchado algún tema suelto hasta días antes de este concierto pero que en directo ganan una barbaridad, con una propuesta muy fresca y dinámica y que te engancha, aunque no los tengas seguidos.
Las canciones tienen mucho estilo y, además consiguen engancharte con facilidad, tanto por su música, variada pero animada, como por esos estribillos que son pegadizos pero trabajados, jugando con un estilo en donde pasan por el pop y el rock con cierta soltura, pero con mucha actitud y mostrando la calidad de todos sus componentes.
Sin duda una propuesta a seguir muy de cerca y a los que me gustaría volver a ver en directo porque la verdad es que su directo es muy ameno, distendido y con mucha calidad.
Mientras tomaba algo y asimilaba lo que había visto, se produjo el consiguiente cambio de trastos en el escenario, un cambio que fue bastante ágil ya que en apenas veinte minutos teníamos sobre las tablas a los Diamond Dogs, esa longeva agrupación sueca con 29 años de existencia casi consecutiva, salvo un pequeño parón a finales de los noventa, y con 12 discos de estudio publicados, además de recopilatorios, Eps, singles, etc etc.
La formación que vimos esta noche en la localidad cántabra es la compuesta por Sulo Karlsson a la voz, Lars Karlsson a las guitarras, Henrik "Duke of Honk" Widén a los teclados y cotos, Janne Borgh al bajo, coros y ocasionalmente voz y Federico de Costa a la batería y coros, saliendo al escenario, saludándonos y comenzando a rockear con “Alright Brutus I'm on”, la pieza que también daba inicio a ese doble disco llamado “Slap bang blue rendezvous”, es su última referencia y de este mismo año, metiendo caña y ganándose a la gente desde el inicio.
Sin pausa alguna era el turno de “Valentina (Queen of broken hearts)”, de su disco del 2019 “Recall rock 'n' roll and the magic soul”, muy movida y pegadiza y con unos muy bueno coros, para continuar su descarga con “Every little crack”, remontándose a sus comienzos con esa pieza que estaba incluida en su tercer trabajo, “Too much is always better than not enough” del 2002, para la que nos pidieron palmas, con el teclado más presente y con una buena demostración de su guitarrista.
Nos agradecieron nuestra acogida antes de continuar con “Rocked, wrecked, robbed and ruined”, de su más actual disco, y que sonó muy guitarrera y cañera a la vez que pegadiza y bailable, pasando a ese temazo llamado “Recall rock ’n’ roll”, presente en su obra de similar nombre, muy cantada y pegadiza y animando a la gente a acercarse un poco más para sentir nuestro calor, algo que hicimos encantados.
Tras este tema, Janne nos recordó que ese mismo día era el cumpleaños de Salo, con la correspondiente felicitación por parte de los presentes, para continuar con “Yesterdays nymph”, de su segunda obra “As your green turns brown” del 2001, la cual comenzó con el sonido relajado de los teclados, mientras Lars tenía que cambiar de guitarra para solventar unos acoples que no paraban de sonar y que en cierta manera deslucieron esta bella pieza.
Diamond Dogs
Tras solventar el citado problema con la guitarra, era el momento de regresar a su actual disco con “Slap-bang blue”, muy bailable y pegadiza y que enseguida se queda grabada con ese estribillo tan contagioso, mientras seguían interactuando mucho con la gente y buscando su complicidad, para pasar a “April fool”, la que abría su obra del 2010, “The grit & the very soul”, muy pegadiza y coreable y también con una importante presencia del teclado.
Después esta parte más relajada era el momento de meter un poco más de caña con “Off the record”, de su segunda obra, con un comienzo más guitarreo, subiéndose Lars encima de los altavoces, explayándose en la parte musical e introduciendo trozos de clásicos del rock de Deep Purple, ZZ Top, sirviendo, además, para presentar a los músicos, interactuando con la gente y haciéndonos cantar, consiguiendo una gran comunión con la concurrencia.
Nos pidieron de nuevo palmas, algo que harían con relativa frecuencia, para, sin dejar su segundo plástico, ser el momento de “Hardhitter”, con un comienzo muy eléctrico y que también fue muy bien acogida por unos asistentes que estaban disfrutando con la banda, para pasar a hacer una versión del “Rosalie” de Bob Seger, para el que Sulo salió del escenario y se hizo con la voz principal Janne, dejándonos una muy buena interpretación.
Siguieron con la misma formación para la también versión del “Maybe I'm amazed” de The Faces, que comenzó relajada, para luego regresar Sulo y terminar cantando los dos a la vez, extendiendo dicha pieza y dejándonos con un magistral solo final de guitarra, recuperando los temas propios con “Bound to ravage”, de su tercer disco, muy movido y bailable, prolongándolo y con muy buenos detalles musicales, provocando la locura final de la gente.
Diamond Dogs
Pasaron a tocar “Passing through my heart”, de su Ep “Shortplayer” del 2001 pero que, junto a los dos primeros Eps de la banda, fueron recopilados en un disco llamado “Weekend monster” en el 2020, con Sulo con acústica, comenzando la canción relajada, pero luego con fuerza y cuerpo, pidiendo constantemente palmas, viéndose un buen ambiente en el escenario y continuando con “Spare me the last joke” de su álbum “Black river road” del 2004, aun con su cantante a la acústica, muy movida y bailable y que genero un buen ambiente entre los allí congregados.
Recuperando la formación inicial era el momento de intensificar un poco más aquello con “Suicidal idol”, de su última referencia, más animado y cañero, siendo un tema muy pegadizo y que me gustó mucho, para pasar a pedirnos que colaborásemos con ellos en el estribillo de “Make up boogie”, también de su actual trabajo y que es una pieza muy pegadiza y animada y que en directo funciona muy bien.
Nos pidieron que nos acercásemos aún más, para regresar a su trabajo del 2004 con “Rush for confort”, una pieza lenta muy bonita y con un gran solo de guitarra que sirvió para relajar un poco el ambiente, pasando luego a intensificar aquello con “Honked!”, la que abría su ópera prima del mismo nombre que la canción y que fue publicada en 1994, con un muy pegadizo estribillo y pidiendo nuestra colaboración, algo que lograron con facilidad.
Y llegaba el momento de la despedida y ésta iba a llegar con “Bite off”, de su segundo trabajo, muy guitarrera y rápida y que fue cantada con ganas por todos, mientras nos pedían palmas, dejando brevemente el escenario al que volvieron enseguida, sin hacerse de rogar, para continuar con “Desperate poetry”, de su tercer plástico, que fue iniciada por el teclista y el cantante en solitario, muy relajada, aunque luego sonó más intensa cuando se unieron el resto de los músicos, siendo muy celebrada.
Diamond Dogs
Retornando a su segundo plástico, era el momento de “Anywhere tonight”, más movida y con ese sonido muy bailable, siendo muy cantada por la concurrencia, para, sin dejar ese trabajo del 2001, ser el turno de “Goodbye, Miss Jill”, más guitarrera e intensa, haciendo a la gente darlo todo y despidiéndose de todos nosotros tras casi dos horas de concierto.
Los Diamond Dogs dieron un muy buen concierto, muy animado y entretenido y eso que no es fácil mantener la atención de la gente en una actuación de esta extensión, pero ellos saben lo que se traen entre manos e hicieron que aquello fuese ameno y que disfrutásemos con ellos.
No cabe duda alguna que estamos ante una banda compuesta por unos brillantes músicos, con una trayectoria más que contrastada y que además tienen un buen puñado de temas ya conocidos por sus seguidores, a los que ahora hay que añadir los contenidos en este doble disco que venían presentando y que no desentonan para nada con sus clásicos.
Sin duda alguna, Diamond Dogs son una apuesta segura en directo, a tenor de lo visto esta noche y os aconsejo que los paséis a ver en cuanto tengáis la oportunidad porque lo disfrutareis.
Después de haber disfrutado de dos grandes conciertos (ciertamente no sé cuál de los dos me gustó más), me despedí de algunos conocidos y me fui rumbo a casa, muy contento por haber disfrutado de esta especial velada y deseando volver a ver a ambas bandas, agradeciendo a la gente del Rocker Beer que sigan apostando por la música en directo como hasta ahora.
17/09/2022 
Txutxy Cano 
Txutxy Cano
Rocker Beer, Carriazo, Cantabria
