Terminaba el mes de septiembre, el de la vuelta al trabajo después de las vacaciones, y lo iba a hacer con un concierto de esos que, según te enteras de que va a tener lugar, cambias todos los planes que tenías previstos porque es una cita a la que no quieres faltar, ya que se unían dos grupos que me gustan mucho en un mismo evento.
Y es que, durante este fin de semana, la gente de Granada Goblin iba a hacer de banda de apertura para los míticos Mama Ladilla en sus conciertos de Santander y Oviedo, por lo que acudimos a la cita en la capital cántabra, ese 30 de septiembre, un evento que iba a tener lugar en el Rock Beer The New, a donde volvía solamente una semana después de haber estado viendo música en vivo entre sus paredes.
En una jornada de muchos conciertos interesantes por la tierruca, la sala santanderina lució un aspecto realmente bueno, ya que fuimos muchos los que nos dejamos caer por este céntrico local, en lo que fue una noche verdaderamente festiva y en donde pude volver a ver a gente con la que hacía mucho que no coincida.
Una vez dentro del local y tras charlar con algunos de los presentes, esperamos a que comenzase el concierto, el cual abrirían la gente de Granada Goblin, a los que había visto en directo solamente 6 días antes en la Asociación Cultural Los Bancos de Atrás de Unquera y que realmente demostraron estar muy en forma, por lo que iba preavisado acerca de lo que me iba a encontrar.
Granada Goblin
Y allí se subieron Dani a la voz, Fran y Tillo a las guitarras, Gabo al bajo y Toro a la batería, o lo que es lo mismo Granada Goblin, que llevan desde el 2010 al pie del cañón y con una actividad que se ha visto incrementado en los últimos años, pidiéndonos que nos acercásemos antes de indicar su actuación con “Elige tu propia aventura”, de su tercer disco “Ciencia Fricción” del 2018, una pieza que siempre gusta mucho y que tuvo un sonido aplastante y cañero, viéndose un buen ambiente sobre las tablas.
Era un concierto muy importante para el quinteto porque iban a llegar a un público ajeno al suyo y eso les podía generar nuevos seguidores, continuando su recorrido por su discografía con esa maravilla que es “Barba de abeja”, también de su tercer lanzamiento, que fue presentada como la historia de alguien que quiso crear su propia moda, muy buena y con la que siempre disfruto mucho en vivo.
Tras agradecernos a todos el haber venido, era el turno de centrarse en lo más actual de la banda como es “Tacos de canasta”, ese EP que han subido a redes esta misma primavera, tocando el corte que le daba título, un tema muy bueno, con ese cambio de ritmo hacia la mitad y con Toro haciendo coros guturales, para pasar a ese momento en que Gabo se sitúa en un primer plano y dejando todos los músicos una verdadera exhibición musical.
Granada Goblin
Creándose un ambiente distendido entre ellos mismos y también con los presentes, continuaron con “La torre oscura”, de su ópera prima “Jackalope” del 2011, un gran corte, muy pegadizo y rápido pero jugando con momentos más potentes, para pasar a vacilar con la batería transparente de Toro, hilando con la temática de “Megacritter”, de su segundo disco “Y el misterio del chile fantasma” del 2014, un temazo y que es de los clásicos de su ya dilatada trayectoria.
Retrocediendo a su primer disco, era el momento de recordar que las pirámides fueron creadas por los “Mamuts”, un corte muy rápido, intenso y potente y con el que consiguieron atraer todavía más la atención de la gente, la cuales quedaría con la boca abierta cuando se atrevieron a tocar una versión del “Lobo-hombre en París” de La Unión con la música del “Of wolf and man” de unos tales Metallica y que sonó verdaderamente brutal, gustándome todavía más que la anterior vez que la escuché.
Turno ahora de regresar a su tercer disco con ese gran corte que es “Joe el taxidermista”, la historia de amor de alguien que creyó que era buena idea disecar a su familia, un tema muy conocido, quizás de los más representativos de la banda, y en el que tuvieron algún problema con el bajo en la parte final, para, tras solventarlo, avisarnos de que iban a ir acabando y continuar con “Terrícola agrícola”, la que cerraba su primer álbum, muy poderosa y con un rapidísimo final.
Granada Goblin
Ahora sí que se despedían de todos nosotros, agradeciéndonos nuestra asistencia e interés, para dejarnos con “Jesucristo Yeti”, de su segundo plástico y que es otro de los que siempre celebro cuando lo tocan, un clásico que sonó genial y con el que dieron por terminado su concierto tras unos 45 minutos sobre las tablas.
Granada Goblin dieron un muy buen concierto, gustándome todavía más y sonando mejor que la semana anterior y disfrutando de esta velada, que era una gran oportunidad para ellos de llegar a mucha gente que quizás no los tenía seguidos y que ellos supieron aprovechar con creces, dándolo todo sobre el escenario.
Sin duda es un grupo con una calidad musical excepcional, donde todos demuestran sus habilidades, pero siempre al servicio de unas canciones que son lo verdaderamente importante, con temáticas mezclando humor, ciencia ficción y una cierta crítica, pero siempre enganchándonos en directo.
Probablemente haya sido el mejor concierto o uno de los mejores que he visto a este quinteto, y ya les he visto unas cuantas veces, y ojalá no tarde mucho en volver a verlos porque me gustan mucho en directo.
Apenas veinte minutos después de acabar la actuación de los cántabros, teníamos a los Mama Ladilla sobre el escenario, ese trío madrileño que lleva en activo desde 1994 y que está compuesto por Juan Abarca a la voz y la guitarra, Sergio Legazpi al bajo y coros, y Abel de Fresno a la batería y coros, habiendo publicado hasta el momento 10 discos de estudio, un par de Ep´s, un directo, además de su mítica maqueta.
Son ya unas cuantas veces la que he visto a esta banda, a la que no me pierdo nunca que viene, siempre que me es posible, y es que son casi de la tierruca, habiendo sido la anterior vez en la tristemente cerrada Black Bird, a finales del 2019, comenzando su actuación, tras comprobar que todo estaba correcto, con “Cosas que joden”, de su quinto disco “Analfabada” de hace 20 años, un clásico y con el que ya demostraron su clase y calidad musical.
Sin embargo, ellos dijeron que iban a tocar lo peor que pudiesen, continuando con “Defectuoso”, la pieza que abría su cuarto disco, “Power de mi” del 2001 y que fue dedicada a esa gente que es guapa, pero para tenerla lejos, con ese pegadizo y coreable estribillo, para viajar hasta su ópera prima, “Arzobispofobia” de 1996, con “Flípalo”, muy cantada y más rápida que las anteriores, mientras la gente disfrutaba con la banda.
Tras saludarnos, pasaron a presentar “La de dios”, de su actual disco “Exhuma y sigue” del pasado año, y es que el grupo sigue editando grandes trabajos, con temas como éste que te engancha rápidamente, para continuar hablando de dioses con “Catequista parroquial”, la que abría su maqueta de 1994 “Directamente a la basura” y que luego recuperaron para su primer trabajo, muy celebrada y que me hizo recordar las primeras veces que escuché a la banda.
Mamá Ladilla
De vuelta a su actual lanzamiento, era el momento de hacer gimnasio siguiendo las indicaciones de Abel en “Triceratops”, comenzando así la operación bikini para el próximo año, otra pieza muy divertida y con esa crítica que contiene, pasando a interpretar “Janfri güein” de su “Autorretrete” del 2005, quizás su disco más reconocido, siendo otro de esos cortes que nunca suelen faltar en su repertorio y que fue muy bien acogido.
Turno ahora para otro tema de su actual plástico como es “Me aburro”, otro que me gusta mucho, con esa fuerza que tiene y una gran demostración de la calidad de los músicos, tras el que Abel tuvo que ajustar su batería, momento que aprovechó Juan Abraca para interpretar un par de cortes de aquel proyecto llamado Engendro como fueron “¡Ay, Camela!” y “Hombre esponja”, muy divertido y demostrando las tablas que tiene para que aquello no decayese.
Nos avisaron de que iban a seguir con una canción antigua y es que llegaba el momento de “Naces, creces, te jodes y mueres”, que también daba nombre a su segundo disco, aunque previamente había aparecido en su maqueta, ese clásico que describe el ciclo de la vida, para continuar con otra de sus inicios como es “Yo prefiero a Baco”, compañera de la anterior en su demo y que fue cantada por todos los presentes, sonando muy rápida.
Después de algunos ajustes técnicos, era el momento de volver a su segundo trabajo con “El amor no tiene edad”, otro corte muy conocido y en donde se vio a la banda divirtiéndose, como durante toda la velada, con lo que hacen, antes de preguntar si había algún calvo barbudo o seguidor de Sôber en la sala y es que llegaba el momento de dejar claro que “Se dice heavy metal”, otro temazo de reciente factura, concretamente de su anterior plástico “Quien pudriera” del 2018, y que fue muy celebrado por la concurrencia.
Mamá Ladilla
Sin dejar su anterior referencia, era el momento de la oscura “Los de abajo”, con momentos de mucha lucidez y con un final en el que Sergio estuvo realmente brillante, concluyendo con un impactante final, para pasar a otra de su primera época como es “Ya tardas, bastardo”, también de su maqueta pero que luego recuperaron para su segundo disco, corta y directa.
Nos preguntaron si queríamos piezas viejas o nuevas, aunque confesaron que les daba igual porque iban a tocar las que tenían en el set list, siendo el momento de volver a su disco del 2002 con “Pablito clavó un clavito”, también muy conocida y mostrándonos de nuevo su gran calidad técnica, para tocar la muy conocida “Obcequeitor”, de su tercer disco “Requesound” de 1999, muy cantada por una concurrencia que estaba disfrutando y moviéndose con temas como éste, que sonó muy poderoso.
Pasaron a aventurarnos que ya quedaba menos de su actuación, recuperando su segundo disco en donde estaba incluida la muy conocida “¡Pobre principito!”, otra que también estaba en su maqueta, cantada por toda la sala a capela, ayudando a un Juan Abraca que buscó la complicada de los presentes, siendo unida por la batería con “Aparta, papá”, otra que ya estaba en su demo y que luego recuperaron para su primera obra, con una exhibición de los músicos y con la gente empujándose y enloqueciendo.
La siguiente pieza fue presentada como otra antigua y es que llegaba el momento de “Garrulismo máximo”, de su tercer disco, muy cañera y que fue seguido por ese clásico que es “Surfin Papa”, el que cerraba su conocido álbum “Autorretrete”, y que, como era de prever, fue muy celebrado por la concurrencia.
Y de una conocida a otra que también lo es como es “Tu fiesta”, de su maqueta y luego rescatada para su ópera prima, muy cantada por todos, como lo sería, todavía con más ganas, ese “Mi nave mix”, de su tercer disco, aunque contiene piezas de otros mixes de la banda, todos ellos muy coreados por los asistentes.
Mamá Ladilla
Quizás una de las canciones más conocidas de la banda es “Cunnilingus post mortem”, otra de su disco del 2005 y con el que nos avisaron de que iban acabando, muy cantada por toda la gente que no paraba de moverse, siendo seguida por su compañera de disco “Sucedió en Beckelar”, muy celebrada siempre y que fue muy alargada por la formación, improvisando el final con frases relacionadas con “Martin Hache “, película que estaban echándola en la televisión que ellos tenían enfrente, con muy buenos solos de bajo y batería, retomando el tema hasta concluirle.
Aunque hicieron amago de irse y se escondieron tras las cortinas situadas junto al escenario, asomaron la cabeza y volvieron al escenario con su tema insignia que es “Chanquete ha muerto”, de su primer disco, y con el que los conocí, iniciado con la música de Verano Azul y todo el mundo cantándolo y disfrutando, para hacernos enloquecer con “Ataca”, de su maqueta, pero luego publicado en su ópera prima y en el que incluyeron un breve fragmento del “Breaking the law” de los Judas Priest.
De esta manera y tras algo más de hora y media de actuación, concluía un gran concierto de unos Mama Ladilla que nos ofrecieron una gran velada, muy divertida y haciéndonos sudar con su música y es que son una banda que nunca fallan en directo, algo que pueden corroborar todos los que allí estuvieron presentes.
Líricamente son una banda con una buena combinación de humor y critica, con unas letras que no se casan con nadie, y musicalmente son los tres unos auténticos portentos, algo que se puede ver a poco que se ponga algo de atención, dejándonos unas canciones que son muy pegadizas y que entran muy bien, pero que están muy elaboradas.
Ojalá vuelvan pronto y podamos disfrutar con una cita que es obligada, al menos para mí, porque disfruto mucho con sus directos; os esperamos.
Ya habíamos sobrepasado la medianoche y al día siguiente había que trabajar, por lo que, tras despedirme de algunos de los presentes y de buena parte de los músicos, puse rumbo a casa, después de haber disfrutado de otro concierto en esta batalladora sala santanderina llamada Rock Beer The New, en este caso con Mama Ladilla y Granada Goblin, los cuales dieron sendos grandes 8conciertos y con una muy importante presencia de público. Así da gusto.