El pasado 10 de octubre tuvo lugar, un año más, la celebración del festival San Nicasio Rock dentro de las actividades programadas con motivo de las fiestas de este barrio de la localidad madrileña de Leganés. Los artistas encargados de actuar en esta edición fueron, por este orden, Redención, Barracüda, Sínkope y Desastre. Resáltese el hecho de que ninguna de las bandas cuenta con componentes femeninos; por lo que, un año más, no hubo mujeres sobre el escenario, a excepción de la fotógrafa que acompañaba a Redención.
Decía Mike Tyson que todo el mundo tiene un plan hasta que se lleva la primera hostia. Pues según estaba terminando la prueba de sonido de la formación que abría el festival alguien comentó “vaya, acaba de caerme una gota” y alguien respondió “no os preocupéis, que mi aplicación climatológica de pago dice que no va a ll…” antes de acabar la frase ya había estallado una tormenta, no lo bastante espectacular como para meter en un arca a una pareja de cada especie, pero sí lo suficiente para hacer peligrar el normal desarrollo de la jornada.
Tras cuarenta y cinco minutos en los que ninguno de los que estábamos en el backstage apartamos la vista del cielo, la lluvia paró y se decidió seguir adelante, pero eliminando dos canciones de cada uno de los setlist para intentar compensar el retraso; y teniendo presente que en cualquier momento podría ser necesario cancelar definitivamente.
Redención
Así pues, minutos después de las 21:30, los cinco miembros de Redención salieron al escenario ante un público que, sorpresivamente, no se había movido del sitio y que había aguantado debajo de la lluvia para poder disfrutar de las actuaciones. La banda de metal procedente de Aranjuez abrió su concierto con el tema “Tu muro” que abre también su segundo trabajo de estudio “Abruptum”, publicado en 2019. Bastaron apenas diez minutos para darse cuenta de que no se trataba de una formación especialmente ortodoxa, sino en la que cada uno de sus miembros tiene sus propias influencias y gustos, y en la que todos aportan algo al resultado final, pudiendo percibirse tintes tanto de metal core como de un heavy más clásico.
Tras “Presión” e “Inocencia”, llegó el momento de “Derrota”, el primero de los temas interpretado de los cuatro que componen “Derrota y destino”, último EP de la formación publicado en 2021 y producido por Carlos Escobedo. Ep que protagonizó la segunda parte del show, junto con una versión muy personal del clásico de Barricada “Noche de Rock and Roll” que la banda hizo suya adaptándola completamente a su estilo.
“Perro guardián” fue la canción elegida para despedirse de un público que disfrutó visiblemente de principio a fin, aunque muchos de los asistentes no les conocían cuando llegaron. Quien se los perdiera o quien quiera disfrutarlos de nuevo puede verlos el 4 de noviembre en la Sala Spacio de Valdemoro junto a Ars Amandi.
Redención
A continuación fueron los ciempozueleños Barracüda los encargados de continuar la fiesta. Este trío formado por Aitor (guitarra) Marcos (batería) y Millán (bajo) lleva algo más de año y medio girando el que ha sido su primer trabajo de larga duración “En la calle” que junto a su EP “Profundidad” y algunas canciones que se incluirán en su próximo disco, permiten montar un show completo prescindiendo de recurrir a ninguna versión, lo que siempre es arriesgado, pero también evidencia valentía y madurez.
Dieciséis fueron finalmente los temas interpretados. Temas, en su mayoría con una fuerte carga social y política, como “Nunca se han marchado” que trata el resurgir de la extrema derecha; o “Lorenzo Orsetti” dedicada al antifascista florentino asesinado en Siria en 2019; pero sin perder de vista otros aspectos más lúdicos, como en “Yo soy de bar”; o costumbristas, como en el caso de “Pastorear”.
Esta banda va concierto a concierto y a fuerza de trabajo creando su propio séquito de incondicionales a los que ya es bastante habitual encontrar allá donde actúen, compartiendo muchas veces cartel con artistas de primera línea como Benito Kamelas, Porretas o Sínkope y, siguiendo en esta línea, no tardarán ellos en ser quienes protagonicen las contiendas principales de las veladas, pues son garantía de diversión y un rock cuidado y elegante, al igual que su característica indumentaria.
Barracüda
Una vez terminada su actuación y tras el oportuno cambio de cacharraje fueron los extremeños Sínkope los que salieron a escena tras un exitoso paso por el festival Extremúsica un par de días antes. La formación, que parece haber recuperado completamente el ritmo tras el parón pandémico, abrió con “No fluye nada”, “La alegre tristeza” y “Por pensar le dio al hombre”, tres de los cuatro primeros temas de su último trabajo de estudio -aportando el cuarto de ellos nombre al disco- publicado en 2020 y cuya presentación en sociedad se ha hecho esperar.
Tras estos primeros compases y como viene siendo habitual en esta gira, que recibe el nombre de Alvaritour, Vito hizo una sentida mención al fallecido Álvaro González Delicado, quien fuera road manager y amigo personal de la banda.
“Mi barca y mi mar”, “Humo de contrabando” y “Matar se me olvida” (que supone una firme condena a la violencia de género) fueron los temas centrales de un show que, sorpresivamente incluyó una petición de matrimonio por parte de un espectador a su pareja; pero antes de conocer la respuesta comenzaron a sonar los acordes de “Si querer me va a doler” ¿casualidad? Nunca lo sabremos…
Sínkope
“El carro de la vida” anunciaba el inicio de la recta final, que continuaría con “Sin ti no hay color” para que seguidamente Maikkel y Ferdi abandonasen el escenario y dejasen a Vito, Alberto y Diego interpretando “Le voy a cobrar a tus labios tus miradas” con la colaboración de la práctica totalidad de un recinto abarrotado que agradecía la entrega de los músicos a pesar de las dificultades y, transcurrida la primera mitad de la canción se reincorporasen en sus respectivos puestos para terminarla por todo lo alto.
“Cuando no te pones falda”, “A merced de las olas” y “Tarros de miel” fueron los últimos temas de un concierto que estuvo a punto de no ser, pero que finalmente ocurrió, y terminó siendo un recuerdo imborrable en la memoria de los seguidores que allí se dieron cita.
Próximamente podremos verles en el festival Rock Albox (29/10), en la Sala Maneras de Vivir, del Almazán (25/11) y en el Kalimotxo Rock de Vitoria (26/11).
Sínkope
El fin de fiesta corrió a cargo de los madrileños Desastre, quienes dieron todo un recital de rock de barrio ante un número ligeramente reducido de espectadores (no perdamos de vista que era lunes) repasando los temas más representativos de sus tres décadas sobre los escenarios.
El retraso acumulado y la exigencia por parte de la policía local de cortar a las 2:30 supusieron una importante merma en un set list que, aunque mutilado, incluyó piezas como “El circo”, “Un abrazo al dormir”, “La cometa azul” o “Soltando lastre” que hicieron las delicias de los más trasnochadores.
SI por algo se caracteriza esta formación es por su alegría contagiosa capaz de hacer bailar hasta algún fotógrafo… o a algún redactor; y por una actitud que invita a sonreír a pesar de lo que venga. Por eso supusieron el final perfecto para una jornada complicada dejando un inmejorable sabor de boca en sus incondicionales, que tuvieron que despedirse precipitadamente de los músicos a ritmo de “El loro” y “Me piro”; pero prometiéndose mutuamente un próximo reencuentro pues, además, los de Usera se encuentran actualmente en pleno proceso de grabación de lo que promete ser un discazo en toda regla, el cual esperamos con ansia tanto el formato estudio como, por supuesto, en directo.