Era esta una cita que me llamaba bastante la atención porque lo integraban tres bandas, dos asturianas y una cántabra, que suenan muy bien y, además, a una de las formaciones asturianas todavía no la había visto en directo; sin embargo, me echaba para tras el que, siendo tres grupos y entre ponte bien y estate quieto, me iban a dar las tantas en el Rock Beer The New, lugar donde iba a tener lugar el evento, y el despertador los sábados por la mañana no perdona.
Lo cierto es que tenía decidido acercarme, cuando me enteré de que se había caído del cartel Teksuo, precisamente la banda que no había visto en vivo, pero, sin embargo, me decidí a acudir a la céntrica sala santanderina, tras estar un par de semanas sin poder acudir por incompatibilidad de agenda, para disfrutar de esta noche de metalcore.
Se preveía una buena presencia de gente, habida cuenta que no es un estilo del que se den muchos conciertos en nuestra tierruca y que, además, son músicas que arrastran a un buen puñado de jóvenes seguidores, algo que siempre es de agradecer, todo ello en una noche con una temperatura veraniega en pleno octubre.
To The Burial
Al llegar a la sala pude ver ya una buena cantidad de público y un buen ambiente, con la gente buscando pasar una buena velada, y esperando el inicio del concierto, que arrancaría pasadas las 21.30 de la noche, mientras charlaba con algunos de los presentes para hacer más amena la espera.
Los primeros en salir fueron los locales To The Burial, que estrenaban cantante, estando la formación en la actualidad integrada por Dridri a la voz, Gerar guitarra y coros, Felipe a la otra guitarra, Dani al bajo y Peivi a la batería, habiéndolos visto por última vez en directo a principios del 2020, en la tristemente desaparecida Black Bird.
Los orígenes de esta joven banda se remontan a cuatro años atrás, aunque algunos de ellos ya son conocidos por haber formado parte de otros grupos, y tienen publicado un primer disco, llamado “Humanity” del año 2019, y están en camino de grabar un segundo registro, que, suponemos vea la luz en poco tiempo.
Tras hacer una piña inicial junto a al escenario y con una intro sonando de fondo, subió al escenario el quinteto, comenzando con “Bones”, el primer tema que caería de ese único disco de la formación hasta la fecha y que tocarían en su totalidad, comenzando lento y potente y pidiendo acercarnos, con Dridri bajando a empujarse con la gente y buscando la actividad de ésta, dejándonos una pieza muy pegadiza.
Fue Gerar el que tomó la voz cantante para agradecernos este recibimiento, tras estar casi tres años sin tocar por la pandemia, además de presentar a su nuevo vocalista, continuando con “Heart”, muy animada y con esos buenos coros, sonando muy potentes y con un wall of death en esa parte machacona que tiene la canción, para, tras vacilar entre ellos, continuar con una versión de ellos mismos como presentaron “Blood”, muy pegadiza pero con esas partes más rápida y potentes, que dan como resultado un gran tema.
To The Burial
Dridri comentó que siempre es un placer volver aquí, para bromear con que la siguiente era suya pero se la habían robado, siendo el turno de la versión del “Vice grip” de Parkway Drive, muy coreada, con partes intensas pero muy quedona y que fue muy celebrada por unas primeras filas, que lo estaban dando todo, para regresar a sus temas propios con “Flesh”, no sin antes recordar el motivo por el que Teksuo no habían podido venir y agradecer a As Life Burns que hubieran seguido adelante con el concierto, un corte más oscuro, pero con partes movidas y ese final ralentizado que posee.
Nos reiteraron sus agradecimientos por nuestros aplausos, para continuar con “Mind”, que trata sobre la mente y sus problemas, como nos dijeron desde el escenario, con un comienzo potente y fuerte, siendo una pieza muy animada, tras la que bromearon con uno de los presentes, el cual cumplía años ese día, reiterando los agradecimientos a As Life Burns por tirar para adelante con este evento, pasando a asignarse como propio el “Bodies” de los Drowning Pool, un temazo, muy pegadizo y que hizo disfrutar a todos los presentes.
Tras tomarse un breve respiro, regresaron a sus temas propios con “Senses”, el que fue su segundo single, aprovechando para recordar que tenían discos y camisetas en su puesto de merchán, siendo un corte muy pegadizo, pero con partes aceleradas y con la gente dándolo todo, tras el que se vio el carisma que tiene Dridri sobre el escenario, avisándonos que iban a ir acabando, mostrándonos, en primicia, el que iba a ser su próximo single, la inédita “Daybreak”, la cual empezó potente y cañera, con la gente enloquecida, siendo una canción pegadiza pero agresiva.
To The Burial
Anunciaron que se iban, pero no sin antes agradecer a Juan y al New la labor que hacen por mantener la escena en Cantabria y a sus compañeros de cartel y a los presentes nuestra acogida, siendo el turno de la que restaba de su único disco, “Soul”, que empezó lenta, aunque potente e intensa, una pieza pegadiza, en la que tuvieron algún problema leve en la guitarra de Gerar que fue solventado rápidamente, alargando el final y con la gente disfrutando.
Y aunque tenían pensado tocar un corte más, no hubo tiempo para más y, tras algo menos de una hora, así terminaba un muy buen concierto de To The Burial, muy intenso, demostrando la gran calidad que tienen y eso que era el primer concierto en casi tres años y, además, con un nuevo componente.
Lo cierto es que con Dridri han ganado en presencia escénica, ya que es un cantante que sabe enganchar perfectamente a los presentes, todo ello acompañado por unos temas que tienen mucho tirón y unos músicos que están muy cohesionados, lo cual hace que se disfrute de su música y que sus actuaciones se te pasen en un suspiro.
Ahora habrá que ver por dónde van los tiros de las nuevas composiciones que, a tenor de la estrenada esta noche, tienen muy buena pinta, y a seguir disfrutando de sus conciertos en cuanto tengamos la ocasión, algo a lo que os animo a acudir.
Tras el habitual cambio de bártulos, teníamos sobre el escenario a As Life Burns, a los que conocimos en este mismo lugar solamente unas semanas antes del confinamiento general, y que también presentaban nueva formación, estando ésta compuesta por Mikel a la voz, Mata a la guitarra solista, Diego a la guitarra rítmica, Pelayo al bajo y Roro a la batería.
Esta banda asturiana tuvo su origen hacia el 2009, cuando se denominaban Stado kritico y publicaron bajo esa denominación los discos “Yo soy Lucifer” del 2011, el Ep “El mundo en Off” del 2012 y “Pena de Muerte” del 2013, y ya bajo el actual nombre los álbumes “Inferno” del 2017, “Inside The Spiral” del 2019 y su más reciente obra, “Polar”, de finales del pasado año. Por cierto, con motivo de su anterior trabajo les hicimos una entrevista en pleno confinamiento.
As Life Burns
Con el sonido de “I failed”, la intro que da inicio a su nuevo disco y entre el humo, fueron saliendo uno a uno los miembros de la banda, que tuvieron un pequeño problema con el micro del cantante, para, tras preguntarnos si estábamos listos, con afirmativa respuesta, comenzar propiamente la descarga con “The prophecy”, muy cañera y con mucha fuerza, mientras se veía a la gente disfrutando y con esas luces blancas frontales apareciendo al compás de su música.
Continuando el orden en que aparecen en su nuevo trabajo, era el momento de “Fire and ice”, muy potente y con partes muy rápidas, demostrando que han sacado un álbum muy trabajado, tras el que se presentaron y recordaron que volvían a la misma sala justo después de la maldita pandemia, para echar la vista atrás a su anterior obra con “Again this brightness”, solicitándonos que el estribillo del mismo le teníamos que cantar y que ellos solamente iban a hacerlo al principio, un verdadero himno que fue muy coreado.
Sin casi pausa, continuaron el recorrido por su anterior lanzamiento con “The world of evil”, siendo el batería quien dio entrada a esta pieza, muy machacona y potente, para, tras unos ajustes técnicos que fueron solventados rápidamente, asegurarnos que la siguiente la conocíamos todos y es que llegaba el turno de su versión del “Back to black” de Amy Winehouse, que cierra su actual trabajo, dándola su toque personal, muy potente y que les quedó muy bien.
As Life Burns
Siguiendo esa alternancia entre sus dos últimos trabajos, que tocarían en su totalidad, le llegaba el turno a su anterior obra con “Debris hills”, que empezó con mucha fuerza, pero que tiene esa parte central más relajada y que produce un bello contraste, para regresar a su nueva referencia con “Bring the torch”, que nos dedicaron a todos nosotros y en la que recordaron la pandemia y estos dos años parados, muy agresiva y potente, pero con esa parte más relajada que nos llevó a un trepidante final.
Casi sin parar, nos animaron a botar con “We are animals”, otro corte de su presente disco, muy cañero, jugando con las intensidades y con esa parte final más machacona, mientras se iban despidiendo, pero solo fue un amago, ya que nos preguntaron si queríamos más, a lo que, lógicamente, respondimos que sí, para pasar a la que abría su anterior obra, “Awaken the madness”, una de sus canciones más conocidas por mí y que se acelera hacía la mitad, siendo un tema muy pegadizo.
Y todavía habría tiempo para otro corte más, precisamente el que cerraba su anterior trabajo, “Until the clean mind breaks”, avisándonos de que ahora sí que se iban y dedicándoselo a To The Burial, metiendo caña y dejándonos un tema muy intenso, despidiéndose, no sin antes gradecer a la sala, a sus compañeros de cartel y a los presentes nuestra acogida y asegurándonos que volverían.
As Life Burns
De esta manera, y tras poco más o menos 45 minutos sobre las tablas, concluía una intensa y muy cañera actuación de este quinteto asturiano que, pese a los cambios en sus filas, ha sabido, no solo salir airoso de los mismos, sino muy reforzado, añadiéndolo, además, una cuidada puesta en escena y en la que lo visual comparte protagonismo con lo musical.
Ya la anterior vez que los había visto, As Life Burns me parecieron una propuesta muy interesante, pero, sin duda alguna, han dado un gran paso adelante con este nuevo disco, que los ha de llevar a crearse un hueco dentro de la escena estatal, porque canciones y calidad tienen para ello y en directo demuestran saber lo que se traen entre manos.
Sin duda este quinteto asturiano es una propuesta muy interesante para los seguidores del metalcore y similares, por lo que os aconsejo que paséis a verlos en directo y escuchéis su música en profundidad.
Con el último disco de los asturianos debajo del brazo y tras despedirme de algunos de los presentes, me fui del Rock Beer The New pasadas las 23.30 de la noche, con la satisfacción de haber disfrutado de esta velada con dos bandas jóvenes que demostraron que hay futuro dentro del metal y hay seguidores con ganas de escuchar esta música y que disfrutaron de los conciertos de To The Burial y As Life Burns, en ese reducto para el rock en Santander que es la citada sala santanderina, a la que volverá a acudir en próxima fechas.
21/10/2022 
Txutxy Cano 
Rock Beer The New, Santander, Cantabria
