Recuerdo en el verano del año 2020 estar tomando algo en un bar de Renedo de Piélagos y escuchar de fondo una voz que me sonaba: era la de David Ruiz y su nuevo proyecto “nostalgia.en.los.autobuses” y me di cuenta de la personal voz que dicho artista tiene, por lo que me propuse escuchar algo más, tanto de este grupo como de su banda madre, La Maravillosa Orquesta Del Alcohol, y es que, ciertamente, no era una propuesta que tuviese muy seguida.
Lógicamente, lo siguiente era poder ir a verlos en directo cuando pasasen por nuestra tierruca y la oportunidad llegó, el primer fin de semana de noviembre, con una doble cita en el Escenario Santander, donde agotarían todas las entradas en ambas fechas, decantándonos por acudir la cita del viernes.
Curiosamente, para ese viernes 4 se anunciaron muchos eventos que, en otras condiciones, no me hubiera perdido, pero tenía muy claro que era el momento de regresar a la mencionada sala santanderina, en la que habíamos estado por última vez hacia 3 semanas.
Para hablar sobre los orígenes de La Maravillosa Orquesta Del Alcohol tenemos que remontarnos a su Burgos natal y a ese 2011 en que se crean, habiendo editado hasta la fecha cinco discos de estudio, cuatro Eps, y varios directos, estando la formación compuesta por el mencionado David Ruiz a la voz y la guitarra, Nacho Mur guitarra y mandolina, Alvar de Pablo al saxofón, clarinete y voces, Jacobo Naya a los teclados, percusiones, banjo y guitarra, Jorge Juan Mariscal al bajo, Joselito Maravillas al acordeón y coros y Caleb Melguizo a la batería y percusiones.
La M.O.D.A.
Se notaba, al acercarse al Escenario Santander, que había ambiente de gran concierto, algo que pude apreciar hasta para aparcar, entrando en una sala hasta los topes, cogiendo posición lo más adelante que me fue posible, mientras observaba el escenario, con muchos detalles en el telón de fondo con motivo de esta gira que les está llevando por todo el estado para presentar su reciente disco “Nuevo cancionero burgalés” del pasado año.
Como es norma de la casa y siempre agradezco, a la hora fijada comenzaba la descarga del septeto, sonando de fondo la versión que Johnny Cash hizo del “I won't back down” de Tom Petty, apareciendo los músicos, que fueron muy ovacionado a su salida, iniciando la velada como lo hace ese disco que estaban presentando, es decir con “Un lunes”, muy celebrado y cantado a capela, con una parte donde el saxo estuvo presente y en la que nos saludaron en ese final relajado, para seguir, en el mismo orden en que aparecen en su obra, con “La molinera”, también muy cantado por una concurrencia muy entregada, siendo una pieza muy pegadiza y en donde Alvar también aportó su voz.
Con constantes cambios de instrumentos durante toda la actuación, era el momento de “Una canción para no decir te quiero”, de su disco del 2017 “Salvavida (de las balas perdidas)”, siendo el banjo el que dio inicio a esa movida pieza, con un ritmo constante y el acordeón presente, mientras animaban a la gente y citaban el nombre de la ciudad en la que tenía lugar el evento para caldear aquello aún más, no dejando ese plástico para continuar con “La inmensidad”, que fue cantado a capela por el público, muy celebrado y cantado casi más por los presentes que por la propia banda y es que es un corte muy querido.
Continuando en ese disco de hace 5 años, era el momento de la muy aminada y bailable “Mil demonios”, la que precisamente lo abría, con la gente botando y muy entregada, haciendo de aquello una verdadera fiesta, para, tras una breve pausa para cambiar algunos instrumentos, saludarnos y presentarse, mostrándose agradecidos por el recibimiento, continuando el recorrido por su último álbum con la genial “Miraflores”, muy disfrutada, intensa y potente y que fue cantada con ganas por toda la sala.
La M.O.D.A.
Remontándose a su primer larga duración, “¿Quién nos va a salvar?” del 2013, era el turno de la más relajada en su comienzo “Vasos vacíos”, con un estribillo pegadizo y animado, mientras el público iba cantado toda la letra, para, sin apenas pausa, continuar con “El camino”, perteneciente a su Ep “Ni un minuto más” del 2018, comenzando con fuerza, pero combinado intensidades y que resultó una canción muy animada y aplaudida por todos los presentes.
No querían que aquello se enfriase y continuaron su velada con “La vieja banda”, la que cerraba su álbum del 2017, con ese bailable inició, con la banda y el público dando palmas en medio de esta intensa y festiva pieza, para pasar a su segundo larga duración, “La primavera del invierno” del 2015, con “Prmvr”, la cual empezó de manera relajada, pero solo fue un instante ya que luego cogió fuerza y se volvió pegadiza, con ese trozo en euskera que fue cantado por todo el mundo, en otro tema muy bueno y coreado.
Sin dejar su obra de hace 7 años era el momento de “Catedrales”, muy aclamada, haciéndonos movernos, aunque con una parte más relajada, pero fue breve y enseguida volvió la intensidad, tras la que hicieron un ligero relax para cambiar instrumentos, recibiendo muchos aplausos, antes de anunciarnos que iban a tocar un par de cortes del nuevo disco, siendo el momento del que lo cierra, “Canción de cuna”, que, como comentaron desde el escenario, son de los que cantaban sus abuelas, empezando fuerte, pero luego se relajó, aunque manteniendo ese constante aire folk, en una muy bonita pieza, con parte entrañables.
La M.O.D.A.
Como habían anunciado, continuaron el recorrido por su última referencia con “Mes de mayo”, con un muy relajado inicio, siendo una canción muy bonita y calmada, pero con fuerza y que fue muy cantada, para ser el banjo el que diese inicio a su compañera de disco “No canto yo”, relajado y con un muy bonito sonido, cantando a capela la segunda mitad, acompañado por el público, siendo Alvar el que cantó la parte final y demostrando que también tiene una muy buena voz.
Ahora fue el acordeón el que dio comienzo a “Hay un fuego”, de su trabajo del 2015, cantado desde el principio por toda la gente, ganando intensidad al ritmo del saxo y gustando mucho, para, después de darnos la gracias por los aplausos, no dejar esa obra y ser el turno de “Miles Davis”, con un ritmo más country, animándose a medida que avanzaba y que fue muy cantada y bailada.
Un breve parón para realizar algunos ajustes y cambios de instrumentos sirvió también para que la banda y el público se dedicasen aplausos mutuamente, agradeciendo ésta a la sala, los técnicos y su equipo el que hicieran posible que esto estuviera saliendo tan bien, retornando a su disco de hace 5 años con “Himno nacional”, empezando tranquila y cantada por los presentes, para luego ir cogiendo fuerza en el estribillo y demostrando tener unas letras muy trabajadas y que, además, se quedan grabadas al poco de escucharlas.
La M.O.D.A.
Momento de echar la vista a su anterior disco de estudio, “Ninguna ola” del 2020, con “La vuelta”, empezando con calma y demostrándonos esa gran voz del vocalista, siendo una pieza muy cantada y celebrada por la concurrencia, para regresar a sus inicios con “Gasoline”, el cual aparecía en su segundo Ep, “The shape of folk to come” del 2012, aunque luego lo recuperaron para su primer larga duración, con un sonido bailable y el banjo marcando el mismo, con un pegadizo estribillo y que fue muy bailado por la gente.
Una breve pausa nos llevó a “Colectivo nostalgia”, la que cerraba su trabajo de hace 2 años, que se inició con el sonido de los teclados, siendo una canción muy tranquila y en donde, en la primera parte, solamente las teclas acompañaron a la voz, para luego aparecer el resto de los instrumentos, siendo muy cantada por el público, para pasar ahora a su obra de hace 7 años con “Los lobos”, que fue iniciada por la acústica y el saxo, para dar pasó a esa letra reivindicativa, dejándonos un tema muy bailado y cantado.
De esta manera se fueron del escenario, saludándonos, mientras la gente pedía más, tardando un poco en regresar, mientras se iban iluminando partes del telón entre la oscuridad, saliendo la banda y preguntándonos si echaban alguna más, con afirmativa respuesta de la concurrencia, agradeciéndonos nuestra presencia y dedicando “Nómadas”, la que abría su primer larga duración, a la gente que había venido de lejos a verlos, muy movida y coreada, dando un aire más americano todavía a su sonido.
La M.O.D.A.
Sin casi parar, nos presentaron “1932”, la canción que puso sintonía a la Vuelta Ciclista a España del pasado año y que ya aparecía en su disco del 2013, muy movida y con todo el mundo cantándola, con la gente acompañando con palmas, siendo un corte intenso y en donde David bajó a las primeras filas para saludar, antes de pasar a avisarnos de que la siguiente era la última, siendo el turno de “Héroes del sábado”, registrada en su plástico del 2017 y cuyo título se veía en la ropa de algunos de los presentes, empezando relajada y siendo cantado por todo el mundo, ya que es un verdadero himno que fue muy celebrado,
Sin embargo, todavía hubo tiempo para una pieza más como es ese temazo llamado “Mañana voy a Burgos”, presente en su último disco y que fue la guinda a este pastel que fue la actuación de la banda, con todo el mundo entregado y dándolo todo, tras el que concluirían su velada, tras algo más de hora y media sobre el escenario, saludando y aplaudiendo a los presentes, que no paraban de ovacionarles.
Lo cierto es que La M.O.D.A demostraron esta noche que son una banda en un momento de forma increíble y con un tirón enorme, consiguiendo enganchar, no solo a quienes les vienen siguiendo desde hace tiempo, sino también a los que, como yo, hemos llegado más tarde a su música, haciendo que unos y otro saliésemos más que satisfechos con lo allí vivido.
La M.O.D.A.
Han sabido crear un sonido bastante característico y reconocible, tanto en lo musical, como en lo visual y en esas letras que llegan tan adentro, con un vocalista que te engancha y te sumerge en cada canción y unos músicos que demuestran tener muchísima calidad en cada tema, demostrando esa versatilidad musical que poseen, al poder tocar varios instrumentos durante toda la actuación.
Mención especial al equipo de sonido de la banda que tuvo mucho trabajo debido a los habituales cambios de instrumentos, haciendo una labor magnifica para que todo estuviese en todo momento a punto.
Sin duda, La M.O.D.A. dieron uno de esos conciertos difíciles de olvidar y que esperamos volver a disfrutar en poco tiempo por estos lares, ya sea en una sala o en un festival.
La verdad es que, como decía más arriba, ese día había muchos y muy interesantes eventos en la tierruca, pero acertamos de pleno en acudir a ver ese gran concierto de los burgaleses, que supieron emocionarnos y llegarnos muy adentro, en un Escenario Santander llenó a rebosar y con un ambiente festivo, con el que nos marchamos a continuar la noche por otros lares pero con el recuerdo de lo allí vivido.