Sábado noche en Sevilla, nos vestimos de nuestras mejores galas para asistir a un concierto que desde hace mucho teníamos bastantes ganas; Y es que han pasado bastantes años (pandemia de por medio) que los madrileños Sôber no visitaban la capital andaluza, y se palpaba en el ambiente que sería una gran noche, prueba de ello fue el cartel de “Sold Out” que hubo poco tiempo antes de comenzar los conciertos, y es una grata noticia, desde aquí nuestra enhorabuena a la promotora sevillana Oliskull, que se atreven a organizar estos bolos que tanto nos gustan y que el público responda de esta manera, es algo para celebrar sin duda, en los tiempos difíciles que corren para la música en directo, con tantas cancelaciones y conciertos medio vacíos, como dijo Carlos Escobedo durante el concierto: “ahora que nos digan que el Rock está muerto”...
Romeo
Con gran puntualidad, a las 20:30H, la primera banda en actuar hoy y subir al escenario de la Sala Custom sería Romeo. Tengo que admitir que aunque conozco a la banda desde hace muchos años, era la primera vez que los vería en directo, y tenía ganas de ver que tal se defendían sobre las tablas. Hay que decir que como suele pasar en conciertos con 3 grupos, el primero siempre “sufre” de una entrada más escasa de público, pero el que hubo estuvo entregado desde el primer momento.
Dieron un concierto muy activo y sin perder ni un sólo minuto de la media hora que pudieron tocar, algo que se agradeció mucho. Tanto voces como instrumentos sonaron muy bien, y aunque el escenario estaba bastante recortado por la batería, luces y demás que tenían preparado (y tapado) Sôber, pudieron moverse por el escenario y dieron dinamismo al show.
El concierto empezó con “Quien soy yo”, de su último Ep autoeditado, Ilumíname (2021), del cual también tocaron “Salto de Fe”, utilizado en este caso para acabar el concierto, y que en mi opinión fue de los que mejor sonaron de la noche, buena elección como cierre. Entre medio pudimos escuchar algunos de sus temas más reconocibles como “La Tormenta” o “Nada Importa” o el recién estrenado single “Antídoto”(2022) en el cual colabora Carlos Escobedo.
Creo que la fórmula de concierto corto pero explosivo funcionó perfectamente, y los que hicimos los deberes estando desde primera hora nos llevamos un gran show de Romeo, esperamos la siguiente vez poderlos ver con un setlist más amplio y un repaso mayor a su trayectoria que cuenta ya con 15 años en estudio.
Romeo
Sin apenas dilación, y corriendo los cambios de equipos musicales, en apenas 15 minutos, la segunda banda en actuar hoy daría sus primeros compases. En este caso, es el turno de Contrabanda, los madrileños han estado acompañando a Sôber en muchos de sus conciertos de esta última gira, y aunque el estilo musical se aleja bastante de ellos, siendo un rock más alternativo, su energía y buena música, hacen que igualmente los que no se identifiquen tanto con el género se sumerjan en su show.
Con una fórmula parecida al concierto anterior, 30 minutos de puro show trepidante sin respiro, liderados por un Tony Laspiernas al micro y que no para de un lado a otro del escenario, un auténtico frontman.
Contrabanda
Vienen con Ingrávido (2021), y varios fueron los cortes que pudimos escuchar de éste la noche del sábado, como “Berlín”, “Hola mundo” o “El círculo se cierra”. Para abrir el concierto “Maldición” fue la elegida, eléctrica y pegadiza desde el primer momento, buen sonido y gran ritmo durante toda la noche. El setlist lo completaron con “Todo Acabó”, “Mala suerte” y “Miedo”, con el que cerraron su actuación, y posiblemente junto con “Berlín”, fueron los temas más coreados y disfrutados por el público. Muy buen sabor de boca nos dejaron, con un repertorio prácticamente centrados en su totalidad en sus dos últimos trabajos de estudio, el mencionado “Ingrávido” y Retrophonic (2016).
Contrabanda
De nuevo, a la hora anunciada previamente en redes sociales 22:05, cumpliendo con exactitud, algo siempre valorable, el concierto principal de la noche, Sôber, daría lugar.
La banda anda inmersa en un extenso tour por la península, de presentación de su último disco “Elegía” (2021), y anda cosechando excelentes entradas y grandes críticas por donde van pasando.
Dentro de las posibilidades por el escenario, buen despliegue de luces propias por éste, gran batería central en alto en tarima, presidida por el genial batería Manu Reyes, a las guitarras Antonio Bernardini y Jorge Escobedo, y por último, al frente de la banda Jorge Escobedo a las voces y bajo, cuarteto ya asentado desde hace muchos años. Los que hemos visto a la banda en directo, y en mi caso me faltan manos para contarlas, sabemos que rara vez van a fallar en vivo, y como no podía ser de otra manera, estuvimos frente a otra gran noche de Sôber en Sevilla.
Con una sala absolutamente abarrotada, mención antes al “Sold Out”, el show daría comienzo con “Mi Heroína”, que seguida de “Elegía”, fueron 2 de los primeros cortes que pudimos escuchar de su último trabajo de estudio. Buen sonido, genial puesta en escena y una banda muy conectada con el público sevillano siempre fiel a sus visitas.
Sôber
Continuaron con temas “más reconocibles” para el público como “Vulcano” y la genial “Blancanieve”, pronto el público algo frío de comienzo ya empezó a calentarse, labor que facilitó “Máscara de Hierro” y “La araña”. El concierto iba sucediendo según lo previsto y sin grandes sobresaltos...; no faltó los constantes agradecimiento al público asistente y a la promotora que los había traído y hecho posible el concierto, al equipo técnico, etc...
Seguiríamos con el álbum Superbia (2011), para escuchar en esta ocasión “Tic Tac” , para volver pronto de nuevo a nuevos temas en directo (para nosotros), como “Verona” o “El día de la liberación”, entre ellas antes “Sombras”, del disco, que como explicó Carlos esta noche, vino después de la separación de la banda, formación y disolución de sus dos proyectos en separados, Savia y Skizoo, hablamos de “De aquí a la eternidad” (2010).
Es inevitable cuando se presentan canciones menos conocidas por el público, como son la del último disco, aunque éste no esté recién salido del horno precisamente, que la gente siempre se muestre más activo con los clásicos, y más en una trayectoria larga como la de los madrileños, con canciones como “Hombre de Hielo” la sala lo dejó todo en cada estribillo.
Sôber
Tras este último tema, vino un pequeño parón para prepararse para un pequeño show en formato más íntimo, se sentaron en unos taburetes y Manu salió fuera de su inmensa batería también, la sorpresa para muchos vino cuando Carlos se bajó al público y cantó plenamente “Estrella Polar” mientras iba recorriendo cada rincón de la sala, mientras todos atónitos miraban y grababan el curioso momento, gran gesto por parte del frontman en demostrar su cercanía con los fans allí presentes; En este mismo formato, pero con Carlos arriba del escenario, pudimos escuchar “Eclipse” y “La escalera”, la cual Carlos explicó que estaba dedicado a un familiar fallecido con la dura enfermedad que es el alzheimer, sin duda estos temas junto con este formato, hizo erizar los pelos de cualquier asistente.
Ya volviendo a la escena clásica, y más eléctricos que nunca, llegaría el turno de “Morfología”, pero con una connotación muy especial, ya que entre medios hubo un Medley donde pudimos escuchar varios de sus temas, pude identificar “Abstinencia”, “Caída Libre”, “Condenado” y “Loco”, con esta especialmente el público se le vio disfrutar mucho.
Sôber
El concierto estaba llegando a su fin, se sabía, y cuando se hace corto, aunque lleven casi 2 horas de concierto, es muy buena señal, de que las cosas se estaban haciendo bien y todo iba rodado. Pudimos disfrutar de 3 cortes más, quizás de los más esperados sin duda, el primero de ellos fue “Arrepentido”, siguió “Naufrago”, y como no, para despedirse por todo lo alto “Diez Años”, tras ello la banda se despidió, no sin antes lanzar montones de púas, algunas que otras baquetas y los setlist que tango gustan a los fans.
Gran concierto ofrecido por las 3 bandas, recalcando la labor y la entrega ofrecida por Romeo y Contrabanda, que aunque fueron conciertos cortos de apenas 30 minutos, dejaron muy buen sabor de boca y llevaron un ritmo muy alto; De Sôber, confirmamos que la banda se encuentra en uno de sus mejores momentos, no sólo a nivel de composición por los trabajos que está sacando, también por el buen hacer que están realizando encima de los escenarios, esperemos que no tengan que pasar tanto tiempo en volverlos a tener por aquí.