A raíz del confinamiento y ante la ausencia durante esos meses de conciertos, me replanteé, casi sin darme cuenta, mi manera de asistir a los mismos y decidí, también un poco obligado por las circunstancias, abrir el abanico de música que ver en directo, una vez esto fue posible.
Esto me ha facilitado el poder conocer nuevas propuestas y, dos años después, sigo compaginando el ir a ver grupos o estilos que ya conozco con otros que no tengo tan seguidos, como la oferta que ese viernes iban a llevar a la sala Niágara Yawners, una formación en la que, aunque conocía, no había profundizado, pero que, cuando vi que aterrizaban en la sala santanderina, me interesó bastante su estilo.
Curiosamente no había vuelto al Niágara desde un mes antes del confinamiento, así que ya era hora de volver a esta sala, que sigue peleando por traer música al centro de Santander, complementando la actividad musical que llevan a cabo el Escenario Santander o el Rock Beer The New entre otros.
Yawners
Llegué con bastante antelación a dicho local, que tardaría todavía un rato en abrir, pero en donde todo estuvo disponible para que, a la hora fijada, aquello comenzase, ya con una buena cantidad de gente, y, así, poder disfrutar de este concierto de Yawners.
¿Qué quiénes son Yawners? Pues estamos ante el proyecto personal de la salamantina Elena Nieto, cantante y guitarra, que ha publicado hasta la fecha un Ep en el 2015 llamado “Dizzy” y los discos “Just calm down” del 2019 y “Duplo”, de este mismo año y que es el motivo de esta gira, que los está llevando a recorrer todo el estado y adentrarse en diferentes ciudades del viejo continente.
Pero la banda no podría actuar en directo de manera eléctrica sin sus acompañantes, que son Tomás Rey, integrante de Ordesa o Monteperdido, al bajo y Teresa Iñesta, que actuaba en casa, a la batería y componente de Aiko El Grupo y Repion, viéndoseles muy engrasados, como pudimos apreciar durante su actuación.
Como dije un poco más arriba, el evento comenzó con bastante puntualidad, sonando una intro de fondo con la que los músicos fueron tomando posiciones entre muchos aplausos, para iniciar propiamente la velada con “The friend song”, la que abría su ópera prima, empezando a meter caña desde el principio y con un estribillo pegadizo, para tocar la primera que sonaría de su nuevo trabajo, “Honey”, uno de sus adelantos, muy quedona y celebrada y con la que nos saludaron al final.
Yawners
Tras tomarse un breve respiro, continuaron en su nueva referencia con “Paranormal”, muy pegadiza y con un aire algo más popero, pero que gustó mucho, con ciertas partes intensas y Teresa repartiendo leña con ganas, continuando en su nuevo disco con “Belong” y ese inicio guitarrero, siendo una pieza muy movida, aunque combinando partes más relajada con otras más rápidas y con la batería sonando cruda al final de la canción.
Cada tema era despedido con muchos aplausos por un público de diferentes edades y gustos pero que estaban disfrutando con la actuación, la cual prosiguió con “The house (Say my name)”, la que cierra su actual disco y que es una composición intensa, pero con ese estribillo bailable y pegadizo, agradeciendo la acogida y presentándose, reconociendo que, aunque proceden de Madrid, ninguno es de allí y recordando que venían con su nuevo trabajo bajo el brazo, el cual tiene cortes como “Tu cumpleaños”, que fue dedicado a cualquiera que ese día hiciese años, con mucha intensidad, muy animado y un pegadizo e intenso final.
No querían que aquello parase y la anterior fue unida con “No me digas”, la que da inicio a este nuevo plástico, muy pegadiza y movida y que fue muy cantada por sus seguidores y es que tiene un estribillo que engancha, para, tras afinar, seguir desglosando la obra que venían a presentar con “Something about you”, con un inicio relajado y tranquilo, para, a la mitad, romper y coger mucha fuerza, con Teresa metiendo bien de tiza nuevamente.
Yawners
Pero tampoco querían olvidarse de su anterior disco y por ello recuperaron “A funny laugh”, con un inicio más relajado, pero en donde se presumía que aquello se iba a intensificar, como así ocurrió, combinando partes más relajada con otra más intensas, pero siempre siendo un tema pegadizo, regresando a su reciente criatura con “Rivers Coumo”, la que la vocalista reconoció como una de sus favoritas y que está dedicada, como su nombre indica, al cantante de los Weezer, con un ritmo tranquilo, pero con intensidad en el estribillo y animándose a medida que iba discurriendo, siendo muy celebrada.
Se tomaron un brevísimo respiro antes de continuar con “El máximo solar”, también del álbum de este mismo año, comenzando relajada para luego intensificarse y en la que parte de los presentes hicieron un pogo, tras la que reiteraron los agradecimientos por la acogida en esta primera vez de la banda en Santander, presentando a los músicos que estaban en el escenario, avisándonos de que iban a tocar alguna más y que luego estarían en el puesto de merchán y animándonos a cantar con ellos, si la conocíamos, la siguiente, “La escalera”, de su anterior obra, muy pegadiza y coreada, con ese ritmo intenso y un estribillo contagioso, mientras la gente enloquecía y disfrutaba de un acelerado final.
Sin dejar su anterior lanzamiento, era el turno de “Seaweed”, con ese comienzo rápido, muy intenso y con un ritmo constante que nos llevó a un explosivo final, antes de agradecernos nuestra acogida y despedirse con la que restaba de su nuevo disco, es decir “Suena mejor”, que empezó relajada, pero que luego explosionó y la gente enloqueció, siendo una pieza muy pegadiza y que la concurrencia disfrutó, poniendo así punto y final a su concierto tras 45 minutos de actuación.
Yawners
Lo de Yawners fue un concierto breve pero muy intenso, demostrando la calidad de los músicos allí presentes y esas canciones que te enganchan y que hacen que te acabes viendo cantándolas a pocas veces que las escuches, consiguiendo conectar con un público que se las sabía todas y que disfrutó a tope con la actuación.
Sin duda, es una propuesta fresca y que tiene visos de consolidarse; de hecho, no hay más que ver los frutos que ya van recogiendo y es que se nota que saben lo que se traen entre manos, con unas composiciones que tienen personalidad propia, sin que desentonen en el global del disco y que están muy elaboradas.
Estamos ante una formación que os recomiendo sigáis, con un sonido que te hace moverte y cantar sus canciones y que tienen un directo muy intenso.
Tras comprarme el último disco de la banda y despedirme de alguno de los presentes, me fui de la Sala Niágara, a la que, por cierto, tengo pensado volver pronto, después de haber disfrutado por todo lo alto con este concierto de Yawners, que nos ofrecieron una actuación muy amena e intensa, pero de mucha calidad y es que hay que seguir saliendo de la zona de confort para ver y disfrutar de lo que está un poco más allá y así descubrir a bandas como la que vimos esta noche.