El 5 de noviembre era una fecha escrita con tinta muy punky en nuestro calendario personal, y el hecho de volver a La Cueva palentina después de unos cuantos meses, siempre es motivo de alegría. Nuestra vez anterior fue para reunirnos bajo el mismo techo con Gundown, Crim y la Inquisición, y ahora nos encontramos dando un salto desde la primavera hasta el otoño, habiendo sido un verano con innumerables festivales, que desplazaron la presencia de las salas.
Siendo este el año del décimo aniversario de este templo de la resistencia y la contracultura más combativa, no puede haber sido mejor momento para que les visitasen los pamplonicas The Guilty Brigade, pues ellos también llevan la misma cifra sobre las tablas, siendo el 2012 su año oficial de formación como banda. Venían con ganas de arrasarnos los tímpanos y los huesos, y vaya si lo consiguieron, con un sonido que arrancó muy bueno y que se mantuvo sobre la hora larga que las ondas sonoras estuvieron en manos de estos cuatro muchachos.
The Guilty Brigade
Tras su intro y presentación, arrancaron, nunca mejor dicho, con “Arrancaré tu corazón”, pero sin la colabo de Non Servium, que ya nos hubiera gustado, pues estaban muy ocupados en Madrid haciendo lo suyo con ese concierto tan esperado que dieron. Repasaron muy ampliamente su trayectoria de largos, de epés y de sencillos, dándole un gran protagonismo a su vástago del 2019, Tu mundo arder, que se vio representado por “Sigo siendo el loco”, “Soy tu tormenta” (aunque sin la participación de KOP), “Cadáveres en la tierra” o “Que se joda la luna”, intercalando todo con su último plástico en las tiendas, Queroseno, que es un EP cargado de rabia, con un tema que se ha dado mucho a conocer por la participación de Evaristo en él, “Sí a la guerra”.
Así, este mismo año, y además muy recientemente, también ha servido para alumbrar “Avión con destino al infierno” y “Te devoraré”, sin olvidarse de sus inicios, Desbideratuen Deskontrola (2013), entre los que nos trajeron “Sin miedo en tu infierno” y “El calor del ayer”. Fue un rato muy enérgico, movido y divertido que se nos pasó volando, terminando con un pogo genial y “Jamás me olvidaré de ti”; ni nosotros de vosotros, tampoco, tenedlo seguro.
The Guilty Brigade
Apenas un cuarto de hora entre bandas fue lo que sirvió para hacer los cambios en el escenario, rata enorme con ojos rojos incluida, y que se ha convertido en la mascota oficial de los bilbaínos que tanta caña acostumbran a meter. En este lapso dio para tomarnos una cerve, con unos precios que no pueden ser más populares, y ver cómo la sala se fue animando bastante, aumentando el aforo respecto al primer grupo, y ocupando las tres cuartas partes de La Cueva.
En esta ocasión, no estábamos de aniversario, si bien los cerca de 13 años de actividad de Rat Zinger siempre son motivo de celebración, porque no hay un directo en el que no se dejen cada gota de sudor y cada célula de energía. Cómo no, totalmente cebados y lanzados, salieron a las tablas como un misil y ahí se acabó la tregua sonora. “Dios salve a Ronnie Biggs” fue la explosión inicial, y a partir de ahí, siguieron cayendo bombazos con sus discos más representativos. De Santa Calavera dieron un grandioso recital, sin olvidarse de No habrá piedad para nadie, con unos cuantos años más (al menos su volumen 1, el más repasado), ni tampoco dejando apartado a su último trabajo en las estanterías, Tengan cuidado ahí fuera.
Rat-Zinger
“En la cámara de gas” fue uno de los temas que encabezaron los primeros compases, ya dando muestras al público de que les iban a dar lo mejor de sí mismos, y siguieron con “Patria”, “Muerte a la máquina” y “Ya no quedan días de gloria”. Entre medias, hubo hueco también para temas anteriores de su carrera, como “Apártate” y “Larga vida al infierno”, siendo los discos comprendidos entre el 2015 y el 2021 los que más se beneficiaron en el set list.
Apenas una pausa en el tiempo para preguntar quién de nosotros era más hijo de perra, y cuando ya nos íbamos acercando al rebase de la hora en el reloj, fueron cayendo temazos representativos a más no poder, y cómo no, “Tenéis speed” ya estaba ahí, anunciando que esto se iba acabando. Unos últimos pogos cargados con la misma energía que todos estos muchachos fueron dando por terminado el espectáculo, no sin antes cerrar con “Santa calavera” e “Indestructibles”. Vaya petardazo de concierto, no me cupieron dudas.